Derriben el muro: Taz impulsa una revolución de lectores en Berlín

Es un emprendimiento social rentable.

Un modelo de contenido gratuito en una escala móvil.

Y no menos importante: un periódico apoyado por los lectores en el que una membresía de EUR500 ni siquiera te ofrece una suscripción gratuita. Sin embargo, más de 17.000 personas se han unido a la cooperativa de noticias Taz en Alemania en exactamente esos términos.

El diario con sede en Berlín Tageszeitung (Taz, para abreviar) cuenta con más de 10.000 seguidores que hacen donaciones periódicas para financiar sus operaciones, con 50.000 suscriptores a sus ediciones impresas y digitales, y con más de 17.000 lectores-propietarios que pagan un mínimo de EUR500 para unirse a la cooperativa Taz.

Una visión cooperativa de las noticias

La cooperativa de lectores Taz se fundó en 1992 como cooperativa de consumidores, lo que significa que esencialmente se trata de una empresa propiedad de sus clientes. Los miembros compran «acciones» pero no obtienen dividendos financieros de su inversión. En cambio, la membresía les da derecho a un asiento metafórico en la mesa de negocios de Taz. En las reuniones anuales, los miembros intervienen en cuestiones operativas, como las pensiones complementarias para los jubilados del periódico o la compra de nuevos equipos para la redacción. Sin embargo, los miembros de la cooperativa no tienen ninguna influencia en asuntos editoriales.

«Taz es propiedad de sus lectores», dice la directora Konny Gellenbeck. «Con otro modelo de negocio no habría sido posible asegurar nuestro futuro a largo plazo. La propiedad es la base de nuestra cooperativa».

En el momento de su fundación, el principal objetivo de la cooperativa era ofrecer una fuente alternativa de noticias que fuese ampliamente disponible y tuviese una perspectiva social. Hoy el objetivo sigue siendo el mismo, a pesar de todas las formas en que los medios han evolucionado en los últimos 25 años, incluyendo el cambio hacia lo digital.

«Ahora pasa lo mismo online: la información se separa de las personas mediante muros de pago», dice Aline Lüllmann, directora de iniciativas de transformación digital en Taz. «Pero creemos que las noticias deben estar disponibles de manera gratuita, lo que significa que también debemos desarrollar alternativas a la idea estricta del contenido pago».

“Paga lo que quieras” versus muros de pago

Se puede acceder de forma gratuita a todo el contenido publicado en el sitio web de Taz o en sus redes sociales. Pero a los lectores se les pide que hagan una donación voluntaria según sus medios.

Taz pide a su público que se apoye mutuamente, sugiriendo que aquellos que puedan pagar más deberían hacerlo para que el contenido pueda ser accesible para personas de todos los niveles de ingresos.

Este «modelo de solidaridad» se lanzó por primera vez en 1993 para la edición impresa, con un esquema de precios de tres niveles, y tuvo tanto éxito que los editores decidieron probarlo con sus lectores online. Funcionó, pero con una pequeña trampa.

Crear un sistema de pago que coincida con el concepto de pago a voluntad

Los lectores no confiaban en que terceros procesaran sus pagos o se beneficiaran al hacerlo. Esto significaba que Taz tenía que construir su propio sistema de pago online.

Con el tiempo, a medida que creció el número de donantes digitales, los editores de Taz se dieron cuenta de que necesitaban un sistema de pago que incluyera la administración digital de suscriptores. En 2016, el Google Digital News Initiative Innovation Fund otorgó un subsidio a Taz y al desarrollador de software Sourcefabric para desarrollar un portal de pago de código abierto que ofreciera esa capacidad y fuese fácil de usar. Planean ofrecer la posibilidad de pagar usando varios métodos, incluyendo débito directo de cuenta bancaria, pagos móviles e incluso bitcoins.

Debido a que el portal de pago sería de código abierto, otros medios independientes podrían descargarlo y usarlo de forma gratuita. «Todas las grandes publicaciones ya tienen sus sistemas de pago, así que esto es más para pequeños medios o startups que deseen contar con la herramienta sin tener que gastar dinero para hacerla ellos mismos», señala Lüllmann.

Programado para completarse este mes, el portal de pago estará disponible para su descarga en Github. Taz quiere ayudar a otros medios independientes a adoptar modelos de negocio impulsados por lectores que sean fáciles de implementar y mantener.

«Al igual que con todas nuestras herramientas de código abierto, nuestro objetivo es ofrecer la tecnología que haga que los medios independientes sean más viables», dice Sava Tatić, director general de Sourcefabric. «Consideramos el portal de pago como un medio para fortalecer aun más la relación de Taz con su comunidad de lectores, y esperamos que también beneficie a muchas otras organizaciones de noticias».

Construir comunidad

Además del portal de pago en sí, ¿qué otras lecciones pueden aprender los medios de comunicación independientes del éxito de Taz con un modelo a voluntad? Para Lüllmann, se trata de la relación con los lectores.

«Es muy emotiva», dice. «Incluso si las personas cancelan su suscripción, nos llaman o escriben cartas desconsoladas».

Más importante que vender historias o suscripciones es construir un sentido de valores comunes en torno al tipo de periodismo independiente de Taz.

Y ese es un mensaje con el que se identifican los lectores. Herde Hitziger, miembro de la cooperativa, escribió lo siguiente en una enuesta para miembros de 2017: «Para mí, Taz es parte de mi identidad política … Creo que la cooperativa de lectores y Taz zahl ich [«Yo pago»] es una idea visionaria. Juntos estamos logrando que algo educativo esté disponible incluso para quienes no pueden pagarlo. También siento que soy parte de una comunidad”.

Anna Rohleder es directora de comunicaciones de Sourcefabric.

Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía Honest Reporting

Fuente: ijnet.org