La importancia de las economías regionales

En poco más de un mes presentaremos el Documento titulado «El campo y la política 3», las propuestas de la entidad para  presentar ante el sector público: ideas de gestión frente a las elecciones legislativas de este año. En este contexto, planteamos firmes convicciones como representantes cabales de las economías regionales. Y tuvimos la oportunidad de presentar nuestras ideas ante la comisión de Agricultura y Pymes de la Cámara de Senadores.
Hicimos saber que nos preocupa la baja competitividad, elevada presión tributaria, el fuerte déficit en infraestructura y servicios conexos, así como la insuficiente disponibilidad de mano de obra calificada. Esto conlleva a un deficiente acceso a los mercados internacionales y la consecuente falta de priorización de las economías regionales en las negociaciones internacionales.

En simultáneo, el mercado interno sufre elevada informalidad, bajo desarrollo de la cadena de comercialización, y la escasa articulación entre el sector primario y la industria determina crisis en algunos eslabones.

Por lo tanto, sugerimos medidas, que permitan consolidar inversiones en nuestro sector agroindustrial. Creemos que las políticas públicas deben apuntar a desarrollar la infraestructura, mejorar nuestros caminos, facilitar las conexiones entre nuestros productos y las góndolas. Con esa plataforma el sector privado hará el resto.

Así, los productores cooperativistas sabemos cómo el cooperativismo puede ser una herramienta válida para contribuir a disminuir los índices de desempleo y pobreza, desde el trabajo en la ruralidad para proyectarnos también hasta el inicio de la cadena donde todo comienza: el consumidor.

De esta forma, al poseer nuestras propias cadenas, tenemos la posibilidad de no sólo proteger al productor, con mejores precios pagados en tranquera sino garantizar competitividad y acercar mejores precios en las góndolas.
Tener la cadena de valor integrada nos permite posicionarnos mejor en los mercados y nos permite decir con orgullo que el sector cooperativo agropecuario genera 10.500 millones de dólares, y exporta 4.500 millones de dólares, además de movilizar 360 mil puestos de trabajo en todo el país. En definitiva, tenemos la producción -desde el campo a la góndola- y ahora vamos por los mercados.

Explicamos que a diferencia de otros sectores, el cooperativismo tiene la cadena de valor integrada. Con este marco, enumeramos una serie de temas pendientes considerados fundamentales por la entidad, tales como la modificación de la Ley de Semillas, que es una deuda importantísima y la creación de una Ley de SegurosMultiriesgos para pequeños y medianos productores rurales, que resulta fundamental en función de las reiteradas inundaciones.
También hay que aggiornar la Ley de Cooperativas a partir de la creación de cajas de créditos de cooperativas rurales y establecer mecanismos legales para que el pequeño y mediano productor pueda acceder al crédito con mayor facilidad mediante nuevos modelos de garantía.

Uno de los temas señalados como prioritarios fue la crisis del sector lechero. Se debe discutir cuál es la matriz de producción de lechería que la Argentina va a elegir y ordenarla  desde políticas activas.

(*) Presidente de Coninagro.

Fuente. diariodemocracia