Agua potable en zonas rurales: La resiliencia y éxito de la Cooperativa Hospital Champa

Desde hace más de 100 años que las cooperativas se han encargado de atender las necesidades de la población bajo un modelo asociativo y democrático, que coloca el bienestar de las personas como prioridad.

Un ejemplo claro de la influencia del modelo son los servicios de agua potable rural, donde las cooperativas y las organizaciones comunitarias constituidas como comités, se encargan del abastecimiento de más de 2 millones de personas del sector rural del país.

Dentro de la historia del sector, en la comuna de Paine hay un exitoso caso de gestión y resiliencia: la Cooperativa de agua potable Hospital Champa.

Historia

A mediados del siglo XX, el abastecimiento de agua en zonas rurales en Chile se realizaba exclusivamente con pozos y solo el 6% de estas localidades contaba con agua potable.

Bajo esa compleja realidad, en el sector de Paine un grupo de vecinos crean las Cooperativas de Hospital y Champa, quienes colocaron en cada localidad un estanque metálico de 25 m3  del cual se abastecía de agua a los habitantes en un comienzo desde la vía pública para después con una red domiciliaria.

Todo esto trajo una mejora en la calidad de vida de los habitantes y un sustancial crecimiento para las cooperativas, a tal punto que a finales de los ochenta se logra aumentar la capacidad de estanque de 253m a 100 m3 en Hospital y 75 m3 a Champa. Asimismo, las dos vieron un aumento de sus socios: 550 en Hospital y 580 en Champa.

En 1994 forman su primera sede comunitaria luego de adquirir en comodato de la Municipalidad de Paine un terreno disponible. Luego,  en 1997, se compran un terreno de 3.000 metros para construcción de un nuevo estanque.

Nuevos desafíos

Para el nuevo siglo las cooperativas deciden fusionarse para enfrentar los próximos desafíos. La nueva alianza se inicia el año 2000 con la construcción de un depósito de almacenamiento mayor de 500 m3  en la localidad de Hospital.

2004 Bajo la Ley de Cooperativas, adoptan la denominación de Cooperativa de Agua Potable Hospital–Champa Ltda.

Dicha construcción antecedería otros acontecimientos importantes. Como en 2004, cuando definitivamente se adopta la denominación de Cooperativa de Agua Potable Hospital–Champa Ltda., por exigencia de la Ley de Cooperativas.

Así, al transcurso de los años se inicia la construcción del edificio corporativo, un trabajo de modernización que incluyó cambio de cañerías y la compra de equipos computaciones; además de la vinculación con otras instituciones locales y escuelas de la zona (lo que derivó en un Comité de Educación) y la creación de un Centro Cultural.

Paralelamente, se desarrolla un proyecto para dotar de agua a los sectores de Las Colonias de Paine, Lomas del Águila y El Bosque; todo mientras los empleados empiezan a capacitarse en alfabetización digital e instrucción en prevención de riesgos.

Terremoto 2010

Si bien la cooperativa mostraba un fuerte crecimiento en la primera década, el terremoto que azotó al país en 2010 trajo las primeras complejidades para la organización.

El fuerte sismo provocó la caída de las 3 copas de abastecimiento -una en calle Las Acacias, la de Hospital Centro y de Champa- generando una pérdida estimada de $650.000.000; el derrumbe del estanque del Hospital Centro, donde se perdieron computadores y documentación; en Champa se destruyó la oficina y la multicancha, del mismo modo la casona y los cierres perimetrales de los recintos de Champa y Hospital.

Terremoto 2010 La caída de las 3 copas de abastecimiento generó una pérdida estimada de $650.000.000 para la Cooperativa.

La destrucción también afecto las instalaciones de redes de agua potable y obligó buscar alternativas para paliar los daños. Pero la Cooperativa pudo levantarse tras un extenuante trabajo interno, que se refleja en que la colaboración que reciben del Ministerio de Obras Públicas y el Gobierno de Chile para la construcción de un nuevo estanque de acumulación y distribución de 100 m3 en Hospital.

Las mejoras se hacen notorias en 2011. Los avances tecnológicos en los sistemas de gestión y en el tratamiento de aguas residuales bajo un nuevo compromiso medioambiental, le otorga a la cooperativa un liderazgo importante en el sector a nivel país.  

Ya para el 2015 hay una evidencia clara del enorme progreso de la organización donde se produjo un aumento de los activos fijos de la Cooperativas, desde M$260 A M$ 403, un 57% en comparación al año anterior.

Los objetivos cumplidos quedaron plasmados en las cifras de su Plan de Desarrollo: 2.200 socios/usuarios; facturación anual de agua potable en m3 de 500.000; y una longitud de redes de agua potable de 80 Km. Para el 2018, que incluye nuevos proyectos y ampliar las redes de abastecimientos, la meta es llegar a mil nuevos clientes.

Fuente: Cooperativas.Emol