Cooperativas Eléctricas: Los desafíos de la distribución eléctrica rural

ARNOLDO TOLEDO 2Por Arnoldo Toledo . Presidente de Fenacoopel

En las discusiones del proyecto, las cooperativas han buscado ser reconocidas en sus particularidades, considerando que son empresas con un importante rol social, de capitales nacionales y presencia en distantes sectores rurales.

Hoy se está trabajando en lo que será el proyecto de ley de distribución, que regulará aspectos técnicos, de servicio y financieros que deberán implementarse en todas las distribuidoras del país. Para este fin, la Comisión Nacional de Energía ha impulsado talleres y mesas de trabajo, con el fin de recabar la visión de todos los actores del sector.

A propósito de las recientes interrupciones por parte de una de las más grandes eléctricas del mundo, presente en la capital de nuestro país, ha tomado especial importancia la definición de mayores estándares de calidad de servicio, ya que los usuarios usan cada día más electricidad y dependen más de un suministro continuo.

En las discusiones del proyecto de ley, las cooperativas han buscado ser reconocidas en sus particularidades, considerando que son empresas con un importante rol social, de capitales nacionales, con presencia en distantes sectores rurales y que mantienen altos estándares de calidad de servicio, como bien lo señala el ranking de calidad de servicio que realiza la SEC cada año, donde las cooperativas están siempre dentro de los primeros lugares.

Las cooperativas eléctricas nacen en el país en el año 1948, están presentes en cuatro regiones, entregando electricidad a 140 mil clientes con sus familias a través de 22 mil kilómetros de red, la mayoría de ellas en sectores rurales donde ni el Estado ni la empresa privada quisieron estar, debido a la baja densidad poblacional, y al difícil acceso que presentan muchas localidades donde viven nuestros usuarios.

Seguimos preocupados de mejorar la calidad para nuestros clientes, estamos avanzando en tecnologías de medidores inteligentes, mejoramiento de nuestros tendidos, y una intensificación en los ítems relacionados con la prevención de posibles riesgos en zonas rurales.

Las cooperativas de manera histórica han presentado márgenes ajustados, ya que la densidad y lejanía de nuestros clientes, más las complicaciones inherentes al aislamiento y dificultades de la geografía rural, aumentan considerablemente los costos. Esto se suma a un modo de tarificar, que hoy no reconoce la realidad de cada una de las cooperativas eléctricas.

Como Federación Nacional de Cooperativas Eléctricas, queremos seguir aportando al crecimiento, modernización y desarrollo del sector eléctrico, desde una mirada distinta a la de las grandes distribuidoras, al ser regionales e incorporando a muchos de nuestros clientes a la propiedad de la cooperativa, manteniendo una cercanía con nuestros usuarios y las autoridades locales. Pero requerimos que se reconozcan las características diferenciadoras de las cooperativas.

Estamos de acuerdo con que el sector necesita de una modernización y mejora de la calidad de servicio, ya que nuestros clientes requieren cada vez más de un suministro de calidad. Pero para que el sector cooperativo eléctrico siga cumpliendo su rol estratégico para la electrificación y desarrollo de zonas rurales en el país, necesitamos más que nunca que la ciudadanía y las autoridades valoren y reconozcan nuestras características, a través de procesos tarifarios más justos para las cooperativas.

*El autor es presidente Fenacopel.

Fuente: Pulso