FEDEFRUTA ABORDA LOS TEMAS PENDIENTES A LAS TRABAJADORAS DEL MUNDO RURAL Y FRUTICOLA

Fedefruta aborda los temas pendientes a las trabajadoras del mundo rural y frutícola
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En el marco del Día Internacional de la Mujer que se celebra este martes, cuatro líderes reconocidas de la fruticultura nacional hablan de lo que falta por avanzar en la materia.
Infraestructura rural, acceso a salud y educación. Igualdad en salarios y condiciones, capacitación y accesibilidad a puestos tradicionalmente ocupados por los hombres, como también respeto de género. Esos son algunos de los pendientes que identificó Fedefruta con respecto a las problemáticas de la mujer que vive en el campo. A estas conclusiones se llegó tras consultar a cuatro reconocidas mujeres del mundo gremial, sindical, profesional y empresarial de la fruticultura chilena de exportación. «La deuda histórica es muy grande, ya que las familias campesinas están lideradas en su mayoría por mujeres que dan todo de su vida por sus seres queridos y aportan al desarrollo económico del país», señala María Inés Figari, primera presidenta de la Sociedad Agrícola del Norte (SAN) en los más de 100 años del gremio de la Región de Coquimbo, y primera directora también de Fedefruta. «Por mucho tiempo ha existido un sistema machista que no ha facilitado las oportunidades que uno quisiera para una mujer que debe velar por su familia». Así, pone de ejemplo la falta de acceso a servicios de salud en el campo, de condiciones igualitarias de trabajo frente a los hombres, y de educación adecuada para sus hijos, entre otros aspectos. Carolina Dosal, gerente de Frutícola Dosal en El Maule y vicepresidenta de Fruseptima, dice que la falta de recursos tan sencillos como Internet para las escuelas rurales, hace que las madres prefieran llevar a sus hijos estudiar a la ciudad. «Por un niño se va la familia completa y eso imposibilita que la mujer trabaje en los huertos o los packings», comenta Dosal. «Tampoco tienen buena locomoción, pese a que han pavimentado bastante durante los últimos años, y no hay salas cunas por más que existan programas para construirlos cerca de lugares productivos. Las mujeres de campo son conscientes de las carencias del mundo rural y saben que en las ciudades les costará menos», agrega. Incorporación En el sector frutícola, en particular, la mujer se desempeña principalmente en faenas de embalaje (packing) más que en trabajos de poda o cosecha en terreno, donde solo el 30% del personal es femenino. Esto sin embargo sucede no por opción, sino por falta de infraestructura adecuada en los huertos para que la mujer pueda desempeñarse de acuerdo a sus cualidades físicas. «Para que la mujer tome un rol más activo en la agricultura, se debe garantizar acceso igualitario al trabajo» indica Carolina Cruz, presidenta de Uvanova y reconocida asesora en producción de uva de mesa en la industria, quien investiga sobre nuevos diseños de huertos de esta fruta para hacerlos accesibles a la mano de obra femenina. «La altura de los parrones impide que la mujer llegue a la estructura productiva y pueda cosechar la fruta, a menos que usen pisos que solo aumentan la tasa de accidentabilidad». Cruz sostiene que hay mucho más potencial para que la mujer de desarrolle en el campo, «y la forma de incorporarla es cambiando los diseños de huerto, con fruta a una altura accesible para ellas. Esto además lograría incrementar el rendimiento de las trabajadoras y usar herramientas más livianas y seguras». Por su parte, la presidenta de la Confederación Unidad Obrero Campesina, Olga Gutiérrez, concuerda en que los packings sí reúnen las condiciones para que la mujer trabaje, y que en los huertos es mucho más difícil. Pero, si bien señala que la Mesa Frutícola en la cual participa junto con Fedefruta y Asoex ha logrado avances en la materia, «Chile está en deuda con todo lo que significan reformas para que las mujeres podamos acceder al trabajo de campo en igualdad de condiciones y salario con los hombres, con todo lo que significa capacitación específica para nosotras». En ese sentido, María Inés Figari busca liderar un cambio de paradigma para capacitar a las mujeres en trabajos rurales «que siempre han pertenecido a los hombres, como el manejo de maquinaria agrícola y las podas de huertos». Afirma que «hay un vuelco, aunque quiero que sea para todas, no solo unas pocas, ya que cada una debe ser parte del progreso». Respeto Frente a la falta de acceso a la salud, Olga Gutiérrez -homenajeada por Fedefruta en la versión 2012 de su convención Fruittrade- también propone horas especiales para que las trabajadoras temporeras puedan atender a sus hijos y asistir a consultorios. «No tenemos estructuras adecuadas para acudir a los servicios a tiempo, el ritmo en el packing te va pillando y terminas dejando las horas al médico recién para invierno, cuando no estás trabajando y ya estás enferma». El maltrato familiar y el acoso también son temas que preocupan a las mujeres cuya actividad es la fruticultura, señala la dirigente sindical, ya que «muchas no denuncian para no perder los trabajos, entonces nos falta empoderarnos para atrevernos a hacerlo». En este ámbito, Carolina Dosal concluye que «lo que debemos hacer los empresarios es adentrarnos más a la comunidad donde estamos insertos y ayudar en temáticas sociales».
FUENTE: DIARIOELHERALDO