Intendente señaló que se están buscando alternativas Eventual recionamiento de agua abre debate por gestión hídrica

Mientras la empresa Aguas del Valle insiste en que es necesario construir los pozos que asegurarían el abastecimiento del vital elemento a la capital del Choapa, desde el municipio local, así como desde los APR de dicha cuenca, apuntaron a la sobreexplotación del recurso por parte de privados, su extracción ilegal y la consiguiente falta de fiscalización y regulación en este ámbito por parte del Estado, como los principales causantes de esta crítica situación. La noticia de un eventual racionamiento de agua que afectaría a la ciudad de Illapel a fines de febrero o a principios de marzo, generó un enorme revuelo entre autoridades y ciudadanos comunes y corrientes, dado que esta situación vendría a confirmar los anuncios que los expertos vienen señalando hace largo tiempo ante el recrudecimiento de la sequía en el país: áreas urbanas que, tarde o temprano, comenzarían a sufrir el desabastecimiento del recurso hídrico, a manera de lo que ya estuvo a punto de suceder, por ejemplo, en Sudáfrica, con Ciudad del Cabo.  En efecto, la Provincia del Choapa es considerada hoy como uno de los territorios más afectados por la escasez hídrica en el país, por lo que buscar nuevas fuentes de agua para mantener el suministro se convierte en una tarea prioritaria.   Sin embargo, la polémica que se abrió luego de que la empresa Aguas del Valle señalara que es necesario construir dos pozos de extracción de agua en el sector de Peralillo, para evitar así el temido racionamiento en la capital de la provincia, volvió a mostrar las falencias de un tipo de gestión hídrica que desde hace años, y en medio de una sequía que llegó para quedarse, paradójicamente “hace agua” por varios rincones.  Desde la propia Superintendencia de Servicios Sanitarios, incluso, se reconoció que el fondo del problema radica en el alto estrés hídrico que existe en la zona en cuestión, por lo que ya no es capaz de cubrir la demanda actual de agua. Y por esta situación, acusan desde el sector rural, sumado a una serie de factores, como la sobreexplotación del agua por parte de privados, su extracción ilegal y la falta de fiscalización y regulación en este ámbito por parte del Estado, ha pavimentado el camino para llegar hasta esta crisis.  Mundo rural sin agua  Respecto al problema puntual, cabe recordar que éste se origina debido a que los embalses El Bato y Corrales no tendrán los volúmenes de agua para satisfacer y cargar los ríos.  Sin agua superficial, surgió la necesidad para Aguas del Valle de buscar nuevas captaciones, pero subterráneas. Así nació el proyecto para perforar y construir dos pozos de 70 metros en la localidad de Peralillo, y una conducción de 3,5 km para llevar el agua hasta la estación N°1 Limáhuida y de ahí trasladarla 17 kilómetros hasta la planta de agua potable en Illapel.  Sin embargo, los vecinos del lugar rechazaron el proyecto por temor a que afectara los sistemas de Agua Potable Rural (APR).  Para Marta Pereira, presidenta de la Asociación de APR de Illapel, la decisión de los vecinos de Peralillo es razonable, pues los pozos en los sectores rurales han sufrido una dramática disminución de sus volúmenes de agua. Y aquí apuntó directamente al Estado.  “Nosotros vamos derechamente a ser un ‘Petorca 2’, porque vamos a quedar con nuestros pozos secos. Por eso, lo primero que tienen que hacer es regular, y esto le corresponde a la DGA. Tienen que venir a fiscalizar cuántos pozos ilegales hay y después de confirmar cuántos pozos son ilegales y cuántos no, podríamos ver la solución del agua para Illapel”, señaló.  La dirigente afirmó que es el Estado “el que tiene que hacer su pega. Pero por ejemplo, el director nacional de la DGA nos dijo que no tienen fiscalizadores. Eso es una vergüenza, y esto se ha dicho en distintas reuniones que hemos tenido con autoridades. Si ellos hubieran hecho el trabajo que les corresponde hacer, no estaríamos en la situación en la que estamos”, asegura.  Además, la presidenta de la Asociación de APR de Illapel reiteró que el sector rural vive momentos críticos por la sequía. “Tenemos varios comités de APR que están con sus pozos secos, incluyéndome. Cañas 2, Doña Juana, Cañas 1, Quebrada de Cárcamo, y la lista sigue”, comentó.  Sobreexplotación Desde el municipio de Illapel, en tanto, el alcalde Denis Cortés criticó que pese a la sequía existente aún se entreguen, por ejemplo, derechos de agua a grandes capitales para continuar produciendo cultivos que consumen altas cantidades de agua, como es el palto.  “Ahí hay una contradicción enorme, pues se siguen plantando árboles y uno puede ver que hay privados que tienen cuatro tranques por ejemplo llenos de agua, y con un solo tranque tienes para darle agua a todo Illapel. Entonces, ojo con eso. Todo el mundo tiene el discurso aprendido de que el agua se debe priorizar para el consumo humano, pero a la hora de ‘los quiubos’ las que tienen prioridad son las tomas de agua de los canales de regadío y no el agua potable”, argumentó.  Además, en línea con lo dicho por la dirigenta de los APR de la comuna, el edil manifestó que el Estado ha fallado completamente en realizar una buena gestión del agua que evite llegar a situaciones como las que se están viviendo en el Choapa ahora. A su juicio, el conflicto entre la comunidad de Peralillo y la empresa Aguas del Valle, sólo es una muestra de eso.  “El tema es que la gente de Peralillo agotó su paciencia no más, porque ellos han denunciado que en el sector, que se extiende por más de 5 kilómetros, deben haber unos 20 pozos, entonces dos más, ya era demasiado. Desafortunadamente le tocó a Aguas del Valle, pero los vecinos tienen razón, pues ven amenazada su agua potable”, añadió.  Cortés expresó que en la zona existen además, numerosas denuncias de pozos funcionando sin permisos, y que por lo mismo, aún están esperando los resultados de un estudio que realizó la Dirección General de Aguas, DGA, sobre el motivo. “Aquí el Estado, el Gobierno, tiene mucho que decir, los servicios tienen que reaccionar y fiscalizar (…) Este tema de la sequía lo vimos en marzo, cuando nos reunimos con el comité de sequía que tenemos nosotros y con los APR. Entonces al final, pasa el tiempo pero no se toman decisiones”. Medidas del ejecutivo  Consultado por el tema, el intendente Pablo Herman negó en primer lugar que el Estado y sus organismos dependientes hayan permanecido ausentes antes de que la crisis en Illapel se desencadenara, señalando que durante su gestión como seremi de Obras Públicas, se llevó a cabo la primera reunión con los vecinos de Peralillo.  “Esto fue en agosto, cuando tuvimos reuniones con distintos actores. Estuvo presente la senadora (Adriana) Muñoz, Luis Lemus, y Aguas del Valle, entre otros. En esto veníamos trabajando hace aproximadamente seis meses”, aseguró la autoridad. Es más, afirmó, la oposición a perforar dos pozos en la localidad no sólo vino de parte de la comunidad, sino que del propio municipio. Por eso, dice, se están buscando alternativas para llegar a marzo o abril con seguridad en el suministro de agua.  “Hemos tenido constantes reuniones con los juntas de vigilancia, tanto del Choapa como de Illapel, para justamente poder generar convenios y de esta manera, contar con derechos de agua para que la sanitaria pueda arrendarlos y así generar seguridad de agua”, indicó Herman. Sobre las fiscalizaciones realizadas por la DGA a propósito de las denuncias por extracción ilegal de agua, el intendente aseguró que “en dos semanas más tendremos los resultados de eso. Es más, el subsecretario (de Obras Públicas) está generando una agenda en el Choapa precisamente para venir y solucionar de alguna manera este problema. Pero para eso, necesitamos la voluntad de todos los actores”, subrayó.  La opción  Desde Aguas del Valle, por otro lado, su gerente regional, Andrés Nazer, explicó que la situación que se está viviendo hoy en Illapel, “la vislumbramos hace mucho tiempo atrás” por lo que se informó de ésta a las autoridades respectivas. Sin embargo, lamentó que no se haya podido avanzar en una solución hasta ahora, producto del conflicto generado con la comunidad de Peralillo. “Hemos hablado con las autoridades, se han involucrado, pero el tema no ha sido posible destrabarlo”. En ese sentido, el ejecutivo de la empresa insistió en que la construcción de los pozos “son esenciales”, ante la disminución y eventual agotamiento de las aguas del embalse El Bato, algo que, dice, “ya está certificado por la Junta de Vigilancia y por todos los organismos que somos usuarios del embalse. Y por lo tanto, obtener aguas de fuentes subterráneas es completamente necesario”.  De todas maneras, la empresa ha avanzado en buscar otras alternativas a los pozos de Peralillo, como son la firma de acuerdos con las juntas de vigilancia de los ríos Illapel y Choapa, o la exploración en nuevos pozos en esta última cuenca. “En esta última sí existen recursos hídricos subterráneos suficientes y en cantidad para no generar ningún tipo de inconveniente ni daños colaterales por su uso. No así el río Illapel que no tiene agua subterránea para garantizar el suministro de agua potable”, explicó Nazer. Por último, el ejecutivo señaló que la idea es explorar todos los caminos posibles para “conseguir las voluntades y la disposición de las comunidades y autoridades”, para poder construir los pozos necesarios cuyo único fin, no es otro que asegurar el suministro del vital elemento durante las próximas semanas y meses”. racionamiento de agua, Illapel, gestión hídrica, APR, Aguas del Valle

Fuente: diarioeldia.cl