Crece en Chile la Tendencia de Reparar y Personalizar Ropa y Zapatillas, Una Forma de Cuidar el Planeta y las Finanzas

Crece en Chile la Tendencia de Reparar y Personalizar Ropa y Zapatillas, Una Forma de Cuidar el Planeta y las Finanzas

De la mano de emprendedores y también de grandes empresas, se ha comenzado a extender esta forma de la moda circular que busca alargar la vida útil de las prendas y así reducir el alto impacto ambiental de la industria textil. Algunos ejemplos de esta práctica en el país son Reparalab y Sneaker Wash, que no solo promueven la reparación, sino que además están ayudando a masificarla, de la mano de tiendas Paris.

¿Qué hacer con un pantalón de mezclilla en excelente estado al que se le echó a perder el cierre?, ¿o si se le desgastó la tela en la zona entre las piernas pero el resto está como nuevo?, ¿o si simplemente nos “aburrió”?

La fabricación de ese pantalón consumió una serie de recursos y energía; por mencionar solo un punto, se usaron al menos cuatro mil litros de agua (según cálculos conservadores). A modo de referencia, esa cantidad de agua es el consumo promedio para una persona durante 20 días; aunque en zonas de sequía en Chile puede ser el consumo de hasta 80 días.

Estas cifras llevan a pensarlo dos veces antes de botar ese pantalón, más aún cuando existen alternativas que no solo ayudan a cuidar el medio ambiente, sino también a cuidar las finanzas personales: reparar y/o personalizar. Esto es parte de lo que se denomina moda circular y que apunta a reducir el alto impacto ambiental de la industria de los textiles. Puede ser porque está en boga, por conciencia verde o por ahorrar dinero, pero lo cierto es que cada vez más personas en todo el mundo están optando por reparar, algo que hace algunas décadas era lo normal, pero se fue perdiendo al instalarse un nuevo paradigma de consumo.

En Chile, una de las impulsoras de la reparación de ropa y de muchos otros productos es Reparalab. “Somos una organización social que promueve la reparación como un derecho, educando y concientizando sobre la importancia de reparar, no solo por todo el trasfondo medioambiental que tiene, sino también por la creación de empleos verdes. Además, hemos creado una comunidad de reparadores, para enaltecer el oficio”, explica la impulsora de esta iniciativa, Pamela Castro, diseñadora industrial que junto a su marido, Felipe Ferrer, llevan años fomentado la producción y el consumo sustentable.

Pamela comenta que si bien dentro de la economía circular se promueven las “5R” -Reducir, Reciclar, Reutilizar, Reparar y Recuperar-, aún se pone poco énfasis en la reparación. “Esta R promueve un cambio de hábito al alargar la vida útil de los productos, genera empleo, y es súper social, colaborativa y tiene muchas otras atribuciones que no tienen las otras R”, comenta.

Asimismo, recuerda que hasta hace unos 30 años la reparación era algo generalizado en todo el mundo. “Ahora, la gente joven piensa altiro en reemplazar si se rompe algo, queremos que la reparación sea vista como un derecho y para eso en Chile necesitamos una legislación que obligue a las empresas, por ejemplo, a tener repuestos”.

Según su experiencia, hay varios tipos de reparadores: el que repara por moda, “porque viene una tendencia marcada mucho desde Europa”; el que lo hace por un tema económico, que se ve obligado por necesidad, “sobre todo en medio de la crisis económica”; y el que lo hace por convicción.

Pamela menciona la “obsolescencia programada”, que “parece un término moderno, pero comenzó en los años 20 del siglo pasado, cuando un grupo de empresarios fabricantes de ampolletas decidieron ponerse de acuerdo en cuánto debería durar una ampolleta. Se usa en muchas áreas que desconocemos y hay como 4 o 5 tipos de obsolescencia programada, hay toda una maquinaria detrás de esto que condiciona nuestros hábitos de consumo”. Uno de esos tipos, dice, es que “nos hacen creer que no sirve aunque todavía sirve, esto pasa mucho con la moda, por el color, el diseño, etc.”

En esta línea, la diseñadora industrial cree que falta educar sobre qué consumir, “por ejemplo, cuando se compra ropa debería ser más atemporal , invertir en qué te queda bien, colores, cortes, líneas, tener claridad y hacer una compra más inteligente, saber cuáles son las telas que duran más, etc.”

“El planeta no aguanta más este modelo de consumo lineal, no hay cabida para seguir consumiendo de la forma que lo hacemos, creo que las marcas están conscientes de esto y tienen que empezar a generar este vuelco, a comercializar diferente”.

“El planeta no aguanta más”

Reparalab, además, trabaja con marcas y empresas que se están comprometiendo con la sustentabilidad. ¿Por qué es importante que se sumen? “El planeta no aguanta más este modelo de consumo lineal, no hay cabida para seguir consumiendo de la forma que lo hacemos, creo que las marcas están conscientes de esto y tienen que empezar a generar este vuelco, a comercializar diferente (…) creo que la reparación se va a transformar en algo súper cotidiano, ya está girando para ese lado”, responde Pamela.

Una de las empresas con la que han colaborado es Paris, con una campaña de reparación y personalización en tiendas que duró dos años, y con la iniciativa “Juguete x Juguete”, que se mantiene hasta ahora y este año fue reconocida como uno de los mejores proyectos del retail en materia de sustentabilidad.

