El 2021, el año en el que la economía volverá a despegar

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A pocos días de cerrar uno de los años más críticos para Colombia, tanto en términos económicos, como sociales y de salud, el país ya tiene los ojos puestos en cómo se va a comportar la recuperación en 2021, así como en las medidas y reformas estructurales que se han venido cocinando.

de que el país entrara en recesión desde marzo, según un análisis de Fedesarrollo, y la economía cayera 15,7% en el segundo trimestre del año, el Gobierno, el sector privado y los hogares tienen mayores esperanzas por lo que sucederá en el 2021, cuando ya se empiecen a aplicar las vacunas y las actividades tengan más espacio para volver a los niveles que tuvieron antes de la pandemia.

Por un lado, las expectativas de los consumidores y de los empresarios han mostrado señales de mejora, según los más recientes reportes de Fedesarrollo y el Dane, que le miden la temperatura a la confianza y en las que se ha registrado una tendencia al alza en los últimos meses, sobre todo desde que se levantaron las cuarentenas estrictas por todo el país.

Precisamente, según el Pulso Social del Dane, la confianza de los hogares pasó de 28,8% en julio a 34,4% en noviembre, lo que es una buena señal para lo que esperan los consumidores en el próximo año. Asimismo, el Pulso Empresarial del departamento estadístico muestra aún mejores expectativas para lo que ocurrirá en el 2021, pues la cifra del sector privado pasó de 38,2% en junio a 49% en noviembre.

En cuanto al desempeño de la economía, el optimismo del Gobierno tuvo que ser más moderado para el cierre de este año y para el rebote del próximo, pues inicialmente había apuntado que el PIB en 2020 sería de -5,5% y lo pasó a -6,8%; y en 2021 el pronóstico era de 6,6% y lo actualizó a 5%.

Y aunque las proyecciones para el final de este año han ido empeorando, las expectativas para el 2021 son mucho más alentadoras. Recientemente, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) revisó a la baja el PIB de Colombia para 2020 a 7%, pero dijo que el repunte del año que viene no sería de 2,8%, sino de 3,5%.

Esa recuperación está condicionada, principalmente por el rumbo que tome la ola de contagios, que puede llevar a medidas aún más estrictas que las se están tomando por estos días de festividades, y por la agenda de reformas estructurales que se esperan.

Como lo ha manifestado en varias ocasiones Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, pensar en cambios tributarios, fiscales, pensionales e, incluso, en la calidad de la educación puede asegurar un mejor panorama de recuperación en los próximos años.

“No podemos conformarnos con salirnos de esta crisis y volver al status quo, con crecimientos de 3% o 4%, sino pensar de manera ambiciosa cuáles son esas medidas para dar un salto de crecimiento del 7% o al 8%, y que vayan en línea con el desarrollo sostenible y la equidad”, dijo.

Precisamente, la otra nueva preocupación que dejó la pandemia tiene que ver con que el Gobierno ha tenido que aumentar el gasto y la deuda, en contraste con una caída del recaudo. Eso llevó al Ejecutivo a calcular que el déficit fiscal para el cierre de 2020 será de 8,9% del PIB y de 7,6% para 2021.

A eso se le suma un hueco fiscal que es de al menos 2 puntos del PIB, lo que equivale aproximadamente a $20 billones, que será lo que una próxima reforma tributaria tendría que conseguir.

Para eso, la Comisión de Expertos en Beneficios Tributarios ya está alistando un primer informe con recomendaciones, el cual será entregado en febrero del 2021 y servirá como hoja de ruta para los cambios legislativos en esa materia.

Y aunque esos posibles cambios tributarios no se empezarían a ver necesariamente desde el otro año, sí lanzan unos mensajes de confianza vitales para que, por ejemplo, las calificadoras de riesgo le mantengan la nota soberaba a Colombia e, incluso, que pudiera haber una mejora.

EL PROBLEMA DEL EMPLEO

El otro eje que definirá el rebote del 2021 será una reforma estructural laboral y pensional, la cual ayude a solucionar el alto desempleo y la informalidad que deja la pandemia, y que ya venía desde antes.

Para Ramiro Guerrero, decano de la Escuela de Economía y Finanzas de la Icesi, ambas reformas vienen de la mano y serán cruciales para impulsar el empleo formal, cerrar las brechas de género en el mercado laboral y, sobre todo, resolver las fisuras del sistema pensional. “Aunque una reforma fiscal puede ser el primer paso para lo que necesita el país, el trabajo está cambiando ahora más que nunca y hay que tomar decisiones en ese sentido”.

Aunque el país sigue con los riesgos propios de la pandemia, que puede llevar a las autoridades a tomar decisiones más drásticas, los expertos concuerdan en que la claridad de un plan de vacunación reduce la incertidumbre, lo que ayudará a dinamizar la economía el próximo año.

Fuente: america-retail.com