CONOCE LOS NOVEDOSOS PRODUCTOS CREADOS EN CHILE BAJO EL PROGRAMA DE ALIMENTOS SALUDABLES

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Vino sin alcohol, galletas con una variedad de avena local y panes novedosos que van desde integrales blancos hasta otros reducidos en sodio y calorías, forman parte de la atractiva oferta que se desarrolla en Chile bajo el Programa de Alimentos Saludables, liderado por los ministerios de Agricultura, Economía y Salud, además de Corfo.

¿El objetivo? Posicionar al país en el grupo de los diez líderes mundiales en la industria agroalimentaria innovadora y de calidad.

Recientemente el programa presentó sus novedades en un “Emporio Saludable” en el que fue posible degustar estos productos desarrollados bajo el concepto de agregación de valor, tanto desde el origen como hasta el resultado final.

La idea es duplicar el valor de las exportaciones de alimentos al año 2025, tomando en cuenta las nuevas tendencias de mercado. En ese sentido, la alimentación saludable genera una creciente demanda de alimentos inocuos, naturales y capaces de contribuir a reducir el riesgo de enfermedades.

Las condiciones fitosanitarias y agro-climáticas de Chile le otorgan al país claras ventajas comparativas para acceder a un potencial mercado de exportación y convertirse en un referente mundial de esta industria.

“La preocupación de los nuevos consumidores representa para Chile una enorme oportunidad de posicionar al país como productor de alimentos para ese nuevo público, ese que busca ingredientes funcionales y que le permitan nutrirse de manera más saludable”, explica el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Eduardo Bitran.

Así, a través de la mejora en la propuesta de valor, se desarrolla una oferta de alimentos más sofisticados, sustentables e inocuos, con cadenas logísticas eficientes, de modo de satisfacer en mejor medida las demandas de un consumidor que se interesa por su salud y el medioambiente.

La trazabilidad y visibilidad de las cadenas logísticas también son ejes fundamentales en los nuevos mercados, por lo que también se requieren dinámicas innovadoras en su período de siembra y cosecha, tipos de pesticidas utilizados, correcto uso del agua, empaque, transporte, distribución y embarque, entre otros datos.

El programa desarrolla una ambiciosa iniciativa de incorporación de Internet de las Cosas a la gestión de los sistemas alimentarios y logísticos, incluyendo -por ejemplo- la administración integrada de cuencas y acuíferos, el manejo ambiental y sanitario en la salmonicultura y en la regulación de la actividad pesquera.

Con el 20% de las ventas totales del país, el sector alimentos es la segunda actividad más importante de la economía chilena. Poco más del 20% de los empleos en el país se relacionan con esta actividad que implica también algo más del 20% de las exportaciones nacionales.

Se trata, por ende, de un punto estratégico en la dinámica socioeconómica chilena.

Bajo el alero del programa se crea el Centro de Desarrollo para la Industria de Alimentos (CeTA), cofinanciado entre el sector privado y universitario, que cuenta con capacidades de pilotaje y con una red de servicios para la gestión de proyectos alimentarios.

La instancia está conformada por las universidades de Chile, Católica, de Talca y de la Frontera, además de los centros Fraunhofer Chile Research y Fundación Chile.

CeTA se concentra en el desarrollo de ingredientes y aditivos, alimentos saludables, la valorización de productos patrimoniales y el perfeccionamiento de ámbitos técnicos como el empaque, la inocuidad y la trazabilidad.

La iniciativa cuenta con $9.700 millones de financiamiento estatal, los que se complementan con un aporte privado de $7.000 millones. Se considera un periodo de diez años de operación.

Para incorporar nuevas tecnologías en el ámbito de las Pymes cofinancia un programa de Extensionismo Tecnológico que mejora la oferta de cientos de empresas del rubro con un costo de $1.500 millones.

Para la innovación y nuevos emprendimientos, en tanto, se disponen recursos públicos y privados por un total de $6.000 millones para el desarrollo de nuevos productos, procesos y servicios que diversifiquen y sofistifiquen la oferta alimentaria.

Algunos productos estrella

– Galletas de avena Júpiter: Se trata de una nueva variedad de avena chilena para el consumo humano, creada por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Inia). El producto mejora la regulación de la glucosa y el colesterol, siendo especial para el desarrollo de alimentos saludables como las galletas.

– Pan integral blanco: en la región de La Araucanía, con apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), se crea el primer pan 100% integral (Whole Grain) de color blanco, con alta aceptabilidad, en base a una variedad desarrollada por Inia.

– Hallulas y marraquetas reducidas en sodio: La Floresta es una de las primeras panaderías en impulsar la venta de pan reducido en nutrientes críticos, incorporando en su formulación Pannivita. En conjunto se trabajó en una propuesta de marraquetas y hallullas más saludables, reducidas en sodio y/o grasa.

– Vino sin alcohol: LaCooperativa Loncomilla, con apoyo de FIA, desarrolla Invicto, el primer vino desalcoholizado de Chile. Además, en la región del Maule ha trabajado en la valorización de cepas patrimoniales, destacando la producción de vinos País Reserva, Chicha Premium y Late Harvest con la marca País Mágico.

– Panes con menos azúcar, sodio y calorías: La empresa Daily Fresh lleva adelante una propuesta de queque reducido en azúcar, exento de logos de advertencia en el marco de la nueva ley de alimentos, además de sándwichs de colación con menos caloías, sodio y azúcar.

– Bebida a base de avena: Laboratorios Maver desarrolla una propuesta de una bebida a base de avena que incorpora betaglucanos, sustancia que fortalece el sistema inmunológico.

– Jugos saludables: La compañía Tamaya lleva adelante néctares y jugos sin preservantes, colorantes o saborizantes, libre de gluten y fuente natural de antioxidantes.

FUENTE: INNOVACION