Según cuenta Pamela, “Juguete x Juguete” surgió en 2019 al observar “la gran cantidad de juguetes que se consumen, especialmente en niños pequeños, que descartan muy rápido los juguetes, generando que gran parte de la producción vaya muy pronto a la basura. Ahí con Paris ideamos esta campaña, porque, por otra parte, había mucha necesidad de recepción de juguetes en organizaciones”. Actualmente los juguetes reparados llegan a más de 20 fundaciones, tomas, a niños de La Araucanía, a menores con cáncer, etc.

Se trata de una campaña permanente, con 41 contenedores instalados en todas las tiendas Paris durante todo el año para recibir los juguetes; Reparalab gestiona los retiros y todo el proceso de repararlos para su posterior donación. “Este proyecto tiene un ADN súper importante en el tema ambiental y social. Recibimos juguetes de todo tipo, los tenemos catalogados por rodados, juguetes blandos y juguetes duros, y también se clasifican por edad; reparamos cerca del 75% y lo otro queda para descarte, las piezas se separan y se entregan a distintas empresas de reciclaje. Los empacamos con un empaque sostenible, le ponemos una etiqueta, porque dignificamos la donación, la idea es que los niños reciban un juguete que sea como nuevo”, relata Pamela.

La iniciativa ha recibido la donación de más de 30 mil juguetes; 1,5 toneladas han sido reparadas y 0,2 toneladas han sido recicladas.

La especialista comenta que están muy contentos con los resultados, no solo con las cifras, sino porque, por ejemplo, muchas fundaciones están muy agradecidas porque estaban acostumbradas a recibir juguetes en mal estado; además, dice, han logrado crear conciencia, llegar hasta los niños que donan, porque muchos juguetes llegan con una carta donde su anterior dueño cuenta la historia que vivió con el juguete.

Fernanda Kluever, gerente de Sostenibilidad de Tiendas Paris, ha señalado que “este proyecto aporta a la economía circular y se ha transformado en una iniciativa con impacto positivo a nivel de sustentabilidad”.

“(Estar en una tienda Paris) Es una buena vitrina, llegamos a más público, muchas personas van pasando y nos ven y se impresionan porque no sabían que existe este servicio”.

“No botar tanto”

Al igual que la ropa, el calzado también forma parte de la moda y muchas veces puede ser reparado para alargar su vida útil. En el caso de las zapatillas, Sneaker Wash ofrece un servicio de lavado, restauraciones menores, renovación de color, y personalización, según lo que el cliente quiera.

Sofía Medina, impulsora de este emprendimiento, cuenta que llevan seis años con el taller de reparaciones y que la idea fue de su mamá, Ana María Pino Sandoval, quien fuera restauradora de arte. “Empezamos a probar con nuestras zapatillas, a algunos amigos les gustó y se fue corriendo la voz. Después hicimos un Instagram, en 2016, empezaron a llegar los pedidos solos y desde ahí no ha parado de crecer”.

Como parte de ese crecimiento pusieron en marcha una alianza con tiendas Paris, lo que les ha permitido darse a conocer aún más y entre un público un poco diferente. “Desde Paris nos buscaron, nos preguntaron si queríamos trabajar juntos, nos gustó la idea y ahí partimos. Comenzamos con unas activaciones, eventos e hicimos un tour al sur, por varias ciudades haciendo lavados. Ha sido una bonita experiencia, la idea es ir avanzando y a futuro quizá tener un Sneaker Wash en cada una de las tiendas”, comenta Sofía.

Actualmente tienen un espacio en la tienda Paris de Parque Arauco. “Es una buena vitrina, llegamos a más público, muchas personas van pasando y nos ven y se impresionan porque no sabían que existe este servicio”. Además, dice la reparadora, estar en el mall les ha permitido llegar a otros grupos etarios, a personas mayores, pues su público hasta ahora es del rango entre 20 y 35 años. “Pasa gente más adulta que nos ven y al otro día vuelven con sus pares”.

Sofía comenta que las razones de sus clientes para alargar la vida de sus zapatillas son diversas. “Hay un tipo de zapatilla que nos llega que son de lujo, muy caras, muy delicadas; también llegan zapatillas que son muy queridas o que tienen un recuerdo especial para el cliente, por ejemplo, que la trajo de otro país”. Y cada vez más están recibiendo clientes que llegan por un tema ambiental, “que buscan no botar la zapatilla, no botar tanto, el tema de la moda circular está bien potente”.

Esa conciencia ambiental también ha ido creciendo en Sneaker Wash, donde saben que con la recuperación de zapatillas se ahorran muchos recursos y se genera menos residuo, recuperando algo que aún se puede usar. “En nuestro taller somos consistentes, también reciclamos, recibimos donaciones de zapatillas, los cartones los usamos para relleno, recibimos cajas de zapatillas; el tema no solo está en recuperar la zapatilla, sino que todo lo que hacemos tiene ese mensaje”, comenta Sofía.

En sus seis años de vida, en Sneaker Wash han detectado que cada vez más personas tienen interés en reparar y por eso cada vez se especializan más; asimismo, está tomando mucha fuerza la personalización de las zapatillas, por ejemplo, poniéndole el nombre o hasta la imagen de una obra de arte. “La personalización lleva muchos años en otros países; acá la gente ahora se está atreviendo más, esa parte es bien entretenida”.

Fuente: paiscircular.cl