El Comercio Justo, garantía de erradicación de la pobreza

Naciones Unidas fijó el 20 de febrero como Día Mundial de la Justicia Social para “apoyar la labor de la comunidad internacional encaminada a erradicar la pobreza y promover el empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar social”. Unos objetivos que han quedado establecidos en la Agenda 2030.  Sin embargo, más de 700 millones de personas viven en condiciones de pobreza extrema.

Esa realidad afecta al 38% de los trabajadores en los países en vías de desarrollo, según el último informe de la OIT. El Comercio Justo garantiza un trabajo digno y mejora las condiciones de vida de más de 2 millones de personas. Así lo han constatado representantes de la organización textil y artesana de Bangladesh ‘Corr the Jute Works’ y del ‘Símbolo de Pequeños Productores (SPP)’.

Un claro ejemplo de ello es el de Punnalaxmi Modhu, una mujer bangladesha de 41 años que vive allí, con escasos rescursos, con su marido y sus tres hijos. Tras unirse a la organización de Comercio Justo Corr the Jute Works, donde aprendió a hacer artículos artesanales con yute, su situación ha cambiado. La familia puede contar con unos ingresos estables, han mejorado su vivienda y sus tres hijos están escolarizados. “Esta es una de las más de 4000 mujeres de nuestra organización que han logrado una vida digna gracias a su trabajo en Comercio Justo”, explica Milton Suranjit, miembro de Corr the Jute Works, una iniciativa de Cáritas Bangladesh.

Por su parte, el ‘Símbolo de Pequeños Productores‘ agrupa a más de 100.000 familiasque trabajan en las 114 organizaciones campesinas, de textil y artesanas de más de 23 países. “Contamos con 33 empresas que comercializan estos productos y 8 entidades certificadoras”, explica Jerónimo Prujn, director del SPP. “Hemos creado esta iniciativa para hacer visibles en el mercado el trabajo a las pequeñas organizaciones productoras, sus valores y su contribución a una economía más humana y a la protección del medio ambiente”, añade.

El Comercio Justo, una alternativa económica presente en más de 70 países y que agrupa a unas 2000 organizaciones productoras en las que trabajan 2 millones de personas, asegura unas condiciones de trabajo dignas y seguras, el pago de un salario adecuado, el mismo para ellos y ellas ante las mismas tareas, la no explotación laboral infantil y la producción de manera respetuosa con el entorno natural.

Fuente: Corresponsables