Felicidad: redefiniendo la fórmula para la auténtica prosperidad

Por Felipe Viveros

El éxito de un gobierno se define por “su capacidad de facilitar la felicidad y el bienestar de sus ciudadanos, y esto debería reemplazar viejos paradigmas que se concentran abrumadoramente en el desempeño económico”. Éste fue el consenso que emergió entre los líderes que asistieron a la Cumbre Mundial del Gobierno celebrada en Dubai hace un mes.

Esto suena real en la minúscula nación del Himalaya de Bhután, donde la estrategia de desarrollo del gobierno está guiada por la sabia filosofía de la Felicidad Nacional Bruta (GNH). Es una idea que golpeó al joven Rey 4º de Bhután, su Majestad Jigme Singye Wangchuck, quien dijo que el PIB no era una medida equitativa ni significativa para la felicidad humana, ni el enfoque primario para la gobernabilidad. Es igualmente interesante saber que en el antiguo código legal de Bhután de 1729 establece que “si el gobierno no puede crear felicidad para el pueblo, no hay ningún propósito para que exista el gobierno”. Desde la década de 1970 hasta la fecha, el desarrollo de Bhután se ha basado, diseñado y evaluado de acuerdo con los valores de la Felicidad Nacional Bruta (GNH)

Hoy en día, una gama cada vez más amplia de expertos sostienen que la medición del desempeño del gobierno puramente en términos de crecimiento económico o producto interno bruto (PIB) ya no es tan relevante, y en lugar de eso debería ser reemplazada por “una medida más sana del progreso humano” el Genuine Progress Indicator (GPI) o la Felicidad Nacional Bruta (GNH).

Este cambio más allá del PIB debería venir no sólo de los gobiernos que ayudan a crear las condiciones para la felicidad entre sus ciudadanos, sino también de las propias personas que tienen el potencial de llevar vidas más significativas para generar más felicidad para ellos y para los demás. Si los gobiernos y los ciudadanos compartieran este enfoque más amplio, surgirían sociedades más prósperas, no sólo en términos de progreso material, sino también en términos de desarrollo espiritual y mejoras en el bienestar de las personas y del planeta.

En palabras de la profesora Isabel Cassier:

“Si bien el PIB sigue siendo prisionero de una lógica monodimensional, productivista y consumista, la búsqueda de una solución más allá del PIB puede entenderse como un intento de evaluar de manera global y cuantificada los resultados en campos heterogéneos (estado del medio ambiente, asignación de recursos, calidad de vida desde un punto de vista objetivo, percepción subjetiva del bienestar), considerados precisamente como componentes de una visión más amplia del desarrollo (…) “

La narrativa está cambiando y esperamos que sea redefinida para enfocar la atención global en la importancia de la felicidad y el bienestar para todos. Nos preocupa sobremanera lo que podamos medir, de manera que, si centramos nuestra atención exclusivamente en el crecimiento económico, ahí es donde irá toda nuestra energía. Si, en cambio, nos centramos en encontrar un equilibrio entre el crecimiento material y espiritual, nos estaremos dirigiendo hacia la dirección correcta.

En 2016, el presidente del Centro Bhután de la GNH, la Princesa Kezang Choden Wangchuck, pronunció una declaración titulada “¿Puede la felicidad ser un objetivo comercial?” en el evento Sustainable Brands en Tailandia. Su Alteza compartió un claro mensaje con la audiencia: “Nuestra obsesión por el crecimiento ilimitado y el consumo sin fin se ha hecho a costa de las necesidades humanas no materiales y de la desestabilización del mundo natural. Nuestro modo de vida necesita cambiar. Los negocios no pueden seguir como de costumbre.”

Parafraseando al Centro para la Comprensión de la Prosperidad Sostenible (CUSP) basado en Estados Unidos: Ahora debemos centrarnos en explorar cuestiones como, ¿qué significa vivir una “buena vida” dentro de las limitaciones ecológicas de un planeta finito?

Durante la próxima presentación del Centro Bhután de la GNH durante el NESI FORUM 2017 en Málaga (España), sobre “Bienestar y felicidad como herramienta de política”, compartiremos la experiencia de Bhután, incluyendo lo que ha funcionado, cómo podemos vivir una “buena vida” y cómo se puede medir eficazmente el progreso de la sociedad.

¡Nos vemos en NESI Forum!

Imagen cortesía del autor
Artículo original publicado en:
http://www.triplepundit.com/2017/03/happiness-redefining-formula-genuine-prosperity/


Sobre el autor:

Felipe Viveros es un estratega y consultor especializado en campañas, diseño de programas y recaudación de fondos, y el representante europeo del Centro Nacional de Felicidad Bruta Bhután (GNH Center Bhutan), una ONG que ha sido pionera en la creación de prototipos y la implementación de un nuevo paradigma de desarrollo.

Ha escrito este artículo como parte de su contribución al Foro de la Nueva Economía e Innovación Social (NESI), que tendrá lugar del 19 al 22 de marzo en Málaga, España, y donde participará en la sesión de trabajo denominada Bienestar y Felicidad como instrumentos de política y motores de la economía.