En Lago Ranco se desarrolló el segundo encuentro del proyecto “Diálogos Descalzos – Cambio Climático y el Problema del Desarrollo en las Cuencas del Río Valdivia y Río Bueno”, iniciativa financiada por el Gobierno Regional de Los Ríos y ejecutada por la Fundación Manfred Max Neef, con apoyo de la Oficina de Medio Ambiente de la Municipalidad de La Unión. La actividad se realizó en la 1ª Compañía de Bomberos y reunió a dirigentes, comunidades y comités de agua para abordar organización comunitaria y acceso al agua potable rural.
El diálogo, parte de un ciclo de cuatro jornadas, abrió un espacio para compartir experiencias frente a los desafíos que impone la crisis climática. Mabel Uribe, presidenta del APR Altos de Gueimén, valoró la instancia para “conocer realidades de comités que llevan quizá más tiempo que nosotros… y mirar al futuro en cuanto al uso eficiente del agua y a nuevas tecnologías”. Añadió que su sector enfrenta déficit hídrico desde hace años, por lo que “se nos hace un deber educarnos y educar a nuestros vecinos”.
Víctor Antillanca, presidente del APR de La Junta, expuso la mirada mapuche del Itrofil Mogen como base para el cuidado del agua y señaló que esta comprensión impulsa “tener un pensamiento crítico a la hora de aprobar ciertos proyectos”. Sobre su propio comité, indicó la necesidad de anticiparse debido a la vida limitada de los pozos.
Marjorie Prieto, presidenta del APR Ilihue Centro, destacó que una dificultad central es que muchas fuentes de agua están en terrenos privados, lo que complica permisos e infraestructura. Llamó a “poner más énfasis en escuchar a las comunidades que han estado siempre en el territorio”.
En Lago Ranco, la discusión se cruza con la Ordenanza Municipal vigente desde 2022, que regula el uso eficiente del agua potable, prioriza el consumo familiar y prohíbe usos no esenciales, buscando enfrentar el déficit hídrico que afecta a la mayor parte del territorio rural.


