Argentina: Es tiempo de las cooperativas

Resultado de imagen para ayuda mutuaPor Óscar Germán Latorre – Abogado

Parece innecesario señalar que ignoro por completo las técnicas de producción agropecuaria. No soy productor, técnico ni especialista en agronomía para brindar una opinión fundada sobre técnicas de producción. Desde luego, ese no es el propósito de este comentario, sino el de compartir algunas ideas y buscar algunas respuestas a mis propias interrogantes.

Estoy plenamente convencido de que el fracaso o los bajos resultados de cualquier actividad son una consecuencia del individualismo. El hombre por sí solo tropieza con sus propias limitaciones culturales y financieras. Obviamente, es posible que el talento y el esfuerzo de cada persona le permitan lograr éxitos en sus emprendimientos, pero esa no es la regla sino la excepción.

Hace años venimos escuchando de los programas de asistencia a los pequeños productores, de los montos varias veces millonarios que el Estado destina a la reforma agraria, a la implementación de mejores técnicas de producción y comercialización de productos, etcétera. A pesar de ello, la realidad para la gran mayoría de los pequeños productores agropecuarios no ha cambiado sustancialmente salvo en algunos casos que se han beneficiado con determinados programas del Gobierno y especialmente del actual.

Nuestra historia nos muestra cómo las cooperativas menonitas del Chaco y también las de producción de la Región Oriental han logrado superar el desafío de los terrenos hostiles, de la falta de infraestructura vial y de cualquier servicio básico. Esas cooperativas del Chaco, de Río Verde y de las Colonias Unidas lograron convertirse en verdaderos imperios económicos por el esfuerzo, el sacrificio de sus miembros, pero también –y fundamentalmente– porque tuvieron la sabiduría de comprender que el individualismo era el camino a un inevitable fracaso de esos emprendimientos.

Tal vez no soy la persona más idónea para hablar sobre las ventajas del cooperativismo, de sus principios y de los resultados que las experiencias que han reportado por todo el mundo. Pero en ausencia de propuestas en tal sentido, me permitiré exponer algunas ideas.

Las cooperativas se basan en los valores de ayuda mutua, responsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad. Los principios cooperativos son lineamientos por medio de los cuales sus socios ponen en práctica sus valores y principios, que son fundamentalmente: 1) Las cooperativas son organizaciones voluntarias, abiertas para todas aquellas personas que pretendan utilizar sus servicios y se comprometan a cumplir las responsabilidades que conllevan la condición de socio; 2) son organizaciones democráticas controladas por sus socios, quienes participan activamente en la definición de las políticas y en la toma de decisiones. Sus representantes responden ante los socios; 3) todos los socios de la cooperativa tienen igual derecho de voto (socio, un voto) con prescindencia de sus aportes; 4) los socios contribuyen de manera equitativa y controlan democráticamente el capital de la cooperativa; reciben una compensación limitada, si es que hay excedentes al término de cada ejercicio; 5) las cooperativas son organizaciones autónomas de ayuda mutua controladas por sus socios; pueden entrar en acuerdos con otras organizaciones o con el propio Estado sin dejar de lado los principios y reglas que las rigen; 6) las cooperativas brindan educación y entrenamiento a sus socios, a sus dirigentes electos, gerentes y empleados, de tal forma que contribuyan eficazmente a su desarrollo personal y empresarial; también deben destinar obligatoriamente una parte de sus excedentes a programas de educación cooperativa, difundiendo sus principio, sus valores y beneficios entre sus socios y público en general; 7) las cooperativas para su propio desarrollo y de brindar mejores beneficios a sus socios, se organizan en federaciones y confederaciones a nivel nacional e internacional; 8) la cooperativa también trabaja para brindar indirectamente beneficios a su comunidad por medio de políticas aceptadas por sus socios, y 9) solo los socios pueden utilizar los servicios de su cooperativa.

Es el momento de revisar todo lo hecho en el pasado y de recurrir a fórmulas que han logrado un éxito ya comprobado. Y esto no es solo aplicable a nivel de los pequeños productores, sino también a través de las cooperativas de crédito, de consumo y de servicios, atender la imposibilidad del Estado de ofrecer alternativas a otros sectores de la población, que por ignorancia o falta de oportunidades, se convierten en un conjunto de individualidades sin mayores posibilidades de mejorar sus condiciones de vida. Agrego un beneficio adicional: si bien las entidades cooperativas no están exentas de posibles hechos de corrupción de sus dirigentes, ofrecen mejores condiciones de control de la administración de sus recursos por parte de los socios. De esa manera, se restringirá la aparición de líderes avivados y también los focos de corrupción estatal.

Si los gobiernos no toman la iniciativa, esta es una gran oportunidad para que los propios dirigentes cooperativos puedan ofrecer a la consideración pública sus principios, sus valores y las ventajas del sistema, recordando que la ley les impones la obligación de destinar el 10% de sus excedentes a la educación cooperativa, lo que les permite y también los obliga en la tarea de cooperar en la búsqueda de soluciones eficaces al problema de los sectores que hoy aparecen como víctimas directas de su propio individualismo.

Fuente: lanacion.com