EMPRENDEDORAS POST 40: NUNCA ES TARDE PARA EMPEZAR

Emprendedoras post 40: Nunca es tarde para empezar

La búsqueda de la independencia financiera y el término de la crianza de los hijos son algunas de las principales razones por las que, en el país, son cada vez más las mujeres que deciden emprender con más de 40 años.

“Comenzar no fue fácil, pero gracias a mi negocio, mis hijas han podido estudiar y he podido sostener la casa con mi marido enfermo. Es difícil, cuesta y los resultados no se ven al tiro (sic), pero hay que atreverse”, así comienza a relatar Juana Valenzuela, una emprendedora de San Bernardo, su historia como comerciante.

Juana es parte del grupo de mujeres que, por diversas razones, decidió comenzar un emprendimiento con más de 40 años. Tendencia que, según sostienen los expertos, está tomando fuerza en el país.

Las razones para hacerlo son variadas. Algunas se adentraron en el emprendimiento porque vieron una oportunidad de negocio, otras porque querían la anhelada independencia financiera, algunas porque ya finalizaron la crianza de sus hijos y, otro grupo no menor, para ser un aporte económico en el hogar. Estas son algunas de las razones que impulsan a más mujeres cada día a ser emprendedoras con cuatro décadas, o más, en el cuerpo.

Post 40

“Hay una tendencia en el país y en Latinoamérica en donde la mujer está emprendiendo por decisión y/u oportunidad a una edad mayor. En los últimos registros que tenemos de los talleres de Mujeres del Pacífico y las misiones, el promedio de edad oscila entre los 38-40 años”, explica Angeles Undurraga, directora ejecutiva de Mujeres del Pacífico.

En Chile, según los datos revelados por el último Reporte Global Entrepreneurship Monitor (Gem) Mujeres y Actividad Emprendedora en Chile, el promedio de edad de las emprendedoras iniciales es de 39 años y, en las establecidas, es de 44 años. Mostrando, además, que el mayor porcentaje de mujeres emprendedoras pertenece a los estratos socioeconómicos D y C3.

“El rango etario en donde más emprendedoras encontramos, es después de los 40 años. Esto se produce por variadas razones. Está la necesidad económica y, además, a esa edad las mujeres se han sacado de encima casi toda la carga social de ser mujeres, es decir, formar una familia y criar a los hijos. A esa edad las mujeres comienzan a experimentar la oportunidad de hacer algo para ellas mismas”, sostiene Mary Montesinos, directora de la ONG Emprendedoras de Chile.

Para Johanna Reyes, directora de la organización Mujeres Emprendedoras, tal fenómeno está estrechamente relacionado con la maternidad y la búsqueda de la independencia financiera.

“A esa edad hay dos tipos de mujeres. Están las que ya criaron a sus hijos y las que están comenzando a criar, estas últimas decidieron ser mamás a una edad más avanzada y emprenden para pasar más tiempo con sus bebés. Por otra parte, están las que quieren ser independientes, las que se cansaron de trabajar para alguien y ahora quieren ser sus propias jefas”, explica Reyes.

Otro dato relevante que mostró el último Gem Mujer, publicado en 2015, es que la cantidad de mujeres económicamente activas que se declaró como emprendedora presentó un aumento, pasando de 10,9% en 2005 a 25,5% a 2014.

El sueño

“Comencé vendiendo ropa usada en la feria, estuve en eso hasta que un amigo me dio la idea de que vendiera mercadería en un momento en el que yo estaba muy mal emocional y económicamente. Comencé con $ 70 mil y un mesón en el patio de mi casa. Hoy, varios años después, tengo mi almacén de barrio con el que he podido financiar la educación de mis tres hijas”, cuenta Juana Valenzuela, de 46 años.

La situación de Juana no es aislada. Así lo asegura Marcelo Huenchuñir, gerente de microfinanzas de Banigualdad. El especialista sostiene que “como institución trabajamos con personas que se atrevieron a emprender pasados los 40 por necesidad. Son emprendimientos pequeños, que quizá no aportan mucho, pero en una familia vulnerable un ingreso extra de $ 100 mil puede hacer la diferencia”.

Alejandrina Peñaloza es otra mujer que optó por el emprendimiento, aunque en su caso la motivación para hacerlo fue la independencia financiera. A los 57 años decidió arriesgarse con un pequeño negocio casero: la elaboración y venta de pan amasado y empanadas.

“Siempre tuve el bichito de emprender, de crear un negocio y ser independiente. A esa edad me vi con todos mis hijos grandes y yo con una baja posibilidad de conseguir un trabajo. Así que la pensé bien y me atreví. Comencé vendiendo pan y empanadas, en baja cantidad, pero con el tiempo el negocio agarró vuelo. Ahora, a mis 63 años, tengo un negocio exitoso”, cuenta Alejandrina.

Ambas cuentan que un factor clave en el éxito de sus emprendimientos ha sido el apoyo de otros emprendedores y especialistas. Tanto Juana como Alejandrina han desarrollado sus proyectos con el apoyo permanente de la institución Banigualdad, entidad que las ha ayudado con financiamiento y mentorías.

“Es clave que los emprendedores busquen y reciban ayuda, porque en el emprendimiento es muy fácil equivocarse. Tienen que trabajar con personas o entidades que les brinden un apoyo permanente para no cometer errores que puedan afectar la continuidad de sus negocios”, explica Huenchuñir.

A considerar

Emprender con más de 40 años para los especialistas tiene sus ventajas y desventajas. Según explican, contar con experiencia laboral previa puede ser algo muy provechoso al momento de iniciar un negocio. Pero, si nunca antes se trabajó, sostienen que es clave que la emprendedora acepte buscar y recibir ayuda.

“La experiencia laboral puede ser una gran ventaja, porque cuando las mujeres ya han trabajado cuentan con sus pequeñas redes de contacto. En cambio, si nunca lo han hecho, les cuesta más iniciar un negocio, porque parten prácticamente de cero. Aquí es clave que busquen ayuda”, explica Mary Montesinos.

Johanna Reyes, por su parte, explica que “las mujeres que no han trabajado nunca tienen que tener claro que van a necesitar ayuda, porque les cuesta más formar redes y no están familiarizadas con la tecnología”.

Para Angeles Undurraga, la principal recomendación al iniciar un proyecto es que las mujeres deben buscar “redes, mentores, capacitación y herramientas nuevas. El camino del emprendimiento es muy solitario como para que no aprovechen todas las instancias que hay en el mercado hoy, lo ideal es que recorran este camino acompañadas”.

FUENTE: http://www.latercera.com/noticia/negocios/lt-emprende/2016/02/3131-668444-9-emprendedoras-post-40-nunca-es-tarde-para-empezar.shtml