El sistema de agricultura sostenible en Tailandia que apunta a la seguridad laboral y alimentaria

El sistema de agricultura sostenible en Tailandia que apunta a la seguridad laboral y alimentariaSe trata de pequeños agricultores comprometidos a tiempo completo con el desarrollo de la economía rural, a la vez que generan ganancias para sus familias y comunidades. Si bien uno de los desafíos más grandes es aumentar la cantidad de tierras para la creciente cantidad de campesinos, los resultados obtenidos en términos de ingresos y diversificación de productos son positivos.

Tailandia tiene un sistema sostenible para la gestión de pequeños agricultores basado en principios básicos como la reducción de costos, la colaboración entre familias y la valoración de la agricultura como una filosofía de vida en vez de una mera actividad productiva. Tales principios provenientes de la economía de autosuficiencia propuesta por el rey Bhumibol, propenden a asegurar la seguridad alimentaria de los segmentos rurales. Más detalles de este sistema, en la siguiente nota.

Sistema sostenible de agricultura para equilibrar la economía

El comportamiento de la economía es incierto, por más que se proyecten tendencias que tracen el camino a recorrer en el corto plazo. De eso están seguros los países del Sudeste Asiático, que luego de la gran recesión a finales de la década de los noventa, conocida como la crisis asiática, la realidad les cambió de un momento a otro, particularmente a Tailandia que crecía a un 9 por ciento anual y de la noche a la mañana se vio inmersa en una profunda recesión que costó el cierre de grandes compañías y millones de empleos.

La crueldad de la situación expresada en la imagen de miles de inversionistas extranjeros saliendo del país y millones de trabajadores regresando desde las grandes ciudades a sus pueblos de origen, llevó a los tailandeses a construir una visión más cauta de su propio futuro, donde el resguardo y el aprovechamiento responsable de los recursos son elementos centrales. Es esta visión la que ha llevado a los sucesivos gobiernos, en alianza con la mirada de largo plazo del Rey Bhumibol Adulyadej, a desarrollar las políticas de desarrollo económico.

Precisamente, es en la necesidad de asegurar alimentación y empleo que el Ministerio de Agricultura y Cooperativas de Tailandia luego de superada la crisis, asumió la tarea de crear un sistema de agricultura sostenible de acuerdo con una filosofía autosuficiente. Según un artículo publicado por Thanwa Jitsanguan, del Departamento de Agricultura y Recursos de la Universidad de Kasetsart, los principios que guían este sistema sustentable ven en la agricultura una red de seguridad social, por lo que ha sido necesaria una reestructuración del modo de producción. Si bien el autor reconoce que no existe un solo concepto de agricultura sostenible, es de aceptación común que se trata de una actividad que pese a la explotación propende a la conservación de los recursos y el cuidado del medioambiente.

Para el logro de tales valores relacionados con la sostenibilidad, son los pequeños agricultores tailandeses los llamados a ser sujeto y objeto de las políticas para el uso eficiente de los recursos agrícolas. A través de la llamada filosofía económica de la autosuficiencia, las familias producen lo que necesitan en pequeños cultivos alrededor de sus viviendas, donde además comparten el agua, herramientas y experiencias con sus vecinos. Asimismo, de la venta e intercambio de sus productos consiguen otros para cubrir sus necesidades básicas, como carnes, pescados, vestimenta, entre otros.

Equilibrio ecológico y seguridad alimentaria

Por lo general los pequeños agricultores residen en regiones de Tailandia donde los recursos son escasos, las oportunidades son pocas y el acceso al mercado es limitado. En un artículo de Kampanat Pensupar de la Universidad de Kasetsart se señala que gran parte de las familias agricultoras solían ser comerciantes que realizaban sistemas de monocultivo que tuvieron que reconvertirse a causa de los altos costos de insumos, por lo que tuvieron que disminuir los volúmenes de importación para asegurar su subsistencia.

Por tal motivo Jitsanguan señala que el sistema de agricultura sostenible se plantea en cuatro principios básicos:

  1. Seguridad alimentaria como fin de todas las iniciativas
  2. Minimización de los costos en la producción agrícola
  3. Diversificación de los cultivos para evitar los riesgos de la concentración
  4. La agricultura debe realizarse como una filosofía de vida y no como una mera actividad productiva

Con estos principios, se fortalece el concepto de economía de escala, cuyo objetivo es la capacidad de las familias o pequeños agricultores por reducir el costo sin que vaya en perjuicio de la escala de producción, pero también que en la medida que aumenta el tamaño de las granjas los costos disminuyen. Es precisamente cuando las familias dedican gran parte de sus esfuerzos al trabajo de la tierra y a la construcción de la filosofía autosuficiente, que se logran las condiciones necesarias para tener una agricultura más ecológica, natural y por ende una mejor calidad de vida.

Adicionalmente, estos principios permiten que desde una perspectiva ambiental se preserven los tres recursos agrícolas más importantes: suelo, agua y clima, responsables de armonizar la biodiversidad y asegurar la calidad de vida. Pero también propenden a la obtención de beneficios sociales, pues la agricultura sostenible enfatiza el principio de la calidad de vida donde no solo se asegure la alimentación, sino también un buen espacio físico para vivir.

Retornos financieros y desafíos de la agricultura sostenible

Un estudio elaborado el 2009 por Michael Duffy para el Instituto Nacional de Salud en Estados Unidos, determinó que es difícil concluir si la agricultura sostenible es rentable para todos los que la practiquen, pues depende de factores exógenos como el mercado, los precios paralelos, el clima, el precio de los insumos, entre otros. Sin embargo, existe un patrón común que justificaría su desarrollo, se trata de la relación entre costos involucrados y beneficios.

