Al ser parte de un ecosistema de trabajo colaborativo las opciones para los emprendedores son múltiples. El poder estar en un espacio donde cohabitan múltiples empresas, con diferente nivel de maduración permite un espacio de encuentro, fomentar la creatividad, mejorar la comunicación, desarrollar nuevos espacios donde pueden compartir experiencia, conocer nuevas empresas, ofertar sus servicios, tener feedback y generar alianzas estratégicas entre otras.
Además, afirma Magdalena Ceballos, directora de Desarrollo de Área 51, desarrollar en conjunto nuevos espacios de colaboración hace de este ecosistema un espacio indispensable para incorporar una nueva forma de vinculación laboral y hacer de la innovación abierta una nueva forma de vida. Se debe cambiar el paradigma existente y vencer el miedo a que “me roben la idea”, y que por eso no comparto. Al trabajar de forma colaborativa se puede obtener mayor experiencia, compartir con personas de otras industrias pueden aportar al proyecto una mirada fresca, generar sinergia, ahorrar dinero y acortar los tiempos de resolución de las problemáticas.
El emprendedor, en general, viene de un contexto donde cuenta con tiempo limitado para poder desarrollar su proyecto, el financiamiento siempre es escaso y habitualmente no cuentan con información adecuada. Por estos motivos la tasa de fracaso es alta, sumado a un factor emocional donde la presión familiar y el entorno hacen en ocasiones más ingrata la labor. La automotivación es el motor central del emprendedor y esta energía se ve estimulada al poder compartir con otras personas que han vivido este proceso.
Si cada emprendedor, señala Ceballos, puede contar con una red de apoyo estable, la cual permite agrupar en un solo lugar la mayor oferta del mercado de la innovación y el emprendimiento como universidades, incubadoras, aceleradoras, fondos de inversión, una red a nivel nacional donde poder mostrar sus proyectos o tener visibilidad para que empresas como Endevor, Wayra o Crysalis, entre otras, puedan conocerlos y apoyar su gestión.
El poder desarrollar habilidades blandas adecuadas en los emprendedores, compartir experiencias con otras Start-up que han vivido este camino, hace que la contención emocional sea un factor clave para poder motivarse y seguir trabajando. Para muchos la frustración es fuerte y genera deserción, obligando a los emprendedores a volver al mundo laboral en caso que el proyecto demore mayor tiempo de lo esperado. Por tal motivo, es central el manejo de expectativas, hacer una correcta evaluación del proyecto y ser realista con los timings del proceso.
Como centro de innovación abierta, dice la experta, es clave la responsabilidad en generar estos nuevos espacios, para lograr entregar un espacio que fomente la colaboración real, fomentar las alianzas estratégicas y poder integrar a todos los actores fundamentales del ecosistema, y que no solo quede en el eslogan de la página web.