El alcalde de la comuna del extremo norte del país, Cristian Zavala, manifestó que la localidad lleva 40 años luchando por conseguir servicios elementales como el agua potable, y que ahora podrán gestionar dada la resolución firmada por la presidencia y el Ministerio de Bienes Nacionales.
La Municipalidad de Camarones, ubicada al extremo norte del país, en la Región de Arica y Parinacota, recibió este miércoles tres inmuebles fiscales por parte del gobierno y el Ministerio de Bienes Nacionales, solicitados para el desarrollo de proyectos patrimoniales en la comuna de la cultura Chinchorro, que el año pasado fue incluida en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.
En medio de su gira por la Macrozona Norte, el presidente Gabriel Boric se hizo presente en el acto de traspaso, encabezando la entrega oficial junto con la ministra de Bienes Nacionales Javiera Toro y el alcalde de Camarones, en compañía del diputado Vlado Mirosevic y del senador José Miguel Insulza.
La comuna, rural y extrema, destaca por su poblamiento ininterrumpido desde hace más de 7 mil años, lo que la hace una relevante zona arqueológica y turística, pero que contrasta con su falta de servicios básicos. Así lo destacó el alcalde Zavala, quien aseguró que los habitantes llevan 40 años luchando por agua potable, y así también lo reconoció el presidente, que en su discurso indicó: “La resolución que acaba de firmar la ministra, de pasar al patrimonio fiscal parte importante de este sector que va a permitir que aquí se realice inversión pública, es un gesto mínimo de dignidad”.
Los tres terrenos solicitados por el municipio fueron entregados en concesión gratuita de corto plazo (5 años), para ejecutar los proyectos “Mirador Arqueológico de la Cultura Chinchorro“, “Protección al Patrimonio de la Humanidad Camarones 15, localidad de Caleta Camarones” y un proyecto de ampliación y mejoramiento sanitario del Cementerio del Poblado de Camarones.
“A partir de esta resolución”, continuó el mandatario, “se van a poder empujar proyectos como tener un servicio de agua potable rural, que cuesta 280 millones de pesos y que nos parece, como Estado, son los mínimos comunes que debiéramos garantizarles a todo nuestro pueblo y que va a permitir, también, que lugares como este crezcan en armonía con el medio ambiente, en armonía con la historia que los rodea“.
Fuente: cnnchile.com