Comunidades mapuche de la región produjeron en conjunto cepa Pinot Noir

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Comunidades indígenas de Galvarino, Imperial, Chol Chol y Carahue, comenzaron un sueño el año 2013 que implicaba iniciar un proyecto de cultivo de la uva cepa Pinot Noir, la cual necesita de determinadas características climáticas y de suelo, que una vez estudiadas, indicaron que las tierras que manejaban las comunidades eran las adecuadas.

Al pertenecer al Programa de Desarrollo Indígena Territorial, PDTI, que implementa Indap-CONADI, contempló que la cepa Pinot Noir abarcaría una superficie de 0, 5 has aproximadamente, con unas 1.700 plantas.
Este apoyo del Estado contempló con los años asesorías especializadas con expertos vitivinícolas, enólogos, Coach empresarial de primer nivel, con reconocimiento a nivel nacional. En cuanto a la infraestructura, se financió con el sistema de conducción para el cultivo.

Al respecto, Alberto Pizarro Chañilao, Director Nacional de la CONADI, indicó que “es muy importante estar en esta Vendimia, proyecto que toma componentes indígenas en la producción de una cepa que años atrás era impensado, pero producto del cambio climático, ahora es una realidad y que bien que las comunidades se adapten. Destacar además que existe un trabajo asociativo a través de la cooperativa, lo que sin duda muestra el interés de las comunidades por producir y trabajar la tierra”.

Nivaldo Aravena, propietario de la Viña Santa Marta de Imperial y parte de esta Cooperativa, enfatizó en que “esta es la mitad de todo, una cosa es la uva y ahora viene el vino. Porque esto se generó para producir un vino con denominación de origen mapuche. La ubicación de la tierra, el clima y las comunidades aportan para poder generar un vino de calidad, de buen nivel y desde esta región”.

Por último Alexa Guzmán, encargada de Viñas del Indap Araucanía, puntualizó que “acá tenemos cuatro productores, donde cada uno tiene una superficie que pueden manejar sin problemas, como etapa inicial. Hemos estado asesorándolos para que este producto tenga particularidades asociadas a la zona, el clima y el componente indígena que sin duda es el principal diferenciador con otras cepas del país”.

Por último, esta alianza entre las comunidades y los diversos organismos públicos involucrados, han logrado que cada experiencia cuente actualmente con un proyecto de riego por goteo con paneles fotovoltaico, reduciendo los costos fijos de producción de los viñedos, todo con una inversión total de más de 80 millones de pesos.
A esto se suma que en el año 2016, se le otorgaron recursos para la implementación de una la sala de cosecha con la finalidad de dar mayor valor agregado al proceso vitivinícola.

Fuente: tiempo21araucania.cl