¿Qué tan viable es autogenerar energía en el campo?

¿Qué tan viable es autogenerar energía en el campo?

El costo de la energía en Chile es de los más altos del mundo y el sector agrícola demanda una gran cantidad de electricidad para poder cumplir con sus procesos productivos. Descubra si las ERNC son una alternativa real para el rubro a continuación.

Miércoles, 27 de enero de 2016 a las 8:30

Visionario. Wilson Poblete, productor de frutillas de la zona de Cauquenes, utiliza una bomba de riego que funciona gracia la la generación de energía fotovoltaica.

Crédito: Gerardo Arancibia
Oportunidades de ahorro de agua y energía en el riego

-Medidas para incrementar la eficiencia de los motores y bombas mediante el dimensionamiento óptimo y reemplazo de equipos con 5 años o más de uso.-Reducción de presión de funcionamiento del riego ocupando goteros con menor presión de trabajo y tuberías de riego con mayor diámetro.

-Mejorar la gestión hídrica del riego, regando según demanda de cultivo y cuando corresponda.

-Mejorar el mantenimiento del riego aplicando un plan de mantención que mantenga especialmente limpios los filtros del agua de riego.

-Como último paso, se plantea el reemplazo de la fuente de suministro de energía eléctrica por renovables.

Fuente: Gerardo Arancibia, Elemental Energy.

Los resguardos para los agricultores
Las ERNC han cambiado el paradigma energético. Por ejemplo, con la Ley de Generación Distribuida o Net metering se les permite a los clientes que generen hasta 100 kw (2.000 mts2 de paneles fotovoltaicos) provenientes de ERNC inyectar sus excedentes de energía a la red central y recibir un pago por eso. De esta manera un pequeño o mediano agricultor puede autoabastecerse en época productiva y vender su energía el resto del año, todo sin desconectarse de la red convencional, lo que le sirve como resguardo frente a sus necesidades en caso que la energía producida no le alcance.
Ximena Fernández

El alto precio de la electricidad se ha convertido con el tiempo en uno de los más grandes escollos para el desarrollo del sector industrial en Chile. De hecho, desde 2011 nuestro país ocupa el sexto lugar en el ranking de naciones OCDE que pagan más por la electricidad.

De esa realidad no ha estado ajena la agricultura, actividad que en el último tiempo ha hecho sendos esfuerzos para introducir a su modelo de desarrollo nuevas tecnología, con el fin de aumentar su competitividad. Sin embargo, esto muchas veces no ha sido posible debido al alto consumo energético que esto significa.

Gerardo Arancibia:
“La energía solar es la que ofrece mayor adaptabilidad para los distintos tamaños de demanda energética. Nosotros tenemos experiencia en riego solar y sabemos que se pueden satisfacer desde pequeños requerimientos de energía hasta abastecer el 100% de la energía de bombas eléctricas que rieguen decenas de hectáreas con distintos tipos de riego eficiente como goteo o pivote central.

“Cuando hablamos del sector agrícola nacional nos referimos a empresas de distintos tamaños (pequeñas o familiares, medianas y grandes), cuyos costos por concepto de uso de energía para realizar distintas actividades, como el bombeo de agua para riego, refrigeración para la conservación de productos y otros procesos productivos, se mueven entre 10% y 40%. El rubro necesita energía de fuentes sostenibles y económicas para crecer y ser más competitivo en un mercado que exige y premia formas de producir alimentos más sustentables y saludables para las personas y el medio ambiente”, comenta Gerardo Arancibia, CEO de Elemental Energy.Por fortuna existen varias medidas que se pueden tomar para reducir los costos asociados al consumo de energía. Entre las más promisorias destaca la autogeneración eléctrica, alternativa que poco a poco ha ido ganando espacio en el país.

“Este tipo de proyectos puede ser abordado por todo tipo y tamaño de agricultores. Hay que definir si el objetivo es el consumo interno o generación para venta. Dependiendo de esto, se precisará la envergadura y el tipo de proyecto”, dice Felipe Martin, gerente general de MAS Recursos Naturales.

El sector silvoagropecuario, en general, tiene un enorme potencial para el desarrollo de Energías Renovables No Convencionales (ERNC), debido a que el negocio se desarrolla en un medio donde recursos como la radiación solar, el viento, el agua y la biomasa, se encuentran siempre disponibles. El problema, dicen los expertos, es que pese a tener los recursos al alcance de la mano, son pocos los que finalmente concretan iniciativas de este tipo. De hecho, a nivel global, por estos días las ERNC representan menos de un 5% de la matriz energética de Chile.

Aún así, la energía solar es la que más se ha desarrollado en el último tiempo, gracias a que los rayos del sol —el recurso principal— se encuentran disponibles en gran parte del país (de Arica a Temuco). A esto se agrega que se trata de proyectos de más rápido desarrollo y cuyo costo de implementación ha disminuido bastante en los últimos años.

“Gran parte de los desarrollos en el área agrícola va en la línea de la energía solar. Sin embargo, no siempre es la más rentable desde el punto de vista económico. Y es que si se quiere generar electricidad las 24 horas, se debe pensar en tener baterías de acumulación de energía, lo que encarece un poco el proyecto. Por eso, es vital definir bien el objetivo y luego decidir qué tipo de energía se utilizará”, señala Felipe Martin.

