El FOSIS presenta estudio de inclusión financiera en mujeres vulnerables

estudioedfinancieraLa investigación reflejó que las mujeres viven con serias dificultades para planificar su presupuesto, la mayoría no lleva sistema de registro, no logran ahorrar y no confían ni se sienten acogidas por el sistema financiero.

El Fondo de Solidaridad e Inversión Social, FOSIS, en conjunto con el Instituto de Estudios Peruanos – Proyecto Capital, dieron a conocer los resultados del estudio «Inclusión Financiera en Mujeres Vulnerables de la Sexta Región», que fue ejecutado por el Centro de Investigación en Psicología Económica y Consumo, Cepec, de la Universidad de la Frontera.

La presentación, realizada en la Sala de Sesiones del Senado, del ex Congreso Nacional de Santiago, contó con la exposición de la académica Marianela Denegri, doctora en Ciencias Sociales, quien es directora del Cepec y docente de la Universidad de la Frontera.

En el lanzamiento del estudio también estuvieron presentes la encargada nacional del Programa de Educación Financiera del FOSIS, Nayadee Pizarro; la coordinadora de Proyecto Capital e investigadora del Instituto de Estudios Peruanos – IEP, Ivonne Villada; y la directora metropolitana del FOSIS, Alejandra Jaurés.

El objetivo del estudio fue indagar el comportamiento financiero de consumo, ahorro y endeudamiento, las mujeres vulnerables de la Sexta Región, usuarias del sistema de Seguridades y Oportunidades del Ministerio de Desarrollo Social.

Para ello se realizaron encuestas directas y aplicación de escalas de felicidad y satisfacción de la vida; además de herramientas cualitativas como grupos focales y entrevistas directas.

La muestra consideró a más de 430 mujeres, con un promedio de 40 años y tres hijos, de las cuales el 64,2% es jefa de hogar y el 65,8% tiene trabajo remunerado. Además, como caracterización de la muestra se constató que el 74% vive en zonas rurales; que más del 50% tiene Enseñanza Básica o Media incompleta, que el 50% tiene ingresos de entre $100 mil y $200 mil al mes; y que el 30% de ellas percibía ingresos menores a $50 mil al mes.

Según detalla la doctora Marialena Denegri «la investigación reflejó que las mujeres viven con serias dificultades para planificar su presupuesto, la mayoría no lleva sistema de registro, no logran ahorrar y no confían ni se sienten acogidas por el sistema financiero».

El estudio también detalló que «cuando estas mujeres tienen necesidades de endeudamiento recurren preferentemente a fuentes informales, como su familia, los amigos, los prestamistas o el retail, lo que lamentablemente no tiene una regulación de las tasas de interés, ni de los plazos, ni de los montos, entonces ellas quedan prisioneras del pago a esas instituciones. Además, en los casos de las mujeres que tienen tarjetas comerciales o tarjetas de crédito bancario, el comportamiento de pago es abonar solamente el mínimo, entonces tampoco logran salir de la deuda», subraya Denegri.

Análisis de perfiles

La investigación logró identificar cinco perfiles de la muestra, que se pueden agrupar en dos grandes líneas. Por una parte, los perfiles 1, 2 y 3, agrupan a mujeres con mayor información, con trabajo estable y que participan del sistema, por lo que tienen mayor facilidad para acceder a ciertos instrumentos financieros.

En cambio, los cluster 4 y 5 agrupan a mujeres totalmente desprotegidas, que no tienen trabajo estable, desconocen la mayoría de los conceptos financieros, viven en zonas rurales o más apartadas; y se caracterizan porque ante una eventual emergencia económica, no podrían responder por sus propios medios.

La académica detalló que «justamente estos perfiles están más orientados a la impulsividad y la compulsividad a la hora de realizar compras o endeudarse. Eso tiene que ver con que nuestro modelo se focaliza en el consumo; eso implica que la construcción de identidad también gira en torno al consumo. Entonces, aunque estén totalmente carenciados, resulta relevante tener un televisor led, un celular de marca o unas zapatillas caras, porque esos objetos representan una forma de participación social», afirma Denegri.

Para la encargada del Programa de Educación Financiera del FOSIS, Nayadee Pizarro, «esta investigación es herramienta valiosa, porque permite diseñar estrategias orientadas específicamente a los perfiles que se identificaron. Así, por una parte habría un grupo de mujeres que está más orientada al apoyo a través del emprendimiento; y otro grupo más carenciado, en el que habría que partir primero por programas de apoyo psicosocial, porque tienen una baja satisfacción con la vida y problemas de autoestima.

Por su parte, la coordinadora de Proyecto Capital, Ivonne Villada, resaltó que «desde 2009 que tenemos esta relación con el FOSIS, en materia de educación financiera, porque con las estrategias realizadas en Perú y otros países hemos constatado que la inclusión financiera permite aliviar muchas de las barreras que hoy presentan las personas en situación de pobreza. Más allá del acceso a los servicios financieros, constatamos que existe una gran brecha en relación con la educación financiera. Que promover una inclusión, si no se acompaña de un desarrollo de capacidades en las personas, puede terminar excluyendo».

Fuente: Fosis - por Carolina Disegni Gili