La economía naranja ya es una realidad en Chile y los artistas les exprimen el jugo a sus obras

Resultado de imagen para economía naranjaSascha Hannig N.
El Mercurio

Con la globalización y la mezcla de disciplinas, los creadores podrían convertirse en productores y exportadores de contenido al extranjero. Según los últimos estudios, representan el 2,2% del PIB y 6,6% de los ocupados del país.

El mundo del arte nacional siempre ha debido lidiar con malos sueldos, poca rentabilidad y la ausencia de planes de negocios. Sin embargo, la tendencia está cambiando y, según los expertos en el área, se está tornando hacia la economía naranja, nombre con el que se conoce desde 2013 la economía del arte en Latinoamérica, debido al libro del mismo nombre, escrito por el consultor Felipe Buitrago.

Para Sergio Aliaga, CEO de la empresa de doblaje «Movc.cl», la economía creativa es una necesidad. «Si los artistas se rigen por los cánones tradicionales, su labor no es rentable», explica el actor de voz, quien hace énfasis en que la combinación de talentos es la clave para lograr que más que sobrevivir de las obras, los creadores puedan, incluso, aportar recursos con ellas al país. Su caso es prueba de ello, ya que su productora, que él califica como rentable, se dedica a doblar contenido en especial para el mercado internacional, desde series animadas hasta telenovelas turcas.

Las cosas han cambiado desde que, en los años 90, las carreras artísticas comenzaron a proliferar en un mercado pequeño y sin mucha formación financiera. Hoy, la exportación de contenido y las nuevas posibilidades de trabajo remoto a través de internet son algunas de las herramientas que ayudan a los artistas a encontrar nuevas fórmulas para el éxito. «Las oportunidades afuera son mucho más amplias, si exportas contenido solo a Latinoamérica tienes 100 ciudades», recalca Aliaga.

La economía naranja al alza

Lo que el actor de voz ha logrado es solo uno de los casos de éxito en el sector de la creatividad. Según los últimos datos disponibles (2011), la industria mundial produce anualmente alrededor de 4,3 billones de dólares, cerca de 120% del PIB de Alemania, y se exportan, en promedio, US$ 646 mil millones, lo que, según el experto, corresponde a la quinta mercancía más transada del planeta. Hay todo tipo de industrias creativas rentables, por ejemplo, solo el Cirque du Soleil tiene contrato con más de 5.000 personas y genera US$ 800 millones.

«En resumen, el autor explica que la economía naranja podría ser un país más, porque incluso supera el gasto en armas», explica Emiliano Araya, director del Centro de Creatividad, Tendencias y Emprendimiento del instituto profesional Arcos (Create), quien añade que esto ya se está manifestando en el país. «Hoy lo que se está haciendo es que el creativo no solo tiene que pedir dinero, sino que también pensar en que con ese fondo se puede empezar un negocio. Suena fuerte, pero es eso, ¿cómo hacemos que nuestros creativos logren vivir de lo que hacen y logren aportar al país a través de la industria creativa?».

En Chile ya comienzan a marcarse las cifras. La Presidenta Bachelet publicó en abril de este año el «Plan nacional de economía creativa», en el que se reveló que a 2015 la economía creativa representaba el 2,2% del PIB (un alza de un 0,6% respecto del 2013) y era la fuente de alrededor del 6,6% de los ocupados del país. Al respecto, el ministro presidente del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Sergio Ottone, comentó que «hemos encontrado una dimensión donde, efectivamente, la cultura puede impactar de manera muy positiva a las economías locales y, por supuesto, a la economía de un país. En ese sentido es que las proyecciones son, por una parte, aprovechar los impactos de la tecnología en la cadena de valor de los bienes y servicios creativos, tomando esto como una oportunidad de fomento y desarrollo para el rubro», explicó el ministro.

Además del sector público, otros actores han comenzado a abordar el concepto de economía naranja. En los institutos y universidades, cada vez es más frecuente ver mallas con varias asignaturas enfocadas a generar modelos de negocios sustentables en el tiempo. Por ejemplo, el 5 de diciembre se celebrará en Santiago «Chile, territorio creativo», un espacio para que los artistas convivan y formen redes de contacto.

Fuente: Economiaynegocios