Crónica del encuentro de monedas sociales en Puerto Real.
Que el actual sistema político, económico y social hace aguas es un secreto a voces, siendo cada día más común oir hablar de colapso y crisis multidimensional como también de alternativas y nuevas fórmulas bajo las que construir nuevos escenarios. En este marco de cuestionamiento de las actuales estructuras y de generación de nuevas propuestas, el ámbito municipal no se queda al margen. Así, podemos leer en los últimos días noticias como que el Ayuntamiento de Cádiz impulsa desde comienzo de año energía certificada 100% renovable o que el Ayuntamientos como el de Donosti o Barcelona están llevando a cabo acuerdos con entidades de banca ética.
En este contexto político y social de cambio se enmarca el encuentro que tuvo lugar el pasado fin de semana en Puerto Real (Cádiz), donde el Ayuntamiento de dicha localidad organizó, con mucha dedicación y cariño, unas Jornadas de moneda local que tuvimos la suerte de presenciar y dinamizar, bajo el lema “Por el empleo sostenible y una economía local y de la gente”. Tras la inauguración del alcalde Antonio Romero, que estuvo presente durante todo el encuentro, tuvieron lugar la ponencias introductoria de Julio Gisbert, experto en monedas y autor del libro vivir sin empleo y la exposición sobre iniciativas de innovación social y empleo a cargo de David Pino, Director General de Innovación social del Ayuntamiento de Sevilla.
A estas presentaciones de carácter introductorio le sucedieron las ponencias de experiencias de moneda que acudían de todo el Estado. La Ossetana inicia la serie como pionera en su clase que es, una moneda local de impulso institucional promovida por el Ayuntamiento de la localidad sevillana de San Juan de Aznalfarache y la ONG Asamblea de Cooperación por la Paz, para canalizar las ayudas sociales que se conceden en dicho municipio. Como nos relata uno de sus máximos responsables, José Ruibérriz, en los dos años que tiene recorrido esta iniciativa se ha conseguido no sólo una optimización del proceso burocrático de dichas prestaciones sino que, al circular exclusivamente entre el comercio local asociado, ha supuesto un importante apoyo a dicho comercio, relocalizando así la economía y generando incluso nuevos empleos. Siguiendo de algún modo esta estela también acudió La Grama, moneda de reciente creación impulsada por el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) cuya experiencia nos relataron Andreu Honzawa y Jaume Catarinau, miembros de Ubiquat, empresa dedicada al desarrollo de monedas complementarias. Como la Ossetana, esta moneda complementaria tiene respaldo en euros y busca apoyar el comercio local canalizando a través de ésta parte del gasto público de subvenciones y de sueldos de funcionarios. Cerraron esta mesa de experiencias dos iniciativas algo diferentes a las anterires: Clickoin, plataforma informática que da soporte a monedas como la Ossetana y el Puma y que permite la gestión de expedientes municipales como los del Ayuntamiento de Arona (Tenerife), y la Semilla, moneda de crédito mutuo e impulso social con una fuerte apuesta por el software libre, las medidas redistributivas y la economía colaborativa.
Caldeado el ambiente con tanta iniciativa y experiencia, le tocó finalmente el turno al público, que congrega a personal político y técnico de varios consistorios, a representantes de comercios, a proyectos sociales y de moneda (como el Zoquito, el Salero y el Piñón) y a ciudadanas y ciudadanos de a pie, que buscan conocer mejor los “cómo” de estas herramientas, para poder poner en práctica iniciativas monetarias que sean capaces de revertir situaciones desempleo y precariedad a partir de la riqueza consustancial de las propias comunidades. A partir de diversas dinámicas de trabajo en grupo, las personas asistentes fueron analizando necesidades, objetivos y relaciones de agentes sociales claves, como las Instituciones, el comercio, el tejido asociativo y la ciudadanía en general. Se llega así por diversos caminos a planteamientos comunes donde “la moneda no es un fin sino una herramienta y donde en base a estas necesidades detectadas estas herramientas tienen que tener cumplir unas premisas fundamentales: procurar la inclusión y participación, permitir una mayor transparencia en la administraciones, reeducar en valores, fomentar el consumo responsable…”, tal y como recoge el equipo de facilitación de las jornadas.
Con este itinerario mapeado colectivamente comienzan las indagaciones para imaginar qué circuitos monetarios podrían dar satisfacción a estas necesidades a partir de esta consigna marco. Como resultado dos monedas: una de tipo complementario y respaldo en euros impulsada por el Ayuntamiento para canalizar ayudas sociales, subvenciones, sueldos de funcionarios.. y pueda ser incluso una claúsula social en pliegos públicos, y otra comunitaria y de crédito mutuo a través de la que la ciudadanía intercambie y desde la que, por ejemplo, se paguen prácticas universitarias y ciertos trabajos colectivos.
Concluyen así dos días de intenso trabajo por parte de una amplia y señera asistencia con la presentación, además, de un manifiesto que venía siendo trabajado por varias personas desde semanas antes del encuentro y que pronto publicará el Ayuntamiento en su página web para su firma y adhesión. Y lo que es mejor: con un compromiso firme del consistorio de seguir las indagaciones necesarias para la puesta a punto de una moneda local de impulso municipal a partir de la que, según el propio alcalde, se podrían llegar a canalizar unos 600.000 euros de presupuesto público. Mismo compromiso que el de la ciudadanía y el tejido asociativo congregado, que ya desde la enorme motivación que ha generado el encuentro ya ha comenzado a organizarse para promover una moneda de base social que se retroalimente y complemente con la primera. El interés ya está creado, ahora falta poner en práctica lo aprendido y seguir regando la semilla. Veremos si en unos meses, cuando tenga lugar el VI Encuentro Estatal de Monedas Sociales que se celebrará en Jerez (coincidiendo con el décimo aniversario del Zoquito ), hay una o varias monedas que llegan de Puerto Real.
Fuente: elsalmoncontracorriente.es