LOS PRO Y LOS CONTRA DEL EMPRENDIMIENTO FORMALIZADO

Según cifras de la Cuarta Encuesta de Microemprendimiento en Chile, 51% de los microemprendedores del país opera de forma informal. Sobre esto, referentes del área plantean los beneficios de la formalidad y emprendedores dan sus testimonios sobre el tema.

Cada día más gente se atreve a emprender. En Chile  hay 1.865.860 emprendedores, de los cuales el 97,3% son microempresarios, según la Cuarta Encuesta de Microemprendimiento, realizada por el Ministerio de Economía.

 El sondeo también revela el bajo nivel de formalización que existe en los emprendimientos, pues el 51% de los microemprendedores opta por no formalizar sus negocios.

Pero ¿Por qué es importante la formalización?, diversos especialistas en el tema lo aclaran y plantean sus argumentos.

Relevancia

A nivel país no existe un consenso para definir cuándo un emprendimiento es formal o no, así lo explica la encuesta realizada por Economía. Para algunos, un negocio es formal cuando ha iniciado actividad ante el Servicio de Impuestos Internos (SII), pero para otros, la formalidad incluye más aspectos como la iniciación de actividades y la obtención de una patente municipal.

“Cuando una empresa tiene estructura, ha iniciado actividades ante el SII y tiene una patente municipal que permite su funcionamiento, es cuando es una empresa está formalizada”, explica Marcial González, director de la Unidad de Defensa del Emprendedor (Defem) de la Asech.

González, además, enfatiza que la formalización aumenta la posibilidad de crecimiento de un negocio. “Estar formalizado le permite a los emprendedores optar a contratos públicos, fondos concursables y acceso a varias herramienta de crecimiento”, sostiene.

Claudia Abusleme, socia directora de Mujeres del Pacífico, comparte la visión de González y enfatiza en la protección legal que otorga funcionar formalmente. A su juicio, es relevante para el emprendedor que su negocio tenga una personalidad jurídica diferente. “Desde el punto de vista civil, es recomendable separar el patrimonio personal del patrimonio de la empresa, porque si no se realiza esta separación, cuando hay problemas financieros se involucra el patrimonio personal, arriesgando la posibilidad de perderlo todo (…) desde el lado tributario, el emprendedor tiene una obligación legal de constituirse como empresa y declarar sus ingresos, se está incumpliendo la ley si no lo hace. En lo laboral, se expone a multas si no cumple con lo establecido”, detalla.

A pesar de la estabilidad legal que pueda tener la formalización de un negocio y las consecuencias de no hacerlo, existen referentes que sostienen que la baja formalización en el emprendimiento es producida por la falta de incentivos.

“La formalización para los microemprendedores es algo que acarrea más costos que beneficios, por eso la cifra de no formalizados es tan alta. Los pequeños emprendedores ven el escenario así: si me formalizo tengo que pagar impuestos, hacer boletas, contratar un contador y varias cosas más. Ven que se les va más plata en pagar gastos que en ganancias. Faltan herramientas diseñadas para ellos, el incentivo no puede ser el temor constante a la posibilidad de que te multen”, sostiene Marcelo Huenchuñir, gerente de microfinanzas de la Fundación Banigualdad.

Susana Garrido

Emprendedora formalizada:

“Me formalicé para evitar problemas”

¿En qué consiste tu negocio?

Tengo un pequeño almacén. Pero comencé vendiendo artículos de aseo en mi casa.

La venta de esos artículos ¿era informal?

Sí. Compraba cloro, detergentes y ese tipo de cosas y las vendía. Ponía un cartel y mis vecinos se pasaban el dato. Todo era informal, pero me iba bastante bien.

¿Por qué decidió formalizarse?

Como me comenzó a ir bien, alguien del sector me acusó al SII y comenzaron a llegar a mi casa a fiscalizarme. Por suerte nunca me pillaron. Para evitar sanciones y multas decidí formalizarme.

¿Cuánto tiempo llevas formalizada?

Un año. Pero el negocio era más rentable cuando era informal, ahora tengo gastos que antes no tenía. Tiene cosas buenas y malas la formalización, pero ahora trabajo tranquila.

Víctor Muñoz
 
Emprendedor semi formalizado:
 
“Llevamos mucho tiempo funcionando sin patente”
¿Hace cuánto tiempo tiene su negocio? 
Vamos por los 20 años, pero fabricando taca-tacas llevamos unos 12 años.
¿Su negocio cuenta con inicio de actividades ante el SII?
Sí, porque sin la autorización del SII sería imposible funcionar.
¿Tiene patente municipal para funcionar?
No, nuestro taller está ubicado en una zona residencial, así que no nos pueden dar patente. Lo que cada cierto tiempo nos hace pagar una multa.
¿Cómo lo hace para  funcionar sin patente municipal?
Este negocio da trabajo y la gente del municipio lo sabe, por eso no nos han clausurado. Para funcionar así es clave tener una buena relación con los vecinos, porque son ellos los que te pueden acusar. Pero trabajar sin patente es una realidad del país.
Katherine Albornoz y Olga Salgado
 
Emprendedoras no formalizadas:
 
“Queremos formalizarnos pero no hemos podido”
¿Cuánto tiempo llevan con su negocio?
Llevamos cinco meses elaborando y vendiendo detergentes. Queremos construir nuestro negocio paso a paso.
¿Se quieren formalizar?
Sí, para funcionar con tranquilidad tenemos que iniciar actividad ante el SII y tener patente municipal, hemos hecho averiguaciones pero no avanzamos.
¿Por qué?
Hemos ido al SII a consultar y al municipio (San Bernardo), pero no es mucha la información que dan. Te dicen: busque información en internet. Eso es todo.
¿Encuentran difícil formalizarse?
Mucho. Hay mucho papeleo y todo es engorroso. Hay herramientas para que sea más fácil el proceso, pero sin una base es difícil igual. Con tanta dificultad hay cero incentivo.
FUENTE: LA TERCERA