ETREVISTA A TANIA ENCINA DE LA COOPERATIVA DE EDITORES DE LA FURIA DEL LIBRO

la fiura

Furia del Libro será uno de los participantes del Encuentro Internacional sobre Cooperativas en Cultura organizado en Valparaíso por Proyecto Trama y Espacio Cowork de Balmaceda Arte Joven Valparaíso.

A raíz de una idea del director de Editorial Cuneta, Galo Gigliotto, comenzó en el año 2008 la feria del libro “La Furia”, constituida como un espacio de difusión para las microeditoriales nacionales que no contaban con una vitrina propia ni significativa para mostrar sus catálogos.

Tras la participación explosiva de diversas editoriales, los organizadores notaron que era necesaria la organización al consagrarse como un referente de la edición chilena. “Desde esa perspectiva nace la Cooperativa de Trabajo de Editores de la Furia, con la lógica de armar un espacio en donde pudiésemos encontrarnos para generar espacios de discusión, pensar en la cadena del libro, en la industria cultural y en las políticas emanadas desde el Gobierno y de los privados que muchas veces no nos vienen bien o en las cuales simplemente encontramos falencias con las cuales no estamos de acuerdo, y que básicamente tiene que ver con la doble cara de la industria de ser un producto comercial y, a la vez, cultural”, comenta Tania Encina, vicepresidenta de la Cooperativa Editores de la Furia.

– ¿Bajo que premisa deciden constituir esta Cooperativa?

-La Cooperativa de Trabajo de Editores de la Furia se formó en una asamblea que hicimos en el 2014, y la estructura de cooperativa se propuso a propósito de que nos dimos cuenta de que no queríamos ser un gremio, ya que no nos sentíamos representativos de ningún partido político y que tampoco estábamos bajo la lógica de las llamadas «editoriales independientes», sino que queríamos hacer crecer nuestras propias editoriales, desarrollar catálogos y hacer frente en conjunto frente al modelo neoliberal que aplica sobre la industria cultural. Por estos motivos optamos por el modelo de Cooperativa de Trabajo, de manera de hacer frente a una cadena que no nos permite crecer objetivamente y que creemos que se puede mejorar en base a la cooperatividad de quienes conforman la cadena del libro.

– Según esta experiencia ¿Cómo ves la consolidación de las cooperativas en cultura? ¿Cuáles son los principales desafíos?

-Sabíamos que estábamos en desventaja en comparación con los grandes aglomerados editoriales y que es mejor juntar esfuerzo y trabajo para lograr estar «abrigaditos», por decirlo de alguna manera, frente a las coyunturas económicas  y políticas que implica la lógica de mercado frente al trabajo cultural. Desde ese flanco levantamos la Cooperativa, un espacio para discutir, compartir y pensar el área en cual trabajamos. A su vez, nos hemos propuesto una agenda de «profesionalización» de nuestras propias editoriales comprendiendo que agrupamos editoriales con distintas perspectivas políticas editoriales y que no solo somos un grupo de «pymes», sino que somos un grupo pensante que a través de nuestros catálogos aportamos al progreso de nuestra sociedad. Si pudiera expresar el qué nos une, diría que es nuestra apuesta en términos de catálogo al dinamizar el panorama de la literatura chilena, publicando primeras obras y rescatando el gran patrimonio cultural chileno. Los desafíos son esos, no es una tarea menor, tampoco es fácil y no basta con compartir ideas sobre el panorama, tiene que ver con generar colectividad, solidaridad y el pensar entre todos la industria que queremos levantar.

¿De qué manera las cooperativas pueden ser un aporte para mejorar el escenario de los trabajadores en cultura?

-Ni el mercado ni las políticas culturales gubernamentales dan cuenta de los que es realmente la industria de la creación, por ejemplo ¿se puede comprender que un trabajador cultural no tenga cobertura de salud? Me parece que el trabajo intelectual no está regulado si no es a través de las instituciones académicas o científicas, y por lo tanto todo lo que queda fuera de ese marco queda fuera de regulación laboral, porque simplemente no hay una política que proteja la industria nacional y mucho menos la industria de la creación. Por lo tanto, pienso que las cooperativas, como así otras formas de asociaciones, como las ferias libres, las casas ocupa y cualquier método organizado de asociación que nos permita, ya no bajo la lógica del «luchar contra» sino bajo la lógica de «Do or Diy», sirve y aporta, es decir, no podemos seguir esperando a que, en este caso, la industria y sus políticas se pongan a la altura de los creadores -o  editores en este caso-, o de los artistas plásticos, por ejemplo, sino que debemos darnos una forma orgánica que nos permita continuar sobre la lucha del mercado y desarrollar nuestras propias propuestas.

-Pareciera ser que el ámbito de la literatura, generar asociatividad es más complejo que en otras áreas de la cultura ¿Lo sientes así? ¿De qué manera han logrado ustedes generar redes de colaboración? ¿En base a qué dinámicas y/o instancias?

-No me parece que sea más complejo, son todos procesos sociales y tienen sus dinámicas propias, es difícil y a la vez con grandes potencialidades. Nuestras redes de colaboración son igual de complejas que las de una cooperativa de trabajadores textiles o una cooperativa de artistas plásticos, ya que el trabajo de proyectar un frente común siempre es difícil: romper las lógicas de enajenación y de disgregación nunca va a ser fácil en movimientos sociales.

-En este sentido, ¿cuál es el principal valor de este tipo de encuentros que dialogan sobre la experiencia del trabajador y sus condiciones laborales?

-Es importante encontrarse, discutir y elaborar lógicas de construcción conjunta. Es darse el tiempo para pensar un modelo distinto, compartir experiencias de aprendizaje y ayudarnos entre todos a romper las lógicas del mercado. Nos interesa compartir experiencias nuevas de asociatividad y aprender a generar agendas propias y construir colectivamente. Esa la lógica que nos debe mover hoy en día: construir sociedad y actores pensantes y activos.

El Encuentro Internacional sobre Cooperativas en Cultura se realizará los días 3 y 5 de agosto en la región Metropolitana, organizado por Trama, y el jueves 4 en Valparaíso organizado en conjunto con Espacio Cowork de Balmaceda Arte Joven Valparaíso con el apoyo de Corfo. Revisa la programación completa en www.proyectotrama.cl y/o en www.baj.cl/cowork

FUENTE: ELMARTUTINO