CHILE: Formación de nuevas cooperativas aumentó cerca de 60% en 2016

Resultado de imagen para cooperativasEl crecimiento de este tipo de asociaciones está ayudando cada vez más a que las pymes mejoren su rentabilidad, encuentren nuevos mercados y se internacionalicen.

Se calcula que en Chile las cooperativas representan cerca del 1% del PIB, según datos de la División de Asociatividad y Economía Social del Ministerio de Economía. Esta forma de asociación ha resultado ser una solución para aquellas pymes que desarrollan actividades en sus propios territorios o que deseen acceder a otros mercados.

Su crecimiento ha sido bastante fuerte en nuestro país en los últimos años, llegando a la creación de 75 nuevas entidades en lo que va de 2017 (ver gráfico). En total, el año pasado se generaron 163 nuevas cooperativas, lo que representa un crecimiento de 59% con respecto al 2015. El sector que más asociaciones de este tipo generó el 2016 fue servicios (70).

Para hacerse una idea, en el mundo existen 2,6 millones de cooperativas, las que en su conjunto agrupan a más de un billón de miembros. Estas producen más de 250 millones de empleos y US$3 trillones en ingresos anuales. En total, acumulan una cifra equivalente al PIB de India, la séptima economía mundial. “Por su estructura jurídica, las cooperativas agrupan ciertos emprendedores que, con dificultades para formalizar sus negocios, logran acceder a apoyo del Estado. Es decir, a través de ellas pueden lograr postulaciones a instrumentos de fomento productivo que les permiten fortalecer su gestión administrativa, como también incrementar su gestión”, explica Juan Ignacio Olave, director regional metropolitano de Sercotec.

Mayor alcance

Entre las ventajas que ofrecen las asociaciones de este tipo frente a los emprendimientos tradicionales, se destaca que las cooperativas presentan un mayor alcance de negocios a nivel regional.

Según datos de Sercotec, el 65% de los emprendimientos están concentrados en la Región Metropolitana, mientras que las cooperativas solo alcanzan el 26% en la capital. “Permiten, bajo un patrón asociativo, trabajar de manera conjunta y acceder a instrumentos, financiamientos y trabajos que de manera no formalizada y por separado no podrían aspirar. Cada microempresario es dueño de una parte de la cooperativa en igualdad de condiciones, y funcionan prácticamente como cualquier empresa ante el SII. Pueden contratar personal y participar en ChileProveedores”, dice Olave.

De esta manera han crecido y desarrollado algunas cooperativas de alcance nacional, tales como Colun, Cooprisem, Bansur, las Cooperativas Eléctricas y Capel, entre otras. “Las cooperativas tienen un doble desafío, confiar en la gente que se está incorporando al proceso productivo, y velar para que existe transparencia y excelencia dentro de la Cooperativa”, señala Fernando Becker, presidente Cooperativas A.G.

Diversos sectores

Del mismo modo, algunas mypymes han encontrado un fuerte apoyo en esta forma de organización. Por ejemplo, un grupo de jardineros se asoció en la Cooperativa de Trabajo Sol Poniente de Maipú, lo que les permitió formalizar sus trabajos y acceder a beneficios bancarios por medio de esta figura jurídica. “Hemos incentivado su creación entre micro y pequeños empresarios de un mismo sector para que, en conjunto, puedan innovar y generarse más oportunidades de negocio mediante el trabajo independiente, mancomunado y de apoyo mutuo entre empresarios y dueños en igualdad de condiciones”, manifiestan desde Sercotec.

Por otro lado, un grupo de ingenieros formó la cooperativa de trabajo Red Genera, asociación que reúne a los profesionales dedicados al desarrollo de proyectos fotovoltaicos, termosolares y de eficiencia energética a nivel industrial. Tras la formación del organismo lograron fortalecerse y acceder a mejores oportunidades de trabajo, además de mejorar sus procesos de gestión y modelo de negocio.

Un caso ejemplar es el de Alemania, donde se estima que el 80% de la economía se basa en este sistema asociativo. “Esto debería ser replicado en Chile, ya que todos piensan en la misma dirección y luchan por un mismo objetivo que es desarrollar su país y región. Las cooperativas ponen de pie a mucha gente que está luchando por salir del subdesarrollo, por educarse, por formarse y crear un espacio para su familia”, dice Becker.

Fuente: Pulso