En el predio de Juan Huentelao Ancamilla, agricultor de la comuna de Traiguén, el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) lanzó su Política para la Gestión del Riesgo de Desastres y Adaptación al Cambio Climático, destinada a preparar a la Agricultura Familiar Campesina e Indígena frente a emergencias y a los efectos del cambio climático.
El plan considera cinco ejes principales: reconocer el riesgo de desastres incorporando el cambio climático como factor estructural; fortalecer la institucionalidad de INDAP; invertir en sistemas productivos resilientes con prácticas sostenibles; responder de manera coordinada y eficaz ante emergencias; y apoyar la recuperación de comunidades y recursos tras los desastres.
El director nacional de INDAP, Santiago Rojas, explicó que la política fue construida con participación de todas las regiones y contempla 13 objetivos estratégicos y 30 acciones concretas. “Antes el enfoque era principalmente reaccionar tras una emergencia. Ahora se prioriza prevenir, prepararse y responder de manera más coordinada, reduciendo daños y costos”, señaló.
La actividad contó también con la presencia del director regional de INDAP en La Araucanía, Pablo González; la directora de INIA Carillanca, Claudia Osorio; y el administrador municipal de Traiguén, Jorge Espinoza.
Rojas enfatizó que la medida apunta a asegurar la producción de alimentos en el país: “La Agricultura Familiar Campesina e Indígena produce gran parte de los alimentos que consumimos y es clave para la seguridad alimentaria. Si este sector es más fuerte y puede resistir y recuperarse del impacto de un desastre, todos seguiremos teniendo la garantía de acceder a alimentos sanos y locales”.


