Agroecología: Pensando la agricultura de forma integral

Agroecología: Pensando la agricultura de forma integralEn la actualidad la agricultura y la alimentación se encuentra en una severa crisis. Reflejo de eso, es que hoy en día existen 815 millones de personas pasando hambre, correspondientes al 11% de la población mundial. Por otro lado la agricultura  presenta las condiciones para alimentar a 12 mil millones de personas y somos 7 mil millones de personas. Además, cada año desperdiciamos cerca de un 40% de las frutas y verduras que se producen.  Frente a esto el mundo campesino y el pensamiento agroecológico se posicionan como alternativa que permitan desarrollar de forma integral nuevas soluciones.

¿Qué está pasando con nuestros alimentos?

Desde el año 1996, cuando se empezaron a sembrar los primeros cultivos transgénicos con la promesa de “acabar con el hambre en el mundo”, la industria se ha centrado en producir y comercializar unicamente soja, maíz, canola y algodón (representan el 99% de los transgénicos en el mundo), los cuales tienen principal destino ser forraje para animales confinados, agrocombustibles y otros usos industriales.  Como ves, la principal ruta de estos alimentos no es para el consumo humano, incluso el efecto que han tenido los cultivos transgénicos ha empeorado las cifras hambre, obesidad y malnutrición en el mundo.

Esta es la consecuencia de vivir bajo un paradigma que privilegia el excesivo enfoque científico, provocando que nos alejemos de la naturaleza y que busquemos dominar, controlar  y explotar nuestros propios recursos naturales, para obtener el máximo rendimiento económico y así satisfacer en el corto plazo necesidades creadas por el propio sistema, sin comprender que el daño generado muchas veces es irreversible. La visión actual de la agricultura está totalmente fragmentada y desvinculada de los procesos naturales.

¿Quien nos está alimentando realmente?

La producción a pequeña escala y las familias campesinas son los que actualmente alimentan cerca del 70% de la población mundial, a pesar de poseer entre el 20-25% de la tierra arable y el 30% del agua. Este grupo se caracteriza por producir alimentos saludables, libre de químicos sintéticos y transgénicos. Han trabajado en la agricultura por cientos de años, resguardan y defienden la biodiversidad en todas sus expresiones.

Prueba de esto, es la comparación que podemos hacer entre la diversidad de alimentos que producen las comunidades campesinas y la agricultura industrializada, la diferencia es gigante. De acuerdo a aproximaciones realizadas por ETC Group, el mundo campesino trabaja con cerca de 7 mil cultivos mientras que la agricultura industrial solo con 150.

Frente a la agricultura industrial, el mundo campesino se está organizando. Especificamente en Latinoamérica y el Caribe, existe la CLOC-Via Campesina,  creada en 1994, representando a 84 organizaciones de 18 países.  Sus motivaciones para reunirse son bastante claras:

“Luchamos juntos y juntas a la Vía Campesina para desarrollar la solidaridad, la unidad en la diversidad entre las organizaciones miembros para promover las relaciones económicas de igualdad, de paridad de género, de justicia social, la preservación y conquista de la tierra, del agua, de las semillas y otros recursos naturales; la soberanía alimentaria; la producción agrícola sostenible y una igualdad basada en la producción a pequeña y mediana escala”

Agroecología: Integrando lo fragmentado

Como respuesta a la agricultura industrializada, enfocada en la simplificación y reemplazo de los procesos naturales  por agroquímicos, nace la Agroecología. En la actualidad existen muchas definiciones de este enfoque, algunas provenientes de los movimientos campesinos y otras originadas en los círculos académicos quienes que redescubrieron los saberes de las comunidades indígenas y/o campesinas.

Este enfoque, inicialmente se centró solo en las relaciones que se dan  suelo-planta, suelo-enfermedades, planta-insecto, planta-planta, entre otras. A medida que fue evolucionando y desarrollándose aún más el pensamiento agroecológico, esta fue extendiendo sus propias fronteras, recogiendo no solo ideas de otras disciplinas científicas no relacionadas con la agricultura, sino que también el conocimiento local de los grupos campesinos.

Lo que hace la Agroecología,  es integrar lo que se fragmentó en la revolución verde, entregándonos una forma de pensar y actuar más completa para el análisis, diseño, desarrollo y evaluación de cualquier sociedad rural y urbana. De tal forma de fomentar una agricultura ambientalmente sana, económicamente viable, socialmente justa, culturalmente apropiada y políticamente democrática. Por lo tanto, va mucho más allá de lo que sucede en el campo, diferencia fundamental con la agricultura orgánica certificada, que solo se centra en la sustitución de insumos.

El hecho de que esta forma de pensar y actuar integre los saberes campesinos, indígenas y populares, nos permite vislumbrar soluciones mucho más apropiadas a los contextos territoriales y desarrollar proyectos que busquen integrar y regenerar frente al daño realizado a nuestro planeta.

¿Qué podemos hacer desde nuestros espacios? Alimentémonos mejor, revinculémonos con la naturaleza y las personas que nos están alimentando. Pensemos y reflexionemos sobre el planeta que le dejaremos a las futuras generaciones, es momento de soñar y buscar nuevas soluciones, no de forma individual, sino que juntos y juntas.