Una vez que algas nocivas desaparecen dejan quistes que permiten su reaparición.
Hace 13 años, Alfredo Troncoso, biólogo y oceanógrafo de la U. de Concepción, fue parte de un estudio que tomó muestras de sedimentos del fondo marino en Chiloé. Buscaba quistes de Alexandrium catenella, la microalga que está tras la marea roja que afecta al sur del país.
Troncoso explica que cuando se acaban las condiciones ambientales y de nutrientes que permiten el crecimiento de la microalga, el organismo deja quistes que caen al fondo marino. “Son la fuente potencial para que vuelva a aparecer, porque los quistes tienen una sobreviviencia de ocho años”,
Para realizar el estudio, se obtuvieron muestras de 40 centímetros de sedimentos y luego se fecharon. Los primeros quistes datan de 1910, aunque el primer evento oficial de marea en Chiloé es de 2002, explica el académico.
Sobre la inédita expansión en la costa del oceáno Pacífico de la isla, Troncoso recuerda que ya en 2009, un estudio detectó células de microalgas en dicha zona.
Expansión
Sobre la expansión del fenómeno, dice que ve difícil que llegue hasta la Región del Biobío, porque las condiciones invernales frenarían la expansión de la floración de algas. Si llega, sería por el transporte por las corrientes marinas, la disponibilidad de nutrientes y la radiación solar, entre otros factores.
David Cassis, doctor en biología marina de la U. de Columbia Británica e investigador de la U. Santo Tomás, dice que no se espera que las microalgas duren mucho más en el agua, por lo que su expansión se verá limitada. “Pero si sigue el buen tiempo y la falta de lluvias podría llegar hasta sectores de la Región de Biobío”, advierte.
Carlos Molinet, doctor en Ciencias y especialista en floraciones algales nocivas de la U. Austral, dice que lamentablemente aún no existe en Chile un sistema para tener claras las causas de la expansión hacia el norte.
“Luego de la primera floración en la Región de Aysén se ha mantenido desplazándose hacia el norte en 1998, más débil en 2000, fuertemente en 2002 afectado el mar interior de Chiloé. En 2006 y 2009 la floración no pasó con fuerza hacia la Región de Los lagos, cómo sí lo hizo en 2016”, explica.
A su juicio, considerando las floraciones de 2002 y 2009, la concentración de Alexandrium catenella debería decaer en mayo.
Pero los investigadores advierten que la desaparición del alga no implica la desaparición de su componente tóxico. “Las toxinas ya acumuladas en los mariscos van a durar más que las microalgas en el agua, por lo que podría ser un par de meses hasta que se depuren los mariscos”, explica Cassis, mientras Molinet agrega que el periodo de detoxificación de penderá de la concentración de toxina alcanzada y el tiempo de exposición, lo que podría ir entre seis a nueve meses,
Jorge Navarro, experto de la U. Austral, explica que este evento de marea roja se inició a fines de enero al sur de Chiloé y desde entonces ha avanzado al norte. “Es difícil dar las razones de por qué se está expandiendo la marea roja, sin embargo debemos saber que esta expansión que observamos en Chile también está ocurriendo en el hemisferio norte, y en ambos casos aumenta su distribución desde los polos hacia los trópicos”, dice.
FUENTE: REVISTAGUA