En un mundo laboral en constante cambio, las cooperativas brindan seguridad y empleo digno a los jóvenes, según el nuevo estudio difundido por la organización sectorial de la Alianza que representa a las cooperativas industriales y de servicios.
El estudio se basa en investigación documental y en una encuesta en línea realizada entre 64 cooperativas juveniles de los cinco continentes. Evidencia que las cooperativas pueden ser una herramienta concreta disponible para que los jóvenes puedan mejorar sus condiciones de trabajo y las de sus emprendimientos, en un escenario en el que el mundo del trabajo que se ha modificado profundamente, como consecuencia de los cambios demográficos, la globalización, las innovaciones tecnológicas y el desempleo juvenil.
El estudio revela una visión fresca y dinámica de las cooperativas juveniles que participaron de la encuesta. Informa que están activas sobre todo en el sector de los servicios, especialmente en actividades que requieren de un cierto grado de formación y de conocimientos y habilidades especializadas (ej: tecnologías de información y comunicación, programación, actividades legales y contables, consultoría, investigación y marketing). En la mayor parte de los casos se trata de micro y pequeñas empresas que, en los últimos años, muestran resultados económicos positivos y tendencias estables o crecientes en cuanto a la generación de empleo. También muestran una presencia equilibrada entre géneros en los cargos de dirección y un marcado interés en la implementación de nuevos métodos organizacionales en lo relacionado con sus prácticas operativas (ej: organización del espacio de trabajo y sistemas de gobernanza).
Su opción por un modelo cooperativo se fundamenta en una combinación de motivaciones prácticas y relacionadas con sus valores: un trabajo con sentido («trabajar diferente»), aspiraciones vinculadas con los valores personales y la experiencia, pero también la necesidad concreta de un empleo estable, de oportunidades de desarrollo profesional y protección laboral. A pesar de tener un alcance parcial, los resultados de la encuesta sugieren que las cooperativas juveniles están en la cresta de la ola de los cambios y representan una alternativa valiosa y segura para los jóvenes emprendedores.
El estudio mundial también demuestra que las cooperativas pueden jugar un papel crucial en la respuesta a los nuevos desafíos que enfrentan las nuevas generaciones, como consecuencia de los cambios recientes en la economía y en el mundo del trabajo. Por ejemplo, pueden «inyectar» democracia y participación en la economía digital, al otorgarle derechos de propiedad y control a las personas que utilizan o trabajan con plataformas en línea. Mediante sus prácticas de gobernanza participativa, son una especie de laboratorio en manos de los jóvenes para la experimentación con sistemas innovadores y sustentables de gestión del trabajo.
Sin embargo, el estudio concluye que las cooperativas no pueden ser consideradas como una panacea. Más allá de la significativa y creciente participación del movimiento cooperativo en el respuesta a las necesidades de los jóvenes, las cooperativas solo son capaces de desplegar todo su potencial si se cuentan con un entorno institucional favorable. Esto es especialmente cierto cuando se trata de crear empleo y emprendimientos de calidad, lo que depende en gran medida de los marcos institucionales que regulan la actividad de las cooperativas, el estatus jurídico de los jóvenes trabajadores y socios-trabajadores, así como del acceso a recursos financieros y sencillez en los trámites burocráticos.
Fuente: CICOPA / traducción propia