CHILE REDUCE RITMO DE ENDEUDAMIENTO CON EL EXTERIO A SU MENOR NIVEL EN MAS DE 10 AÑOS

Chile reduce ritmo de endeudamiento con el exterior a su menor nivel en más de 10 años

Chile reduce ritmo de endeudamiento con el exterior a su menor nivel en más de 10 años

El gobierno y las empresas chilenas están mirando menos al exterior al momento de endeudarse. Al menos así lo reflejan las últimas cifras de deuda externa publicadas por el Banco Central, que arrojan que las obligaciones del país -tanto del sector público como privado- sumaron US$ 147.900 millones en 2015, lo que significó un crecimiento de apenas 1,5% respecto de 2014.

Esta variación anual es la más baja desde 2004, cuando la deuda chilena en el exterior registró una caída de 0,4% tras alcanzar los US$ 44.228 millones. Chile comenzó a desacelerar su ritmo de endeudamiento externo tras alcanzar su peak en 2010 -cuando aumentó en 21,4%-, pero mantuvo un nivel de crecimiento sobre los dos dígitos. Eso, hasta optar por el freno en 2015.

De acuerdo a las cifras del Banco Central, la deuda del sector privado -que concentra la mayor parte del total con 79,6%- casi no experimentó variaciones en relación al ejercicio previo, tras sumar US$ 117.763 millones (0,6% más que en 2014).

Las obligaciones contraídas por el gobierno subieron 5,3% a US$ 30.137 millones, impulsadas principalmente por el aumento de la deuda del gobierno general (19,9%) y bancos (45,1%).

En términos de vencimientos, destacó la caída de 20,5% que registró la deuda total de corto plazo, que se redujó casi a la mitad en el sector público (47,8%). Y la deuda de largo plazo, que explica el 89,7% del total, aumentó 4,9%.

Escenario desfavorable

El contexto de mayor riesgo global -especialmente en los mercados emergentes- y el encarecimiento de los costos a la hora de endeudarse en el extranjero son, de acuerdo a los expertos, las principales causas que están detrás del menor crecimiento de la deuda externa en el país.

Un ejemplo de este mayor “peligro” se aprecia en el desempeño del indicador de riesgo país -que mide las posibilidades de una economía determinada de no cumplir con el pago de su deuda externa en los términos acordados- EMBI Chile, que aumentó a 250 puntos base en diciembre de 2015, versus 172 puntos el año anterior.

“Las condiciones financieras externas son menos favorables que antes, por lo que no resulta tan conveniente endeudarse afuera”, plantea Felipe Bravo, de Santander. Al mayor riesgo, el economista agrega que los costos medidos en pesos son mayores para las deudas adquiridas en dólares, debido al fortalecimiento que tuvo la moneda norteamericana durante 2015 y que se extiende hasta hoy.

Al economista jefe de Banco Itaú Chile, Miguel Ricaurte, no le extraña que la obligación con el exterior haya crecido menos en 2015 que en cualquier año de la década anterior, debido al deterioro que han experimentado las perspectivas para los países emergentes, lo que generó una menor disposición a invertir, tanto en deuda soberana como privada en dichos países.

“Los agentes chilenos, especialmente los privados, buscaron menos endeudamiento en el extranjero en un contexto de tasas que subieron y depreciación de la moneda”, postula.

Para Ricaurte, las necesidades de financiamiento para enfrentar una economía que se desacelera habrían sido solventadas en el mercado local, ya que “las colocaciones comerciales del sector financiero si bien se desaceleraron, mostraron un crecimiento positivo a fin de año”.

Una visión distinta tiene el economista de Scotiabank Chile, Benjamín Sierra, quien resalta que el endeudamiento tiene que ver fundamentalmente con los requerimientos de inversión de las empresas, las que se han frenado de manera importante a partir de 2013. “Es natural que baje el endeudamiento si disminuye la inversión, como ha ocurrido en los últimos años”, afirma el experto.

Respecto de la contracción de los compromisos de corto plazo, Bravo señala que es una “buena noticia” ya que la liquidez necesaria para cumplir con esa deuda es menor.

“Junto con el hecho de que la deuda externa disminuye, también se ve una menor proporción de deuda de corto plazo, lo que es positivo considerando las perspectivas económicas más débiles que muestra el país para 2016 y 2017”, resalta.

De acuerdo a último LatinFocus, la deuda externa llegará a US$ 153.000 millones este año y terminará la década bordeando los US$ 170.000 millones.

 

¿PREOCUPAN LOS NIVELES DE DEUDA?

 

De acuerdo al último LatinFocus Consensus Forecast, los compromisos con el exterior como porcentaje del PIB cerraron 2015 en 60,9% y este año sería 63,3%. Felipe Bravo destaca estos niveles, ya que en su opinión reflejan un buen acceso a los mercados internacionales de deuda y una oportunidad que es aprovechada por las compañías locales para poder financiarse a mejores precios.
Sin embargo, el economista también recuerda que este escenario no está exento de riesgos e identifica dos, principalmente.
«Como las condiciones externas han estado cambiando, hoy por hoy a una empresa chilena le resultaría más caro poder financiarse o refinanciarse en un contexto donde la actividad económica global parece ralentizarse, lo cual hace algo más vulnerable a las firmas», señala.
El segundo factor está relacionado con la cobertura del riesgo. De acuerdo a Bravo, en caso de que estos pasivos no se encuentren cubiertos por derivados, «si se presenta un descalce en el balance ante una depreciación del tipo de cambio, puede hacerse más difícil cubrir estos compromisos».