Felber defiende una economía ética, sostenible y de justicia social

Christian Felber, durante su intervención en el congreso.

El modelo económico del «bien común», una teoría defendida por Christian Felber, profesor de la Universidad de Economía y Negocios de Viena, Graz y Klagenfurt, acaparó el protagonismo en la primera de las tres jornadas del Congreso Internacional sobre Cambio Climático.

El experto ofreció una conferencia magistral en la que defendió que para conseguir frenar el cambio climático la economía «tiene que volver a sus orígenes y ser despojada de los atributos que le ha endosado el capitalismo y los meros intereses crematísticos».

En este sentido, señaló que el mundo necesita volver a la «esencia de la economía», que no es otra que buscar el bien común de las personas y, por lo tanto, del planeta, en la que rijan los valores éticos, sostenibles y de justicia social.

Según Felber, muchas constituciones y normas legales recogen el principio según el cual la actividad económica debe servir a estos intereses generales y, en general, al bien público. Así, por ejemplo, citó que la Constitución de Baviera en su artículo 151 indica que «toda actividad económica sirve al bien común».

Felber cuestionó el concepto de «éxito económico» actual y los medidores que lo indican, al realizar una defensa contundente de que el bienestar nacional no se puede medir solo con el Producto Interior Bruto, sino que se deben contemplar otros índices para poder medir la calidad y felicidad de la sociedad. Este modelo económico alternativo de Felber pone también el acento en que el impulso del libre comercio conlleva «acelerar aún más el cambio climático», por lo que considera que la economía debe tener presente una gestión eficiente, con unas relaciones laborales respetuosas y decisiones democráticas.

El profesor austríaco de Economía, filólogo y sociólogo señaló que, aspectos como «el clima, los derechos humanos o la democracia, no se suelen considerar en la economía clásica», pero, a su juicio, deben contemplarse en el mundo de hoy, donde además, hay que tener en cuenta los límites ecológicos del planeta. Así, indicó que «el capital en sí no es malo», pero alertó de que no se debe confundir «el fin con el medio», ya que se pone todo patas arribas. Para sorpresa de todos, como metáfora de su idea, Felber hizo el pino en el escenario.

Fuente: huelvainformacion.es