Calentamiento de los Océanos golpea con más fuerza al Hemisferio Sur

Debido al cambio climático, en Chile han aumentado las temperaturas en algunas zonas y se han enfriado otras, lo que tiene graves consecuencias para el ecosistema marino. 

“El calentamiento del océano puede convertirse en el mayor desafío de nuestra generación”. Así resume la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) el problema del aumento de las temperaturas marinas.

En el estudio más grande sobre este tema, realizado por 80 investigadores de 12 países y dado a conocer esta semana, los científicos desmenuzaron las consecuencias del aumento de entre 1 ºC a 4º C de la temperatura del agua para el año 2100.

Según sus datos, las aguas del planeta han absorbido más del 93% del calor adicional resultante del calentamiento global desde la década del 70, limitando las temperaturas altas en la Tierra, pero modificando radicalmente el ritmo de la vida en los océanos.

“El mayor calentamiento del océano global está ocurriendo en el hemisferio sur y está contribuyendo a la fusión de las plataformas de hielo bajo la superficie de la Antártica. Desde la década de 1990, la atmósfera en las regiones polares se ha estado calentando a aproximadamente el doble de la tasa promedio de calentamiento global”, se lee en el informe.

Más agua

Para Rubén Escribano, subdirector científico del Instituto Milenio de Oceanografía, no es una sorpresa que sea el hemisferio sur el más golpeado. “Es el hemisferio oceánico: aquí hay menos continente y mucho más océano; entonces, el efecto que genera el calentamiento global es distinto. Como el océano tiene más superficie, absorbe mayor calor que en el hemisferio norte”.

Sin embargo, Escribano también recuerda que el calentamiento global tiene diferentes consecuencias. “Nuestra zona costera, al contrario de lo que la gente piensa, se está enfriando, y eso también está asociado al calentamiento global. Mientras el océano lejano a la costa se calienta, y el continente también se calienta, se genera una diferencia de temperatura entre el mar y la tierra, lo que produce un aumento de los vientos sur, los cuales hacen que suban las aguas más profundas a la superficie, y esas aguas son más frías. En los últimos 20 años, nuestro mar se ha ido enfriando”.

En promedio, dice, se trata de una disminución de medio grado en dos décadas, lo que puede parecer poco, pero provoca migraciones de peces y cambios en el mundo submarino. “Un ejemplo es la aproximación a la costa de medusas, como la fragata portuguesa. También está la posibilidad de que el jurel tenga desplazamientos más hacia el interior del océano, al igual que la anchoveta”.

Este cambio de las temperaturas también ha generado una menor cantidad de plancton. “Y no solo eso, también cambia la calidad del plancton y cambian las especies, que no son las apropiadas para algunos peces”.

Pero no siempre se trata de enfriamiento. “Chile tiene una gran variedad de provincias biogeográficas y cada zona se esta comportando de forma diferente, porque los tipos de masa de agua son de distinto origen -agrega Laura Farías, investigadora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, y de la U. de Concepción-. Sí, las aguas costeras de la zona central se están enfriando, pero es una pequeña banda pegada a la costa. Sin embargo, la zona adyacente, la zona subtropical, que se llama el giro del Pacífico suroriental, se está calentando. Es decir, Isla de Pascua y sus alrededores”.

Las aguas australes también han tenido un aumento de temperaturas, asegura Farías.

“La zona antártica registra los calentamientos más abruptos, y es una zona súper sensible; su fauna no está acostumbrada a estas temperaturas y, además, se producen deshielos y reducción del hielo continental y del hielo marino, por lo que ingresa agua dulce al sistema marino”, advierte.

El calentamiento del océano también provoca mayor acidificación, debido al aumento del CO {-2} . “El agua de mar tiene la posibilidad de amortiguar la acidez, pero cuando hay exceso de CO {-2} , el agua se acidifica, y eso afecta a muchas especies de animales y plantas”, dice Escribano.

Y agrega otro problema: “Las aguas que ascienden (por el enfriamiento) son muy pobres en oxígeno; entonces, en el océano se está perdiendo el oxígeno; es decir, se está asfixiando y los organismos tienen problemas con la falta de oxígeno. Y todo esto está ocurriendo gradualmente, debido al calentamiento global”.

Pero no se trata solo del cambio de hábitat de algunas especies, de la disminución de otras, o del peligro para la vida de tortugas, ballenas y aves. El informe de la UICN también habla de posibles problemas para la salud humana asociados al calentamiento del océano. Con ello coincide Farías. “Hay parásitos en los peces que se van a desarrollar con mayor intensidad, que a la larga se transmiten a los humanos, porque nos comemos los peces que tienen esos parásitos”.

“Debemos disminuir drásticamente los gases de efecto invernadero”, advirtió Carl Gustaf Lundin, director de los programas marino y polar de la UICN. “No hay ninguna duda del hecho de que somos la causa de todo esto. Y sabemos cuáles son las soluciones”.

FUENTE: REVISTAGUA