Un centenar de personas dejaron atrás las tareas mineras para dedicarse a la agricultura, convirtiendo su zona en una empresa olivícola.
La actividad minera decayó fuertemente en Taltal, obligando a sus habitantes a buscar otras alternativas para desarrollarse en la vida y lograr los recursos económicos necesarios para salir adelante con sus familias. Fue así que llegaron a cultivar olivos, sin tener la mínima idea de agricultura, pero el impulso para surgir y arreglárselas como sea, les dio la fuerza, coraje y ánimo imprescindible para seguir y seguir hasta lograrlo.
Querer es poder es poco para este centenar de emprendedores taltalinos, que por más de una década, golpearon incesantemente las puertas de diferentes servicios públicos hasta encontrar a INDAP que les dio las herramientas que necesitaban. Fue así como nació el PRODESAL en Taltal con apoyo de la municipalidad de la comuna y la empresa Yamana Gold, quienes creyeron en su proyecto que exigía valor agregado, el cual se tradujo en la producción de aceite de oliva.
La empresa minera les otorgó la máquina procesadora, luego llegó la envasadora y los estanques y sistemas de riego que distribuían el agua que cada predio requería para cada olivo. Así tomó forma el proyecto olivícola de esta asociación, que transformó la vida de los estos emprendedores taltalinos que con la asistencia, asesoría y apoyo de INDAP, instalado en la comuna les fue levantando proyectos de riego, capacitación y el manejo que se debe hacer para transformar esta actividad en un negocio rentable.
En la actualidad producen 200 litros de aceite de oliva y 100 kilos de aceituna de mesa al año.
Un emprendimiento, del cual –con la misma energía y vitalidad- surgió la actual presidenta del Consejo Asesor de la Región de Antofagasta.
FUENTE: INDAP