Cooperativa campesina de Nacimiento volvió a sus orígenes: retomó producción de vinos

Después que debieran cambiar el rumbo de su actividad inicial, este grupo de agricultores de la zona de la Cordillera de Nahuelbuta sueña con elaborar vinos de calidad que sean reconocidos a nivel nacional. Y están trabajando duro para eso.

Viñas heroicas de Nacimiento (3)

Es que los suelos de la Cordillera de Nahuelbuta eran generosos para desarrollar una actividad que sacaría rendimiento a las vides que se plantaron escalando por las abruptas y soleadas laderas.

A fines de septiembre de 1969, más de 400 agricultores se reunieron y dieron vida legal a la organización que inmediatamente se puso manos a la obra. Compró un terreno de tres hectáreas a la salida del pueblo, por el camino a Santa Juana, y maquinaria de todo tipo para sacarle partido a esos suelos.

Sin embargo, la instalación de la Dictadura Militar representó un freno obligado a todo hecho. Por más de 15 años, no hubo actividad alguna.

Recién a fines de los 80 se volvieron a activar pero solo con poco más de un centenar de socios originales. Sin embargo, en un giro importante a lo que fue la intención original, en la década siguiente, empujados por el alcalde de la época, Óscar Guerrero, decidieron destinar una parte del terreno comprado en los 70 para otro fin. Fue usado para habilitar un terminal de buses de Nacimiento desde donde salen máquinas a Los Ángeles, Concepción y Santiago, entre otros. Esa última decisión causó que se redujera a menos de la mitad el número de socios.

Aunque la emergencia sanitaria redujo las frecuencias de buses en el rodoviario nacimentano, igual se han dado maña para seguir funcionando y ya en los meses recientes, el retorno ha sido esperanzador.

Hasta ahí todo bien. Sin embargo, Baltazar Roa, que hace tres años preside la Cooperativa Los Notros, estaba inquieto. Era un niño cuando acompañaba a su padre a las reuniones de constitución de la instancia. Recordaba las intenciones de aquellos primeros integrantes y de las esperanzas puestas en la producción de vinos.

Por eso, después de darle varias vueltas al asunto, Roa convenció a los demás asociados a tomar una decisión fundamental: volver a los orígenes. Es decir, retomar la producción vitivinícola, tal cual como la habían pensado los fundadores de la cooperativa.

¿La idea? Elaborar vinos de calidad en la zona comprendida entre la Cordillera de Nahuelbuta y el río Biobío, con un sello que lo haga absolutamente reconocible en cualquier mesa donde se sirvan.

Sin embargo, los suelos generosos de vides ahora están dominados por pinos y eucaliptus, y los pocos terrenos dedicados a esta noble actividad son escasos o están cubiertos de matorrales, malezas y abandono.

Se hicieron cargo de una viña en producción en Millapoa, a orillas del río Biobío. Mucho más titánico fue hacerlo en el sector La Palmilla, a orillas del río Nicodahue, donde debieron abrirse paso en pendientes abruptas, a punta de guadañas, palas y mucha paciencia para que despuntaran las parras centenarias. Llevan 15 hectáreas despejadas. Dejaron una hectárea sin tocar como para recordar siempre la dura batalla que debieron dar para recuperar ese lugar.

Cerca del cerro Catiray, que hace más de 400 años fuera una inexpugnable fortificación mapuche, hay otra viña que están recuperando.

Han apelado a cuánto plan gubernamental existe para financiar el sueldo de los trabajadores que desbrozan los cerros, que podan las parras, que cosechan las vides.

Han tenido algunas ayudas, como la de Néstor Fuentealba, dueño de la empresa Serfonac, que presta servicios a forestal Mininco, quien les colaboró con pesticidas para matar las malezas, además de nutrientes para las parras.

A punta de mucho esfuerzo, están armando la bodega – contigua al recinto del terminal – para procesar, almacenar y embotellar los vinos que elaboren con las uvas que cosechen en esas vides recuperadas. Baltazar Roa reconoce que aún les falta mucho.

Sabe que es imperativo mejorar y optimizar los procesos, desde la poda hasta el almacenaje.

También está consciente que deben resolver una de las principales trabas que está en la comercialización, en la colocación del producto en las mesas del país y, por qué no, en el extranjero.

Pero las ganas están. De eso no cabe la menor duda. Porque la intención de la Cooperativa Campesina Los Notros es poner a Nacimiento en el mapa de las zonas de interés turístico por su producción vitivinícola. Tal como lo soñaron hace más de 50 años sus primeros fundadores.

SEGUNDA FIESTA DEL VINO ANCESTRAL

Este sábado 13 y domingo 14 de noviembre, la Cooperativa Campesina Los Notros realizará la segunda versión de la Fiesta del Vino Ancestral.

Además de los mostos que traerán representantes locales, se ha invitado a vitivinicultores de otras comunas de la región del Biobío.

Asimismo, se ha considerado la comercialización de gastronomía típica y de artesanía característica de la zona de Nacimiento, además de la presentación de grupos musicales.

La actividad, que se llevará a cabo en el terreno contiguo al terminal de buses, cuenta con el apoyo del Gobierno Regional y de la municipalidad de Nacimiento. 

Fuente: latribuna.cl