Empresas que buscan otro propósito

El modelo de triple impacto es un formato que empieza a hacer pie en Córdoba. Empezó Ondulé, siguieron Porta Hnos. y Aero Studiodesign y se sumarían más. En Córdoba hizo pie un formato de compañías que arrancó hace casi una década en Estados Unidos y que tiene medio centenar de integrantes en el país: las…

El modelo de triple impacto es un formato que empieza a hacer pie en Córdoba. Empezó Ondulé, siguieron Porta Hnos. y Aero Studiodesign y se sumarían más.

En Córdoba hizo pie un formato de compañías que arrancó hace casi una década en Estados Unidos y que tiene medio centenar de integrantes en el país: las empresas B, también denominadas B Corp, que se diferencian del formato tradicional, cuyo único objetivo es ganar dinero.

Pero también se distancian de la responsabilidad social empresaria (RSE), concepto denostado ante firmas que aplicaron esta política sin entender que no se trataba sólo de plantar árboles, repartir regalos en momentos clave del calendario o de ayudar esporádicamente a alguna ONG.

La empresa B se presenta como otro formato jurídico, cuyo objetivo es lograr un triple resultado cuyos impactos se ven en lo económico, lo social y lo ambiental.

También llamadas empresas de triple impacto o sociedades BIC (beneficio e interés colectivo), su actividad apunta a la mejora del medio ambiente y el desarrollo social en su comunidad.

Las primeras certificaciones en Estados Unidos datan de 2007 y hoy en el mundo son casi dos mil. En Argentina, el proceso arrancó entre 2012 y 2013 y hoy llegan a 47. También hay en Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, Perú y Uruguay, entre otros países.

(La Voz del Interior).
La primera empresa B cordobesa fue Ondulé, un emprendimiento de juguetes de cartón reciclado y con fines pedagógicos, que compran el material a una corrugadora y a una cooperativa de carreros. Además, terceriza el empaquetado en otra cooperativa.

En las últimas semanas, se sumaron Porta Hnos. y el estudio de diseño Aero Studiodesign, de Francisco Ulla y Facundo Revol.

La certificación de la firma de la familia Porta marcó un hito. Hasta ahora, la mayoría de las empresas que certificaban eran grandes compañías, como el brasileño Natura, o emprendedores, como Ondulé.

La gran faltante es la Pyme, varias veces cuestionadas por su falta de buenas prácticas ambientales y sociales. De hecho, el fabricante de alcoholes y licores es criticado por los vecinos de su zona desde que produce bioetanol.

“Es un concepto superador de la RSE, que tiene una lógica vertical, disociada del negocio. En la empresa B, el impacto debe estar asociado a la actividad de la empresa, al modelo de negocios. Debe ser rentable y además tener un propósito”, dice Francisco Murray, director ejecutivo Sistema B.

La organización impulsa la creación de este tipo de empresas y días atrás se reunió con ejecutivos y universidades locales para dar más difusión al formato.

Cuántas. Son 1.953 las empresas B que operan en alrededor de 50 países, de las cuales 130 son industrias. Integran una red que les permite vincularse y hacer negocios con otras “B Corp” del mundo. En Argentina son 47, de las cuales tres son cordobesas.

FUENTE: LAVOZ.COM.AR