El propio Jitsanguan lo demuestra en su estudio sobre la realidad tailandesa. Analizó los principales cinco sistemas agrícolas sostenibles y los comparó con granjas de agricultura tradicional. Su resultado es que los beneficios netos incrementales de las granjas familiares son positivos. Tal estudio confirmaría que las pequeña agricultura es factible en términos económicos, pero que además cumple con los beneficios ambientales que promueven sus principios, por lo que aumentarían la calidad de vida de la sociedad en el largo plazo, a diferencia de la agricultura comercial que tiene costos ambientales y no genera bienestar a sus agricultores.

Es en vista de estos resultados positivos que en la estimulación económica de los pequeños agricultores no solo participan actores gubernamentales que tienen a los agricultores en el centro de sus políticas, como es el caso del Ministerio de Agricultura y Cooperativas, sino también ONG como la Organic Agriculture Certification Thailand, quienes además de avalar el trabajo sostenible de los cultivos pueden unirse como socios, tanto para diversificar la producción, como para aportar en el rescate de áreas naturales.

Sin embargo, las políticas de agricultura sustentable tienen que enfrentar una serie de desafíos para seguir ampliando estos beneficios a más familias. El más importante hace relación con la falta de más tierras para nuevos agricultores. Pese a que todos los años se destinan más áreas agrícolas, aún son insuficientes para la cantidad de personas que quieren dedicarse a esta actividad. Asimismo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en un informe publicado en 2013Abrir este documento utilizando el ReadSpeaker docReader pese a reconocer los resultados del sistema sustentable, recomienda la capacitación de los pequeños agricultores en nuevas tecnologías que les permita un mejor aprovechamiento de los recursos naturales.

No obstante, la propia FAO en el informe Zonificación Agroeconómica Nacional para Cultivos Grandes en Tailandia, publicado en 2017 reconoce que el sistema sustentable llevado a cabo por la pequeña agricultura ha sido un avance importante para el desarrollo económico del país. De igual manera, durante la 39 reunión de Ministros de Agricultura de Asean, realizada en septiembre de 2017, se resaltaron los avances en agricultura sostenible en Tailandia y se puso como un modelo a seguir en la región, pues no solo contribuye en el desarrollo de otros sectores económicos como la pesca y los recursos forestales, sino también es una alternativa viable para la seguridad alimentaria.

Agricultura sostenible en la realidad chilena

En relación a los desafíos de nuestro país para crear las condiciones que permitan el desarrollo sostenible de los pequeños agricultores, la diputada Daniella Cicardini, quien forma parte de la Comisión de Agricultura, se refirió a la necesidad de intensificar los programas de capacitación técnica. “En Atacama, a propósito de los aluviones que tuvimos entre los años 2015 y 2017 y que generaron un daño significativo en la pequeña y mediana agricultura, se implementaron programas de capacitación que han resultado bastante bien. Pienso que sería importante incorporar más planes en nuevas políticas públicas, aumentar la cobertura e inyectar más recursos, ya que los programas de capacitación permiten aprender otras técnicas y más innovación en agricultura. Sería interesante que lo realizado en la región de Atacama se convierta en una política pública nacional, sería beneficioso para otras regiones, por ejemplo, en la incorporación del agua potable rural, o en la conservación de las semillas, la diversidad de las especies autóctonas o la importancia de la seguridad alimentaria. Todos estos temas son importantes para la pequeña agricultura, ya que podrían diversificar las formas tradicionales”, señaló.

En relación a la necesidad de impulsar políticas de agricultura sostenible, la parlamentaria enfatizó en la importancia de darle cabida a las ideas que plantean las nuevas generaciones. “Los más jóvenes han planteado nuevas formas productivas que reemplacen las tradicionales, por ejemplo, en sostenibilidad como una visión del cuidado del entorno para asegurar la vida de las nuevas generaciones. En esa lógica, van las huertas orgánicas, la reducción o eliminación de los usos de pesticidas, las plantaciones sin químicos con métodos naturales para la protección de ciertas especies, uso de compost, o la lumbricultura, innovaciones que han generado bastantes aciertos y que por lo mismo debiesen estar consideradas por un próximo gobierno para estar al tanto de las nuevas tecnologías sin descuidar el rescate de nuestras raíces y nuestra identidad”, afirmó.

En la misma línea, el diputado Daniel Farcas coincidió en la necesidad de potenciar políticas de capacitación e innovación, orientadas a los pequeños agricultores, con el fin de que su actividad sea más sustentable. “Las variables más importantes son, la incorporación de las nuevas tecnologías, particularmente las técnicas de regadío o por goteo. Seguir lo que se ha hecho en otras realidades del mundo donde se ha revolucionado en la manera de usar los fertilizantes. En segundo lugar, es clave la capacitación para que las personas no solo tengan a su disposición las tecnologías, sino también sepan cómo utilizarlas. En tercer lugar, las líneas de crédito, donde los gobiernos sistemáticamente han avanzado, principalmente a través del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), pero creo que tiene que seguir fortaleciéndose porque esa es la única manera de incorporar tecnología de manera sinérgica con financiamiento para competir en un mundo globalizado”, sostuvo.

En relación al vínculo entre sostenibilidad y desarrollo económico, el parlamentario comentó que el desafío principal en la legislación de nuestro país darle a la agricultura la prioridad que merece. “La pequeña agricultura va a ser siempre un elemento clave, porque evidentemente tenemos a muchas personas que se dedican a esta actividad y que, por ende, son parte importante del tejido social, por lo tanto, contribuirían de manera significativa a tener una producción sostenible que de otra manera no podríamos lograr como país, por lo tanto aquí tenemos una oportunidad no solo de desarrollo económico sino también de sustentabilidad”, sentenció.

Fuente: bcn