Cooperativismo y asociatividad: ¿una oportunidad para La Araucanía?

En Chile existen alrededor de 300 mil agricultores, de los cuales 285 mil pertenecen a la pequeña agricultura. Es por ello que el Ministerio de Agricultura ha enfocado su esfuerzo en impulsar el cooperativismo moderno y con ello incorporar a la agricultura familiar campesina en los mercados internacionales.

En este contexto y considerando el Plan Impulso Araucanía que destaca como uno de sus principales ejes conductores el fortalecimiento de la asociatividad y de las alianzas productivas, con el fin de potenciar la comercialización, la Universidad Autónoma de Chile y la Unión Nacional de Agricultura Familiar Campesina realizó en Temuco el seminario internacional “Asociatividad y cooperativismo: una oportunidad para La Araucanía”, al cual asistieron más de 200 personas.
“La asociatividad es el eje más importante de nuestra política pública en la cartera. Asociarse o morir hemos dicho, ganar este partido en equipo, sumar esfuerzos para ser más competitivos”, precisó el ministro de Agricultura, Antonio Walker, quien participó del encuentro.
Nuestro sueño como ministerio es incorporar a la agricultura familiar campesina a los mercados internacionales y para eso la asociatividad es clave. Queremos como política de Estado relanzar el cooperativismo moderno. Para La Araucanía esta es una gran oportunidad para desarrollar la agricultura de esta región asociativamente”, dijo.

Desafíos
Durante la jornada una serie de expositores extranjeros y nacionales compartieron experiencias frente a los desafíos que hoy existen en torno al desarrollo del nuevo cooperativismo y cuáles son las brechas que deben resolver para potenciar sus negocios, agrupar nuevos socios e insertarse en nuevos mercados.
Al respecto el rector Teodoro Ribera, señaló “tanto la séptima región como La Araucanía se caracterizan por el minifundio y la agricultura rural”.
En este escenario agregó que la Universidad Autónoma “cree que es posible avanzar en la solución de los problemas de la pobreza rural en la medida que generemos nuevas formas de asociatividad y para eso mirar la experiencia cooperativa que tienen en Europa, especialmente en Italia, puede ser un camino de esperanza para que logremos disminuir los niveles de pobreza rural y aumentar la competitividad de estas familias”.

Experiencias locales
Las cooperativas existentes en La Araucanía han demostrado que trabajar de forma colaborativa es posible. Una de ella es la Cooperativa Agrícola Boroa que hace 16 años trabaja desde Nueva Imperial y Teodoro Schmidt con un número mayoritario de socios mapuche con quienes cultivan y exportan lupino amargo.
Osvaldo Burgos, presidente de esta organización, explicó que instancias como este seminario permiten “difundir el modelo cooperativo y mostrar el emprendimiento e innovación que estamos teniendo en La Araucanía. La asociatividad es el mejor ejemplo, es una oportunidad para el que el desarrollo rural sea más parejo con la ciudad”.
Similar opinión tiene Claudia Silva, artesana textil de Padre La Casas y gerenta de la cooperativa Witral Tu Mapu, quien cuenta con gran ímpetu como es que gracias al trabajo de sus 22 miembros han podido concretar negocios en diferentes ciudades.
“Es importante concientizar a la región y a los estamentos públicos y privados sobre el manejo de nuestras empresas porque existe bastante desconocimiento. Estar asociados nos permite cumplir con requerimientos en cantidad cuando hemos ganado licitaciones y cumplir con mandatos, porque nosotros somos artesanas y productoras, incluso ahora tenemos una tienda en Pucón donde nuestros productos son requeridos”, concluyó Claudia Silva.

Fuente: Campo Sureño.