Por su parte, Gerardo Arancibia, quien también fue el jefe del proyecto “Eficiencia energética y ERNC aplicadas al agro en Chile” de FDF y BID-Fomin, explica que esta preferencia se debe a que la agricultura se adapta muy bien al recurso solar. Los riegos, por ejemplo, son mayoritariamente requeridos en verano, época en que la radiación y la evapotranspiración de las plantas son más altas. A esto se agrega el factor experiencia. Y es que la energía solar, especialmente en sus variantes fotovoltaica y térmica, ha sido ampliamente estudiada e impulsada por entidades gubernamentales.

De hecho, Indap llevó a cabo el “Programa nacional de bombeo fotovoltaico”, orientado a pequeños agricultores, el que contempló la entrega de paneles fotovoltaicos para alimentar bombas de riego especialmente diseñadas para funcionar en base a energía solar. Adicionalmente, tanto Indap como la Comisión Nacional de Riego (CNR) disponen de concursos que financian la compra de estos equipos con el objetivo de impulsar el uso de la eficiencia energética y las energías renovables en el agro.

“La energía solar es la que ofrece mayor adaptabilidad para los distintos tamaños de demanda energética. Nosotros tenemos experiencia en riego solar y sabemos que se pueden satisfacer desde pequeños requerimientos de energía, como alimentar una bomba de agua para regar una pequeña huerta, hasta abastecer el 100% de la energía de bombas eléctricas que rieguen decenas de hectáreas con distintos tipos de riego eficiente como goteo o pivote central. Además se puede usar de manera aislada, cuando no tenemos red eléctrica cercana o estamos conectados a la red eléctrica local. Lo mismo se puede aplicar a cámaras de frío, motores eléctricos y, en general, a cualquier equipo eléctrico convencional”, añade Arancibia.

¿Cómo implementar y financiar un proyecto de ERNC?

Hay una etapa previa antes de emprender cualquier proyecto que se relaciona con asegurarse de que se está utilizando eficientemente el agua y la energía al interior del campo.

“No tiene ningún sentido satisfacer la demanda energética de un riego excesivo o de un sistema de riego deficiente. Una vez revisado esto, debemos desarrollar un proyecto para reemplazar el uso de combustibles fósiles o red eléctrica local por energías renovables”, dice Gerardo Arancibia.

Después de esta revisión inicial, el primer paso si se está pensando en emprender un proyecto de generación de energía será realizar un estudio para determinar cuál es el recurso energético disponible en el terreno en cuestión, su comportamiento y el potencial de generación.

Felipe Martin:
“Este tipo de proyectos puede ser abordado por todo tipo y tamaño de agricultores. Hay que definir si el objetivo es el consumo interno o generación para venta.

Tras esta etapa, se debe definir el objetivo del proyecto, es decir, en para qué se usará la energía generada. Esto permitirá establecer el tamaño o envergadura de la iniciativa y los montos que se invertirán.Luego se deben realizar los estudios de impacto ambiental, de capacidad de conexión a la red eléctrica central (solo si se va a inyectar energía al sistema de distribución nacional) y tramitar los permisos ambientales y sectoriales (PAS).

“Todo parte de la base de que la agricultura tiene cuatro puntos críticos para mantener su competitividad: energía, dólar, agua y mano de obra. La energía junto con el agua son los más difíciles de manejar. Una manera de ser competitivos es autoproducir energía a un valor menor que el de la compra. Si esto se logra en un predio, se pueden hacer contratos internos, lo que le permitirá al agricultor ser más competitivo”, indica Felipe Martin.

El gerente general de MAS Recursos Naturales y ex secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego, enfatiza en que un proyecto de generación de energía para consumo interno no tiene los mismos requisitos que uno de mayor envergadura. Un proyecto de menos de 3MW necesita muchos menos permisos que uno de más capacidad. A su juicio, es difícil que un agricultor consuma todo el año un nivel de energía constante, por lo que lo más aconsejable es salir a vender la energía que sobra, ya que los sistemas de transmisión y distribución están obligados por ley a recibir esa energía. Ahora, hay que destacar que si los sistemas no tienen la capacidad de recibir la energía que se quiere inyectar, será el mismo agricultor quien tendrá que cargar con los costos de una modificación a la red central. Por lo tanto, hacer un estudio de capacidad de conexión resulta clave para determinar la viabilidad de la iniciativa.

El monto de la inversión dependerá del tamaño del proyecto y de la tecnología a utilizar. Por ejemplo, para producir 1 MW hay que realizar una inversión de entre US$ 1 y 1.5 millones en el caso de la energía solar; US$ 2 millones en el caso de sistemas eólicos y mini hidro; y entre US$ 2.5 y 3.5 millones en el caso de la biomasa.

“En Chile el costo de la energía es bastante alto, por lo que este tipo de proyectos, si son buenos y con opciones de desarrollo, resultan altamente financiables. Ahora, hay herramientas estatales para financiar los estudios preliminares, ya sea a través del Ministerio de Energía o el de Economía”, recalca Martin.

FUENTE:http://www.elmercurio.com/Campo/Noticias/Noticias/2016/01/27/Que-tan-viable-es-autogenerar-energia-en-el-campo.aspx


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