La Economía Social ante los Objetivos de Desarrollo Sostenible

La nueva Agenda de Desarrollo Sostenible adoptada enseptiembre de 2015 por Naciones Unidas establece losobjetivos y retos que la Comunidad Internacional se hamarcado para los próximos 15 años con el fin de erradicarla pobreza y promover un desarrollo económico sostenible yrespetuoso con el planeta y sus recursos.  

El hecho de que el modelo de empresa de Economía Social se fundamenta en valores como la solidaridad, la participación y la acción empresarial responsable al servicio de las personas hace que Naciones Unidas dé un especial protagonismo a la Economía Social en la consecución de esta nueva Agenda.

Las empresas españolas de Economía Social estén especialmente comprometidas con los ODS, como demuestra el hecho de que entre 1998 y 2014 el tejido empresarial representado por la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES) había ejecutado cerca de 100 proyectos de cooperación en 43 países en los que había gestionado 47,8 millones de Euros de fondos de cooperación, de los cuales las organizaciones y empresas de Economía Social habían cofinanciando el 26,5 %, es decir, 12,6 millones de euros.

La Economía Social, como actor de la Cooperación Española al Desarrollo, cuenta con una fuerte especialización en proyectos y programas dirigidos a:

  • Favorecer el desarrollo de zonas rurales y deprimidas mediante la creación y apoyo de iniciativas empresariales económicamente viables y sostenibles a medio y largo plazo.
  • Reforzar las capacidades emprendedoras y de gestión empresarial de colectivos con mayores dificultades o en riesgo de exclusión.
  • Generar instrumentos financieros a través de cooperativas de crédito y de microcréditos específicamente dirigidos a apoyar a pequeños emprendedores y productores, especialmente mujeres.
  • Mejorar las condiciones de vida vulnerables mediante el acceso a alimentos y a servicios sociales básicos, como la salud, la educación o la vivienda.

La Economía Social española está contribuyendo a generar en otros países un crecimiento económico equitativo y sostenible del que se beneficias colectivos con especiales dificultades, como mujeres, personas con discapacidad, indígenas, jóvenes y pequeños productores o campesinos. Y lo hacen desde unos valores y principios que comparten millones de personas y empresas en todo el mundo y que hace de la Economía Social un fenómeno global.

En España, CEPES representa a más de 43.000 empresas y 2,2 millones de empleos directos e indirectos con una facturación que supone el 10% del PIB del Estado. En Europa existen 2 millones de empresas de Economía Social, es decir, 10% de todas las empresas europeas, que dan trabajo a 14,5 millones de trabajadores por cuenta ajena; el equivalente a 6,5% de la población activa en la Unión Europea. A nivel mundial, Naciones Unidas calcula que las cooperativas cuentan con casi 1.000 millones de socios y generan 100 millones de puestos de trabajo, lo cual supone un 20 % de empleo más que las firmas multinacionales. Las mutualidades, que es otra forma de empresa de Economía Social, ofrecen cobertura de salud y protección social a 230 millones de personas en el mundo.

La Economía Social tiene una especial responsabilidad en la consecución de la nueva Agenda universal y los compromisos que se plantea, especialmente cuando se trata de generar un crecimiento sostenido, inclusivo y sostenible, alcanzar el pleno empleo o asegurar el trabajo decente para todas las personas.

Pero el papel de la Economía Social en los Objetivos de Desarrollo Sostenible es más amplio y contribuye a otras muchas facetas que inciden en la erradicación de la pobreza como la igualdad de oportunidades para todas las personas, como muestra por ejemplo que cerca del 60% de los proyectos de cooperación al desarrollo de la Economía Social tienen como objetivo principal o tienen una vinculación significativa con la promoción de la igualdad de género.

Además, la Economía Social está dando cobertura a servicios sociales básicos para todas las personas en sectores como la salud, educación o el acceso al agua y el saneamiento y asegura el acceso para todas las personas a alimentos.

Y por último hay que destacar su papel en la protección del medioambiente y acción contra el cambio climático, donde la Economía Social muestra cómo es posible combinar crecimiento económico y modalidades de producción y consumo sostenible.

La Economía Social es un actor global que aporta un valor añadido en muchos de los ámbitos y dimensiones que abarca la agenda de desarrollo sostenible y, en definitiva, contribuye a alcanzar el objetivo nº 1 de la nueva Agenda 2030: poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo.

Fuente: corresponsables.com