Corfo e INIA impulsan programa que busca potenciar la ganadería ovina regional

Aysen.- Pese a que la actividad ganadera ovina está ligada a la historia de colonización de Aysén, uno de los diagnósticos actuales del rubro da cuenta de una significativa disminución de la masa criancera durante las últimas décadas. Así se desprende del informe desarrollado por INIA Tamel Aike para impulsar el proyecto, apoyado a través de Corfo, Fortalecimiento de la competitividad del rubro ovino en los sistemas ganaderos extensivos de la Patagonia Occidental.

Dicho diagnóstico da cuenta de un proceso que responde a las características del mercado actual, donde la producción de carnes magras domina el consumo y deja patente el desafío de mejorar las razas de doble propósito -carne y lana- que se encuentran en Aysén, para lo cual es necesario introducir herramientas para poder hacer mejoramiento genético en los ovinos, tal como lo explica Felipe Elizalde de INIA Tamel Aike.

“Hace mucho tiempo que está estancado el progreso genético, no sólo en la región si no que en todo Chile, para todo lo que es ovinos. Debido a que es muy caro importar material genético. Por ello en este proyecto estamos ofreciendo poder hacer acá mismo, con los mismos productores, evaluaciones genéticas de sus productos, para eso estamos trayendo material genético desde afuera para introducir en los rebaños”, destaca el coordinador de este proyecto.

El programa desarrollado con la Asociación Gremial Corriedale y productores de la comuna de Coyhaique, en forma inicial, implica introducir mejoras genéticas para el mejoramiento de la calidad en la producción ovina, generar paquetes tecnológicos de manejo y evaluación genética y crear una plataforma web de acceso a las evaluaciones, esto como forma de trasferir el conocimiento a los productores regionales.

“La región es ganadera desde sus inicios, la colonización partió con el rubro ovino y es una tradición cultural muy arraigada, esto se ha mantenido y mejorado, tanto en la raza como en la calidad de las lanas. Hoy estamos trabajando en poder incentivar la mejora genética además la trasferencia tecnológica, como forma de dejar esas capacidades dentro de nuestros productores. Los otros desafíos tienen que ver con la comercialización y compra, por medio de la venta asociativa y colaborativa”, sostiene el Seremi de Agricultura Horacio Velásquez en torno al trabajo que desde el Gobierno se impulsa para potenciar este sector productivo.

Un rubro ligado a la historia y con potencial de futuro

Uno de los aspectos fundamentales de este programa Bien Publico Estratégico de Corfo, es avanzar de forma significativa en una mejora genética que permita competir en el actual mercado cárnico nacional e internacional, no dejando de lado uno de los aspectos importantes del rubro ovejero; la lana, apuesta que en el caso de este proyecto implica mejorar genéticamente las razas doble propósito como Dohne Merino y Corriedale.

“Tenemos que lograr productos que el mercado exija. Soy un convencido de que la oveja tiene un gran potencial que es un buen negocio y que podemos unir el tema ovino con el turismo, esta es una región turística y nosotros tenemos que reconvertirnos en alguna medida y hacer lo que nos gusta, que es criar la oveja, pero también abrirnos a este rubro. Sería bonito que un turista pueda ver trabajar un perro ovejero o que se lleve una chaqueta de lanas finas que diga lana de la Patagonia” sostiene Marcos Sandoval, Presidente de la Asociación de Corriedale y uno de los productores que se sumará a la experiencia de trabajo impulsada por medio del programa de 36 meses de duración.

De esta forma el Bien Público impulsado por INIA busca reforzar la apuesta estratégica del Gobierno para con un sector ligado a la cultura regional y que para un número importante de familias campesinas, representa una actividad económica con una auspicioso potencial.

“La investigación y transferencia tecnológica sólo tienen sentido en la medida que respondan de manera eficaz a la demanda sectorial, generando conocimientos y tecnologías que sean validadas y que puedan ser adoptadas por el sector agropecuario con resultados positivos. En este sentido el proyecto se enfoca en responder a las demandas de los mercados actuales evaluando técnica y económicamente diferentes opciones genéticas y combinarlas en función a los objetivos productivos”, señala por su parte Dagoberto Villarroel T. Director regional de INIA Tamel AIke.

Fuente: RLN