LA HISTORIA DE LOS EMPRENDEDORES QUE PRODUCEN LA PRIMERA CERVEZA «ELQUINA» CON ENERGIA SOLAR

Un grupo de agrónomos decidieron ser independientes y se lanzaron en la creación de «Guayacán», la primera cerveza producida en la zona del Valle de Elqui.

Cuenta la historia de la IV Región que piratas, corsarios y colonos desembarcaron en la bahía de Guayacán cientos de años antes de que fuera conocida como La Herradura. Por miedo a que el agua estuviera intoxicada, los navegantes se dedicaron a producir cerveza para saciar su sed.

Casi medio milenio después, Cristóbal Holmgren, Víctor Szecowka y Andrés Toro, todos agrónomos de la Universidad Católica, se cansaron de ser empleados, renunciaron y crearon la primera cerveza producida en la zona: Guayacán. La idea nació en 2008 luego de que los tres amigos hicieran los cursos para aprender a preparar la bebida alcohólica.

«Vimos un boom en las cervezas artesanales, Cristóbal vivía en el Valle de Elqui y vimos la oportunidad de producir la primera chela elquina», cuenta Andrés, quien hoy se desempeña como gerente general de Guayacán. Considerando que la mayoría de las empresas que producen este bebestible estaban en Santiago o en el sur, decidieron que el norte sería su lugar.

Además, quisieron acoplar la distribución de su producto al turismo y, por golpe de suerte, encontraron una napa de agua que les comprobó que en el valle existía buena calidad para hacer la cerveza que querían producir.

Los socios

Con la receta de Cristóbal, el maestro cervecero del grupo y de la empresa, Guayacán inició gracias a los recursos de los propios amigos. Después se incorporó un tío de Andrés, Juan Toro, quien hoy se desempeña como socio director.

«Después, en 2013, fuimos la primera empresa en Latinoamérica que se financió vía crowdfunding», cuenta Andrés Toro. Este mecanismo consiste en un nuevo modo de levantar capital y los agrónomos lo hicieron a través de una empresa que se llama Brota.

«En el fondo lo que hicimos fue subir el proyecto a la página de Brota y cualquier persona podía invertir en la idea. Los que ponen plata pasan a ser tus socios y se genera una especie de sociedad anónima pero informal», dice el gerente general.

De esta manera, Guayacán pertenece en un 96% a los tres amigos y al tío de Andrés, mientras que el 4% restante es de 48 micro inversionistas. El gerente, cuenta que la última novedad en este tema es que hicieron un aumento de capital a fines del año pasado en el cual entró la cervecería Kunstmann a la marca.

Expansión y crecimiento

«El Valle de Elqui y La Serena fueron nuestra cuna y en todos lados nos abrieron las puertas porque éramos la primera cerveza regional», cuenta Toro. Después del peak de ventas en el verano, buscaron distribuidores en Santiago para poder llegar a los restaurantes que ellos consideraban adecuados para posicionar su marca.

Finalmente entraron a los supermercados. «La primera venta la hicimos el 2010 y en ese tiempo producíamos 2.000 lts. de cerveza al mes. Hoy, producimos 30.000 lts., todos hechos en la IV Región», dice el gerente. Además, Toro comentó que estos 30.000 lts. le generan a la cervecería una ganancia de $50 millones netos (al mes).

Respecto al futuro, el plan a mediano plazo –entre 3 y 4 años- es poder distribuir Guayacán a lo largo de todo Chile y que la cerveza pueda tomarse en todos los bares del país. Al preguntársele por la idea de exportar su producto, Toro afirma que aún tienen mucho recorrido en el mercado nacional antes de pensar en lo internacional.

Energía renovable

Hace tres meses, Guayacán se ganó un subsidio de la Fundación para la Innovación Agrícola (FIA), lo cual significó el financiamiento de un 65% en la instalación de paneles solares foto-voltaicos. Actualmente, dichos paneles se encuentran en el techo de la cervecería y han significado un ahorro del 80% del costo energético de la planta. «Lo que estamos haciendo en el fondo es producir nuestra propia energía», cuenta Toro.

Hoy, los agrónomos tienen 34 años y recalcan que eligieron hacer cerveza, más allá que por el gusto, por tratarse de un negocio entretenido y por ser un producto versátil en donde el público objetivo es mucho más amplio que el del vino.

FUENTE: EMOL