Trabajo asociativo: un factor clave para mantenerse en el mercado

Para aproximarse al proceso de asociatividad empresarial se debe tener claridad respecto de la complejidad de unir voluntades, delinear proyectos y reunir recursos de forma mancomunada.

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Una de las vías para potenciar un negocio en desarrollo es apostar por el concepto de la asociatividad. Además de innovar en la producción y en las vías de comercialización, en muchos casos es recomendable establecer vínculos con otras organizaciones que participen en el mismo mercado, de manera de generar vínculos orientados hacia un mismo objetivo.

Felipe Parra USSSi bien no se trata de una idea nueva, en la actualidad se ha transformado en un desafío poder implementar este modelo en el escenario político, social, medioambiental y tecnológico actual. Un objetivo complejo en un contexto de altas desconfianzas. “Para aproximarse al proceso de asociatividad empresarial se debe tener claridad respecto de la complejidad de unir voluntades, delinear proyectos y reunir recursos de forma mancomunada, lo cual implica como primer desafío derribar barreras de desconfianza“, comenta el psicólogo Felipe Parra Muñoz, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad San Sebastián y experto en emprendimiento.

Para aproximarse al proceso de asociatividad empresarial se debe tener claridad respecto de la complejidad de unir voluntades, delinear proyectos y reunir recursos de forma mancomunada, lo cual implica como primer desafío derribar barreras de desconfianza.

El profesional plantea que se trata de un proceso que requiere un arduo trabajo por parte de todos los involucrados “pero que una vez superada puede impulsar una serie de beneficios que apuntan a mejorar las condiciones de la empresa como también de su entorno”, recalca el académico.

Servicios y comercialización

En el mercado se pueden observar diversas formas de asociatividad. Las economías de escala, entendidas como ventajas en relación a los costos de producción que se obtienen en proporción al aumento de cantidades producidas, se hacen difíciles en empresas que no cuentan con recursos para invertir ni con el tamaño necesario, dice Felipe Parra. Una respuesta es generar instancias asociativas con el fin de generar productos estándares o de menor costo unitario.

Otro ejemplo se relaciona con la necesidad de contar con servicios profesionales como de diseño, comunicación, contabilidad, marketing, entre otros muy necesarios, que trabajados de manera conjunta puede reportar innumerables beneficios. “La contratación de estos servicios se puede enfrentar de forma asociativa, como también la compra de materias primas, abaratando costos en relación a una compra individual”, indica el académico de la USS.

Las economías de escala, entendidas como ventajas en relación a los costos de producción que se obtienen en proporción al aumento de cantidades producidas, se hacen difíciles en empresas que no cuentan con recursos para invertir ni con el tamaño necesario.

De igual modo se puede considerar el ampliar territorialmente el alcance a través de los distintos participantes de la organización. “Otra alternativa es la ventaja de establecerse en un punto, virtual o físico, que permita reunir a diversos oferentes para dar respuesta a la búsqueda de variedad, lo cual puede ser una vitrina, una página web, una feria itinerante o giras feriales que buscan acercarse a los centros comerciales donde hay alto flujo de potenciales clientes”, relata el psicólogo.

La dificultad para acceder a financiamiento también se puede abordar de forma asociativa. Por ejemplo, como respaldo para la labor de la empresa como también para postular de forma asociativa, o usar los fondos especiales que buscan fomentar este tipo de desarrollo apuntando a mejorar el nivel de las inversiones.

Independientemente de la estrategia usada, la asociatividad puede ser una vía de desarrollo del negocio, siempre y cuando ayude a alcanzar los objetivos que la empresa como tal busca.

Fuente: diario El Sur.