LA ECONOMIA COLABORATIVA: EL POTENCIAL DE LOS RECURSOS DISPONIBLES

La economía colaborativa resuelve problemas complejos con recursos disponibles.

La economía colaborativa o sharingeconomy, a través del uso de la tecnología, permite la transacción directa de bienes y servicios entre personas, utilizando plataformas en línea que agrupan oferta y demanda. Este modelo permite a la gente rentabilizar sus bienes sub-utilizados, como por ejemplo arrendando una pieza extra en su casa o el auto cuando no se esté usando, entre otros.

El estudio «The Sharing Economy», de PricewaterhouseCoopers (PwC) Consultores revela que 1 de cada 5 adultos en Estados Unidos ha participado de este tipo de transacciones y un 72% se proyecta utilizando este sistema en los próximos 2 años, lo que refuerza el potencial del modelo y por qué se está hablando tanto de él.

Una de las opciones de economía colaborativa que existen en Chile y el mundo, es el llamado carpooling el cual conecta personas que realizan rutas similares, simplificándoles la coordinación para compartir sus viajes. Así, conductores ofrecen asientos disponibles en sus rutas habituales y comparten los costos de los viajes con otras personas que necesitan transporte.

Ante ello, el socio fundador de la exitosa aplicación chilena A-Dedo www-a-dedo.cl, la cual cuenta con el apoyo de Corfo, junto a los Ministerios de Transportes y Medio Ambiente, asegura que «con estas soluciones buscamos facilitar una experiencia de viaje más entretenida y eficiente, promoviendo la colaboración y un mejor uso de los recursos».

El también director comercial de la aplicación móvil especifica que sólo en Santiago cada día laboral se realizan 2,5 millones de viajes en auto planificados (por trabajo o estudio), es decir cuya ruta, frecuencia y horarios se conocen con anticipación por lo que resultaría mucho más sencillo compartirlos. Es decir que «descontando a los conductores, hay cerca de 10 millones de asientos viajando a diario en ese tipo de rutas que hoy están siendo subutilizados».

«Imaginen el impacto que tendría en el transporte capitalino si esos 10 millones de asientos diarios se utilizaran de manera más eficiente. O aún mayor, imaginen el impacto que tendría en los 17 millones de chilenos si lo extrapolamos a todo nuestro país, ya que el sistema funciona a lo largo de todo Chile», enfatiza.

Finalmente asegura que «la economía colaborativa tiene el potencial de resolver problemas complejos con recursos que ya están disponibles, sin necesidad de realizar inversiones adicionales. La clave está en ser capaces de masificar estas prácticas, involucrando a la comunidad y también a las autoridades para modernizar la regulación actual y normar adecuadamente el funcionamiento de esta y otras iniciativas que seguirán ayudando a mejorar la calidad de vida de las personas en distintos ámbitos».