Con versatilidad gastronómica e identidad territorial el copao busca conquistar el paladar de los chilenos

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Coquimbo, 5 de febrero 2017.-El secano de la Región de Coquimbo presenta escasas alternativas agrícolas productivas, especialmente en períodos de sequía, lo cual acentúa el desempleo y genera migración y empobrecimiento de la comunidad.

Sin embargo, un grupo de agricultores locales, con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) visualizaron una interesante oportunidad en la cactácea endémica copao, considerada patrimonio alimentario de la zona y de sus comunidades agrícolas, cuyo fruto conocido como rumpa, presenta propiedades funcionales y, a partir de su pulpa, se propusieron desarrollar productos con valor agregado.

Tras 2 años de trabajo, el proyecto liderado FIA, INIA y la cooperativa Rumpacoop, logró fortalecer las capacidades de gestión, productivas y comerciales de las comunidades agrícolas asociadas al copao, poniendo en valor su identidad local mediante la inserción de productos gourmet en mercados de nicho.

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Gracias al trabajo articulado entre FIA e INIA, que ya se extiende por una década, el copao ha adquirido cada vez mayor protagonismo. De ser un producto utilizado casi exclusivamente para la alimentación de cabras o como cerco vivo, hoy es considerado un súper alimento, comercializándose como jugo, helado, pulpa o mermelada, mostrando además un gran versatilidad gastronómica, muy valorada por chef y consumidores.

Hace 10 años FIA inició un trabajo de rescate y valorización del patrimonio agroalimentario de Chile, motivados por el valor que guarda la diversidad y variedad de los productos que nacen en lo profundo de los campos de nuestro país y en todo su territorio.

“Y así como el copao, en nuestro país existe una gran variedad de productos que están en manos de la agricultura familiar campesina, que poseen atributos especiales y cuya diferenciación y valorización en el mercado podría contribuir al progreso de las comunidades”, comenta la directora ejecutiva de FIA, María José Etchegaray. “En el caso del copao, el desafío ahora es lograr su posicionamiento, tanto en el mercado local como a nivel nacional, a través de la difusión de sus atributos”.

Trabajo asociativo

A través de las investigaciones realizadas, se ha demostrado que la rumpa es una excelente fuente natural de vitamina C. Además, por su alto contenido de sodio y potasio, ayuda a regular el equilibrio hídrico mediante un efecto rehidratante. El fruto del copao aporta también fibra dietética soluble, es bajo en calorías y contiene compuestos antioxidantes con capacidad antiinflamatoria.

En el ámbito investigativo, el INIA trabajó de la mano con las comunidades agrícolas del Limarí buscando una alternativa productiva acorde a las condiciones climáticas de la zona, en donde el agua ha sido un elemento escaso en el sector.

Angélica Salvatierra, investigadora del INIA a cargo del proyecto, destaca los logros del trabajo realizado: “El primer gran logro sin duda fue la conformación de la cooperativa Rumpacoop, que articuló a los agricultores bajo lineamientos y objetivos comunes. En segundo lugar, concretamos la elaboración de productos saludables y con valor agregado, haciendo uso del fruto completo. Por último, a través del estudio de mercado y  gracias a la vinculación de Rumpacoop con posibles oferentes, se creó una posibilidad de venta de estos productos y su inserción en el mercado”.

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Las bondades del copao son llevadas al consumidor a través Rumpacoop, cooperativa que nació al alero del proyecto. Su presidente, Elicier Maluenda, valora “el aporte de las instituciones del Ministerio de Agricultura que han estado con nosotros, y que hoy nos permite proyectarnos con un producto con identidad territorial, que nos puede entregar grandes satisfacciones en el futuro”.

En la misma línea, la directora de FIA, agrega que “esta iniciativa nos permitió trabajar y conocer de cerca a los agricultores de Rumpacoop, constatando el valor que tiene su experiencia, así como su capacidad para potenciar un cultivo endémico con identidad territorial, para luego incorporar innovación y generar productos atractivos para el consumidor”.

En opinión del seremi de Agricultura, Andrés Chiang, con este proyecto “estamos dando un apoyo decidido para que los habitantes del mundo rural tengan mayor fuerza para seguir viviendo en sus territorios, pero con la mayor dignidad posible y con la herramienta que le da la tecnología para que aprovechen sus recursos naturales de la manera más sustentable posible”.

Fuente: FIA