La «Galicia verde» es una de las cuatro grandes «prioridades» que ha fijado la Xunta para la próxima década, como expuso Alberto Núñez Feijóo en el cónclave al más alto nivel que acogió San Caetano el pasado mes de junio. A la altura de las medidas diseñadas para las familias, la juventud y la innovación, llamaba entonces el presidente a poner en valor un «patrimonio», el natural, que constituye un «activo incomparable». Ayer la sede de la Xunta fue escenario de otra reunión más convencional, el Consello semanal, pero no por ello menos relevante: es en estas reuniones donde se cocinan las decisiones que acaban plasmando en acciones palpables los grandes proyectos diseñados en los despachos.
Citó ayer Feijóo esa «Galicia verde» cuando anunció que el «compromiso» de su gabinete con este objetivo prioritario añade una muesca:la autorización, «en una reunión del Gobierno muy verde», a iniciar la tramitación y participación pública de la primera Estratexia Galega de Economía Circular 2019-2030, que movilizará «cerca de 900 millones de euros» en ese tramo. Un refrendo de que el Ejecutivo gallego rehúye el corto plazo y apuesta por acciones de largo aliento, que definan la próxima década. «Se trata de un cambio de paradigma:prevenir el agotamiento de los recursos, cerrar los ciclos de energía de los materiales y facilitar el desarrollo sostenible», resumió el jefe del Ejecutivo autonómico en la rueda de prensa posterior a lo que bautizó como «eco-consello».
Explicó Feijóo que para la elaboración del documento, todavía en ciernes, «bebemos en las fuentes del plan de acción de la Unión Europea, que es el documento marco de los países socios de la Unión», en el que se recogen medio centenar de medidas. A esa fuente se sumaron las contribuciones tanto de las tres universidades gallegas como de la propia Consellería de Medio Ambiente.
El resultado es un proyecto que quiere «convertir Galicia en referente del proceso de cambio del modelo de consumo y mantener el valor de los productos el mayor tiempo posible». A la espera de la aportación que puede resultar del proceso de información pública —la previsión es que pueda presentarse ya cerrado en septiembre u octubre—, Feijóo repasó someramente los ocho ejes que componen la estrategia de economía circular.
De acuerdo con la información difundida por la Xunta, esos ejes se distribuyen en ecodiseño, actividades y modelos de servicio, educación y sensibilización, industria eficiente, producción de alimentos, urbanismo, edificación y obra pública, gestión del ciclo de vida y gestión de residuos.
Ocho ejes
El ecodiseño permitirá incrementar la eficiencia material y extender el ciclo de vida de un producto o servicio. Con el segundo eje, el de actividades y servicios, se busca abrir nuevos modelos de negocio o impulsar definitivamente la sostenibilidad de la sociedad, fomentando además la cultura de la reparación. En el ámbito educativo, se pretende plasmar la estrategia en la formación docente y los currículos en todos los niveles. Para la industria se buscará estimular la vertiente ecológica y elaborar un plan de ayudas que promuevan negocios circulares.
Alimentos con más calidad y con menor impacto negativo para el entorno es el objetivo del quinto eje. En el siguiente, centrado en el urbanismo, destaca la creación de un programa para identificar y cuantificar el parque inmobiliario vacío de la Comunidad. En cuanto a la gestión de ciclo de vida y recursos, frenar la pérdida de agua y promover el compostaje son algunas de las iniciativas que incorpora el proyecto.
Segundo ecobarrio
En línea con este gran paquete de medidas, Feijóo anunció también el primer paso que concluirá con la creación del segundo Ecobarrio de Galicia, ubicado en La Coruña, concretamente en Elviña; se sumará al de Orense, que se encuentra ya «muy adelantado». Recordó el presidente que este planteamiento «novedoso» viene precedido por su compromiso del pasado lunes ante la alcaldesa de la ciudad herculina, Inés Rey.
Lo que hizo ayer el Consello fue dar luz verde a un convenio de colaboración entre el Instituto Enerxético de Galicia (Inega) y el Instituto Tecnolóxico de Galicia (ITG), para que este último elabore la documentación técnica pertinente para diseñar las actuaciones con las que la Xunta pretende convertir esta amplia zona de La Coruña en un «ejemplo de eficiencia energética». Trasladado a cifras, más allá de los 300.000 euros destinados al convenio, el proyecto global movilizará unos 33 millones, inyectados para que en el segundo ecobarrio gallego se mejore la eficiencia energética un 20% y se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero un 15%. En paralelo, la Xunta calcula que se crearán unos 150 puestos de trabajo. Afectará a edificaciones tanto públicas como privadas.
Se trata, junto con el proyecto de ley de aprovechamiento lúdico de aguas termales, anunciado igualmente ayer, de «medidas que van a tener un largo recorrido, porque tienen una extraordinaria importancia en la estrategia dentro de nuestros compromisos verdes», glosó Feijóo en su comparecencia.
Fuente: abc.es