Colombia: «Economía solidaria tendrá política pública»

El Gobierno Nacional establecerá una política pública para el sector de la economía solidaria con el objetivo de rehacer el tejido social y dar impulso al desarrollo de la ruralidad en medio del posconflicto, informó la ministra del Trabajo, Clara López Obregón.

Este Plan Nacional tendrá un nuevo marco normativo actualizado según las necesidades y problemas de este renglón en el momento. Al estar orientado a las zonas rurales de Colombia implicará un documento Conpes y una reestructuración administrativa e institucional que garantice los adecuados controles, pero también los apropiados incentivos para que el cooperativismo y demás organizaciones de este tipo progresen. Esto se logrará junto a la reingeniería que se hará del sector cooperativo en el país que permitirá simplificar trámites, y la vinculación del Sena para impulsar la capacitación y el emprendimiento en las actividades de la economía solidaria.

“El sector cooperativo y, en general, el solidario va a cumplir un papel esencial en esta nueva fase del posacuerdo; sus líderes y todos sus participantes tienen un  rol clave que jugar en diálogo social que se avecina en la construcción de la paz y en la reconciliación”, señaló López Obregón.

Según la Confederación de Cooperativas de Colombia (Confecoop) y la Superintendencia de la Economía Solidaria, actualmente en el país hay más de seis millones asociados en 3.890 cooperativas, que generan 188.952 puestos de trabajo al año en 675 municipios.

Darío Castillo Sandoval, director ejecutivo de la Red Unicosol y consejero nacional de Planeación por el sector social, manifestó que la economía solidaria siempre ha estado pensando en un posconflicto más allá de los acuerdos de La Habana, y en cómo se puede organizar las fuerzas de economía productiva en los territorios para que la gente encuentre a través de las vías legales su sustento.

Castillo Sandoval agregó que entre los retos del sector están que los líderes de las cooperativas y fondos mutuales entiendan cuál es su labor, vean a la educación como inversión y no como gasto. Otro punto tiene que ver con que los miembros de cada organización comprendan que no son clientes sino propietarios o gestores. De igual manera, la economía solidaria tiene el gran desafío de  mostrar con resultados ante el Estado y el país sus logros y seguir persistiendo a pesar de las condiciones, así como fortalecer la relación con academia, empresas y Estado.

 

FUENTE: ELMUNDO