Organizaciones de APR y juntas de vigilancia de Río Aconcagua acusan falta crítica de agua potable

Organizaciones de Agua Potable Rural y Juntas de Vigilancia del Río Aconcagua insisten en escenario crítico de falta de agua.

En ese sentido, piden mayor prisa en proyectos y más apoyo del Estado.

La organización Agua Potable Rural San José de la comuna de Cabildo, está denunciando que desde el fin de semana que no tienen suministro de agua potable, reclamando que las autoridades comunales y de Gobierno no responden ni ayudan a la comunidad, que se encuentra actualmente en Fase 2.

Asimismo, también denuncian que les están pidiendo asistencia a carabineros para poder moverse a buscar agua, situación que ocurrió el fin de semana mientras se encontraban en cuarentena, generándose problemas con efectivos de la institución policial de la zona.

Para esa APR llegan 20 mil litros para la comunidad, pero al ser cerca de 1000 personas son solo 20 litros para cada una, ítem por el cual la presidenta de la organización, Verónica Vilches, criticó duramente al Estado.

La combinación de la pandemia y la sequía tiene a gran parte de las comunas de la zona norte y de la precordillera de la región en una situación de crisis total. Las distintas secciones de las juntas de vigilancia del Río Aconcagua no escapan a esta realidad, en particular las secciones más bajas.

Para poner el estado del abastecimiento del agua en contexto, durante la última década ha pasado por el río la mitad del agua que pasó la primera década del siglo, y al mismo tiempo, la cantidad de población, industria y actividad económica hace que la demanda por el recurso aumente.

Santiago Matta, gerente de la tercera sección del río, indicó que la temporada pasada fue la peor de la historia, superando la crisis hídrica de 1968, señalando que llevan dos años reuniéndose con el Ministerio de Obras Públicas y la Dirección General de Aguas para buscar soluciones en el corto plazo.

Pero además, Matta detalló medidas a mediano plazo que ya están en posesión de la Comisión Nacional de Riego.

En esa línea, se calcula que en dos años se terminará la etapa de estudio para tomar decisiones técnicas de las mejores obras de embalses y conducciones de agua para la zona.

Sin embargo, tanto el cambio climático como el aumento de demanda del recurso, según indicó Matta, refleja que ya se está reaccionando demasiado tarde.

Fuente: biobiochile.cl