Cooperativa «OVICOOP» quiere conquistar el mercado con cortes gourmet de cordero victoriense

Cordero victoriense

Que su comuna sea conocida por la calidad de sus corderos y no como parte de la “zona roja” del llamado conflicto mapuche, y que los chilenos consuman esta sabrosa carne durante toda época y no sólo durante las fiestas costumbristas o de fin de año, son los objetivos de la Cooperativa Campesina Ovinos Victoria (Ovicoop), de la provincia de Malleco, que poco a poco se ha ido abriendo paso en el mercado nacional con novedosos cortes gourmet sellados al vacío.

Formalizada en 2012 por 31 pequeños ganaderos, en su gran mayoría usuarios del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), la organización se destaca por su carácter multicultural, ya que entre sus asociados figuran lawetuchefes (personas que conocen las propiedades curativas de las hierbas medicinales y las aplican a los enfermos) y una machi, Juana Millalen. Además, mediante una alianza productiva, también trabajan con medio centenar de productores mapuches de la zona.

Adelmo Castro Jara, presidente de Ovicoop y también de la Mesa Regional Ovina de la Región de la Araucanía, cuenta que en la actualidad la cooperativa está explotando 5 mil vientres de ovinos de las razas Safor, Texel, Highlander, más un hibridaje entre las dos primeras, en una superficie total de 411 hectáreas, todo esto bajo un estricto protocolo que respeta la biodiversidad de los pastos y le otorga a la carne un sabor único y una calidad superior, baja en colesterol y en grasas saturadas.

El foco de los productores -comenta Castro- está puesto en las ventajas de la Agricultura Familiar como pilar de desarrollo de la economía local. Además de potenciar el cordero de la zona, la idea es que los pequeños ganaderos no abandonen sus campos y se les abran más oportunidades que les permitan vivir mejor. “Antes de la formación de la cooperativa nuestros asociados tenían diferentes niveles de producción y vendían la carne de manera informal; ahora contamos con facturas, resolución sanitaria, declaración de IVA, y así se trabaja mucho mejor”, dice el dirigente.

Cortes de cordero victoriense

Comercio justo y ferias

Tan bien les ha ido con su proyecto, que en junio del 2014 inauguraron una sala de ventas en Victoria, donde las dueñas de casa ya se acostumbraron a comprar el cordero por kilo. También se han expandido a mercados del resto de la región, realizan envíos a tiendas y restoranes de otros puntos del país y permanentemente están buscando nuevos poderes compradores, mediante su asesor de ventas, bajo el concepto del “comercio justo”.

En ese objetivo -dice Castro- les ha servido mucho las invitaciones de INDAP para participar en ferias como Ñam y las ExpoMundoRural, donde han hecho importantes contactos con representantes de hoteles y del mundo gastronómico. Como anécdota, Castro cuenta que en una feria se le acercaron a consultarle si eran capaces de enviar 200 toneladas mensuales a Rusia y casi se fue de espaldas: “No teníamos por dónde, ni un pequeño productor es capaz de asumir un desafío semejante”.

En este esfuerzo no han estado solos. Las autoridades de la región han confiado en ellos y además han contado con apoyo técnico y en infraestructura de varios organismos públicos como Corfo, FIA e INDAP, que les otorgó un crédito para la adquisición de un camión frigorífico que les ha resultado vital para la comercialización de sus carnes. Además han realizado capacitaciones y giras técnicas por el país.

“Queremos que la región, la provincia de Malleco y la ciudad de Victoria sean conocidas por su cordero y no sólo por los atentados que se ven en la televisión. Tenemos autoridades que están apostando a lograr una identidad local y redes que lo están potenciando”, afirma el dirigente.

La chuleta francesa la lleva

El corte estrella de estos pequeños productores es la chuleta francesa, que pesa alrededor de 1,2 kilo. “Es lo más buscado por los restoranes y lo que ha tenido más salida”, dice Castro. Le siguen el entrecot, las chuletas de pierna, espaldilla y parrillera, el garrón, el costillar, el medallón y los riñones y criadillas. El cordero se troza en su totalidad y el sellado al vacío permite que la carne dure un año.

El sabor de la carne es equilibrado y homogéneo y está marcado por los pastos tiernos y toscos del invierno victoriense. En su sitio web WWW.OVICOOP.CL, la cooperativa cuenta con un recetario para facilitar su consumo, donde figuran platos como corderovictoriense al cognac, al curry, al vino, con salsa picosa y arvejado, chuletón a las finas hierbas, cazuela de espinazo con luche, chuletas con almendras, crepes y estofado con ñoquis.

Ovinos de Victoria

Fuente: INDAP – Autor: Julio Díaz Bórquez