Cooperativa Mapuche Rewe expuso su exitosa experiencia asociativa en Foro Mundial Indígena

  1. Foro Mundial Indígena - Cooperativa Rewe

Hace ocho años, un grupo de agricultores de las comunidades indígenas de Cholchol decidió que la única forma de salir de la pobreza era hacer fértiles sus tierras y trabajar unidos. Buscaron un rubro rentable y ése fue el de los berries. En 2011 constituyeron la Cooperativa REWE con 22 integrantes y hoy suman 142 asociados que explotan principalmente frambuesas, arándanos y frutillas, en un total de 36 hectáreas propias distribuidas en cinco comunas de las regiones de La Araucanía y Biobío. Los planes son tener 200 hectáreas cultivables para el 2020.

La esforzada y exitosa historia de esta cooperativa fue expuesta por su presidente, Jorge Reinao, en el panel “Oportunidades en La Araucanía”, ante más de un centenar de dirigentes empresariales de 16 países que participaron, en el Hotel Crowne Plaza, en la octava versión del Foro Mundial de Negocios Indígenas (WIBF-2017), el que por primera vez se realizó en América del Sur.

Reinao contó que la cooperativa se ciñe al modelo productivo mapuche, “basado en la solidaridad”, y que la mística que los mueve para abrirse paso en los mercados es “pensar siempre en grande”, potenciando una adecuada autoestima del colectivo. Sin embargo, reconoció que “el comienzo no fue fácil”, sobre todo cuando tuvieron que empezar a facturar y mostrar movimientos financieros.

El ejecutivo dijo que el avance de la cooperativa ha tenido relación con tres factores: El Estado, las empresas y la cooperativa, pero indicó que tras comparar las experiencias de negocios indígenas en Canadá y Nueva Zelanda con la realidad chilena queda en claro que “los aportes estatales en nuestro país son muy bajos para superar la extrema pobreza que hay en la población mapuche”. Su gran sueño -expresó- es “recuperar las confianzas y desarrollar una sana convivencia” en pos de un desarrollo más equitativo.

Respecto a la gestión de la cooperativa, indicó que lo importante es ver qué cultivo es el rentable, “y también se debe tener un producto con identidad mapuche”. Añadió que el trabajo colaborativo entre los miembros de la organización es clave. “Ahora tenemos herramientas propias y nos hemos capacitado especialmente en el cultivo de arándanos y frutillas, gracias a las asesorías de INDAP y Sence”. En todo este devenir no han dejado de lado el cultivo de hortalizas, para consumo familiar.

Como el agua es un elemento esencial para el éxito de la producción agrícola, Reinao comentó que ya cuentan con los derechos de aguas del río Cholchol. A esto se suma una sala de tratamiento de berries que cumple con todos los estándares necesarios.

Sus últimos avances han sido posibles gracias al apoyo de Corfo y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que les otorgó un préstamo por 300 millones de pesos. El punto es que tienen las garantías del BID, pero la banca nacional no confía y no les otorga créditos. Por esa razón hoy están solicitando asesoría tecnológica a la Universidad de Berkeley, California. “Queremos consolidarnos como una actividad agroindustrial importante con sello mapuche”, dijo Reinao a los asistentes del Foro Mundial de Negocios Indígenas.

En la actualidad la Cooperativa RAWE trabaja un programa piloto con el gobierno para aumentar su producción en un modelo de economía asociativa llamado Kimche Empresarial. En este contexto han establecido vínculos con la Sofofa y con Sercotec, con quien están desarrollando una línea de productos procesados como mermeladas de grosella y frambuesa y jugos sin azúcar de frambuesa-maqui.

El primer banco mapuche

Otra experiencia presentada en el panel “Oportunidades en La Araucanía” fue la de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Endógeno Mapuche Küme Mogen (buen vivir, en mapudungún). Su director ejecutivo, Jorge Huichalaf, la definió como “el primer banco de la historia para el Wallmapu” y contó que nació en Temuco en 2014, a partir de una iniciativa de profesores, comuneros y trabajadores. Actualmente hay más de 400 personas relacionadas con los equipos de inversiones y 60 activistas, dijo.

La organización está orientada a la defensa de la madre tierra y los derechos de los pueblos originarios, y es de carácter endógeno, en el sentido de que tiene fuerza interior, pero no cuenta con apoyo del Estado, al que criticaron por el exceso de fiscalizaciones, las que, sin embargo, han validado el plan de negocios de Küme Mogen, según afirmó.

Huichalaf indicó que la entidad se levanta sobre la base del trabajo solidario del pueblo mapuche y se opone al modelo neoliberal, es una “economía de la felicidad“. Aseguró que ya tienen aportes por 60 millones de pesos de sus socios, y que su creación está enmarcada en el Convenio 169 de la OIT, lo que les permite acciones culturales propias como el trueke o intercambio de bienes. Una de sus aspiraciones es contar con una moneda local. En la oportunidad solicitaron el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas.

Autor: Cristian Arismendi – INDAP

Fuente: INDAP