El plan de trabajo fue lanzado con objetivo de consolidar el espacio que ocupan la economía solidaria y el asociativismo en el Mercosur, y contribuir al fortalecimiento del bloque comercial.
Un grupo de 13 instituciones que representan a 7.167 cooperativas de Argentina, Brasil y Uruguay, con un total de 321.000 trabajadores, lanzó un plan de trabajo conjunto con los sindicatos de cada país, con el objetivo de consolidar el espacio que ocupan la economía solidaria y el asociativismo en el Mercosur, y contribuir al fortalecimiento del bloque comercial.
«El objetivo es promover el diálogo en común con las organizaciones sindicales y cooperativas de trabajadores para la concreción de políticas comunes», explicó a Télam el presidente de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT), Cristian Miño, quien señaló que «el Mercosur está debilitado, y hay que armar una red para fortalecerlo. Trabajar en conjunto con los distintos sectores de la producción es la premisa».
Además de la CNCT, por Argentina está la Federación de Cooperativas de Trabajo (Fecootra); de Brasil, la Central de Cooperativas de Emprendimientos Solidarios (Unisol), la Unión Nacional de Cooperativas de Agricultura Familiar y la Economía Solidaria (Unicafes), la Unión Nacional de Organizaciones Cooperativistas Solidarias (Unicopas) y la Organización de Cooperativas Brasileñas (OGB); y de Uruguay, la Federación de Cooperativas de Producción (FCPU) y la Asociación Nacional de Empresas Recuperadas por los Trabajadores (Anert), de Uruguay.
El año pasado, poco antes de su finalización, estas entidades hicieron un primer encuentro en Buenos Aires, y en marzo último volvieron a reunirse en San Pablo, Brasil.
«Esto comenzó en el marco de las reuniones de Cicopa Américas. Ahí nos poníamos a charlar con cooperativistas de Brasil y Uruguay, de la problemática que teníamos y vimos que en definitiva presentaba rasgos comunes para trabajar en conjunto», indicó Cabrera.
Cicopa es la Organización Internacional de las Cooperativas en la Industria y los Servicios, que funciona dentro de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), y tiene su capítulo regional.
«Luego de varias charlas, avanzamos para hacer un primer en encuentro en diciembre del año pasado en Buenos Aires, y ya en marzo volvimos a encontrarnos en San Pablo, ya con la participación oficial de representaciones sindicales», remarcó el presidente de la CNCT.
En San Pablo sumaron su adhesión al movimiento la Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina, junto a la Federación Gráfica Bonaerense (FGB) y el Sindidato de Obreros Curtidores; la Central Unica de Trabajadores (CUT) de Brasil; y el Plenario Intersindical y Convención Nacional de Trabajadores (PIT-CNT) de Uruguay.
«La idea es sumar a Bolivia y a Chile», anticipó Cabrera, quien destacó que «las cooperativas de trabajo están constituidas por trabajadores independientemente de no estar sindicalizados».
Al respecto, subrayó que «no hay diferencia entre éstos trabajadores con los sindicalizados», y añadió que «en los distintos países de la región, la problemática es calcada».
Subrayó que «lo que hay en común es la necesidad de proteger el trabajo cooperativo, reforzarlo y vincularlo regionalmente», y puntualizó que este agrupamiento «en principio es una herramienta de defensa, pero con el objetivo de crecer y ampliar sus alcances».
En Argentina existen 367 cooperativas de trabajo registradas por la CNCT, que emplean a 16.000 personas; en Brasil, son 6.600 las vinculadas a la OCB, con 300.000 trabajadores; y en Uruguay, la FCPU nuclea a 200 cooperativas, con 5.000 asociados.
Estas empresas abarcan distintos rubros que van desde la metalurgia hasta la producción de alimentos, pasando por la agricultura, la construcción, la industria textil y la gráfica, entre los más destacados.