Las cooperativas, papel clave

Los consumidores no deben olvidar todo lo que les aporta el sector agroalimentario.

Los pasados días 5 y 6 de octubre se celebró en Atenas el Congreso de Agricultores y Cooperativas organizado por el COPA-Cogeca. El objetivo del Congreso de este año era debatir sobre las oportunidades que tiene la agricultura europea bajo el llamado «crecimiento verde» y el posicionamiento del sector agrario en los mercados internacionales. De hecho, el lema del Congreso era Oportunidades para la agricultura europea: crecimiento verde y mercados dinámicos. Durante el Congreso, los más de 400 representantes debatimos sobre el futuro de la agricultura europea porque entre todos debemos garantizar que siga siendo un sector viable, sostenible y competitivo desde el punto de vista económico. Estamos ante un número creciente de desafíos en la agricultura, como el fomento de los acuerdos comerciales, el crecimiento de la demanda, la volatilidad de los mercados, el cambio climático, la falta de equilibrio de la cadena alimentaria, mayores problemas en materia de sanidad vegetal con menor disponibilidad de productos fitosanitarios…, y sin duda a todos ellos debemos dar respuesta.

Y a eso hay que añadir, tal y como ha anunciado el Comisario, Phil Hogan, que el próximo verano la Comisión publicará su Comunicación sobre la PAC post 2020, en la que desgranará sus primeras ideas. Tenemos que comenzar por tanto a desarrollar nuestra posición para contribuir al debate y garantizar el futuro del sector.

A lo largo del Congreso quedó claro que la PAC es una política estratégica para la UE y su objetivo es lograr la sostenibilidad de las zonas rurales. Una de las cuestiones que se debatieron es que se deben desarrollar herramientas para que los agricultores y las cooperativas puedan gestionar mejor los riesgos de unos mercados cada vez más volátiles, mediante medidas de gestión de riesgos, seguros, mercados de futuros y medidas de gestión del mercado sólidas.

Otro de los aspectos importantes cara a la nueva PAC será orientar mejor la producción hacia las demandas del mercado y mejorar la comunicación para que los consumidores sean conscientes de los elevados estándares de producción que cumplimos y de los numerosos beneficios que reporta el sector agroalimentario a las zonas rurales de la UE, tanto en el crecimiento como en la creación de puestos de trabajo. Los consumidores no deben olvidar todo lo que les aporta el sector agroalimentario europeo.

Tal y como ha quedado demostrado en los últimos años, la PAC necesita, además, incentivar políticas de integración en las cooperativas para reequilibrar la cadena de valor y fortalecer la posición y rentabilidad de nuestros productores. Si queremos que el sector productor sea competitivo y eficiente en un marco de altos costes medioambientales y de lucha contra el cambio climático, a mi juicio deben fomentarse las políticas de inversión en innovación e internacionalización, y para ello las cooperativas son clave para que los agricultores puedan participar de ellos. En este sentido, también es importante garantizar que el sector agrícola no sea exclusivamente usuario final de la investigación e innovación los productores deben participar en el proceso, tanto para poder hacer uso de las últimas tecnologías, como para producir de forma más sostenible y usando menos recursos, y no hay duda de que las cooperativas son una excelente herramienta para ayudarles a conseguirlo. Pero para que los agricultores produzcan más usando menos recursos, hay que contar con una adecuada formación.

A lo largo del Congreso también quedó de manifiesto el carácter heterogéneo de las cooperativas en la UE. Existen cooperativas de gran tamaño en países como Alemania, Países Bajos, Dinamarca y Suecia, pero la mayoría de las 22.000 cooperativas existentes son de tamaño medio o pequeño. Por ello, desde Cogeca se pidió en las conclusiones del Congreso que se tenga en cuenta esta realidad y se apoye a las cooperativas para que puedan crecer en volumen. En este sentido, estamos recibiendo el apoyo del Parlamento europeo y esperamos contar con el respaldo de la Comisión para contar con políticas europeas comunes que permitan mejorar el posicionamiento de las cooperativas en la cadena alimentaria.

Con respecto a los acuerdos comerciales, se insistió en que necesitamos seguir ejerciendo presión para que avancen aquellos acuerdos comerciales que sean beneficiosos para el sector agrario de la UE. Europa es el primer exportador e importador de productos agroalimentarios y, por tanto, se necesita una estrategia comercial ambiciosa y equilibrada, en la cual la UE debe ser una entidad única para firmar los tratados, pero también para hacerlos cumplir en los países de destino.

Se presentan unos años intensos y, cara al futuro, todos hemos coincidido en que necesitamos una PAC estable y con una buena dotación presupuestaria que permita a los agricultores, ganaderos y a las cooperativas planificar mejor su futuro. No podemos continuar con el desequilibrio que hemos padecido, con bajos precios de mercado y elevados costes, o con situaciones como el embargo ruso. Es necesaria una PAC que nos permita, además, una vida digna en las zonas rurales, con acceso a una educación de calidad, con instalaciones sanitarias y buenas infraestructuras, porque en la próxima década nos enfrentamos a un gran desafío: incrementar la producción de alimentos para alimentar a una población mundial mayor.

FUENTE: DIARIODESEVILLA.ES