PARA EMPRENDER ES CLAVE TENER UNA BUENA RED DE APOYO

Manuela Iribarren, ganadora Premio Joven Emprendedora 2016: «Para emprender es clave tener una buena red de apoyo»

Junto a su proyecto, By María, logró adjudicarse el primer lugar del Premio Joven Emprendedora, organizado por Mujeres Empresarias.

Se acabó la espera. El pasado jueves se reveló el nombre de las ganadoras de la 14ª versión del Premio Joven Emprendedora, organizado por Mujeres Empresarias, Banco BCI y diario La Tercera.

La iniciativa, que tiene por objetivo destacar el emprendimiento femenino juvenil, contó con más de 100 postulantes, de las que sólo siete lograron llegar a la final.

La máxima distinción la obtuvo Manuela Iribarren (31), fundadora de By María, una firma dedicada a la elaboración de pepinos gourmet. La emprendedora agradeció el reconocimiento y aprovechó el momento para invitar a las mujeres a incursionar en el emprendimiento.

¿Cómo surge la idea de emprender?

En 2012, cuando volví de Buenos Aires, luego de seis años allá. Lucas, mi hermano, había viajado al sur y ahí conoció la receta de unos pepinos agridulces que tenía una amiga. Cuando volví, un día Lucas los preparó y nos invitó a unos amigos y a mí a probarlos. Nos encantó. Ahí acordamos que era algo bueno para vender.

¿Qué es By María?

Es un proyecto que se dedica a la elaboración de pepinos gourmet. Tenemos pepinos dulces, picantes, con tomillo, zanahoria y otros.

¿Por qué volviste a Chile?

Me enfermé, me dio hepatitis. Estuve internada en una clínica en Buenos Aires y, como estaba embarazada, el doctor me dijo que mi embarazo era de alto riesgo y me mandó de vuelta a Chile. En Argentina tenía todo armado: una casa, un trabajo, era directora de arte y tenía una película para ese año. Acá, llegué sin nada, embarazada y sin poder trabajar.

¿Cuándo comienzan a desarrollar el negocio?

A finales de 2013, cuando María, mi hija, ya estaba más grande y yo sana. Ahí, mi hermano me contó que estaba aburrido de su trabajo, que no quería estar todo un día frente a un computador y que le interesaba tener un emprendimiento. Le dije que feliz me sumaba a su idea.

¿Con cuánto financiamiento comenzaron?

Lucas puso como un $ 1 millón y muchos amigos. Comenzamos a producir en la casa de mi mamá, muy de a poco, no teníamos capital para hacer un negocio.

¿Qué vino después?

Empezamos a diseñar la marca, a crear un logo, un nombre y todo eso. Mi hermano se encargó del diseño, el marketing y esa área. Nos demoramos mucho en construir el proyecto y definir nuestra ética como empresa. Diseñamos una marca que trabaja para tener una huella de carbono muy pequeña.

¿De dónde viene esa preocupación ecológica?

Creo que es algo de educación, mi mamá siempre recicló todo. Era obvio que con Lucas íbamos a plasmar algo de eso en esto. Usamos vidrio en los envases, porque se puede reciclar, y el vinagre lo compramos a granel para contaminar lo menos posible. Tratamos de que la huella de carbono de nuestro producto sea mínima. Nos gustaría ser una empresa B en algún momento, generar poca huella de carbono y poder pagar sueldos dignos, que no sean los mínimos.

By María, ¿cuándo comienza a operar formalmente?

En abril de 2014 iniciamos actividades en el SII. Desde entonces  todo fue formal, con patente, banco, Seremi, todo.

¿Luego de la formalización, vino el crecimiento?

Todo ha sido paso a paso. Al inicio, subarrendábamos lugares para cocinar y dejábamos los pies en la calle con Lucas, buscando clientes y dejando muestras. En este momento, tenemos 250 clientes en todo Chile y nos hemos adjudicado fondos de Sercotec y de Corfo.

¿En qué está la empresa hoy?

En septiembre del año pasado nos cambiamos a nuestra sede actual, que está ubicada en la comunidad ecológica. Ahí tenemos la cocina, la oficina y la bodega, es nuestro cuartel central. Hemos podido aumentar la producción, tener más bodegaje.

¿Qué logros rescatan como empresa?

El año pasado fuimos seleccionados para la Expo Milán, estuvimos en el pabellón de Chile en Italia. También, hemos participado en la feria Echinuco, en la Feria Paula, en Deco Market y otras, intentamos estar presentes en todo. En diciembre de 2015, ganamos el Semilla de Corfo, que son $ 25 millones que estamos implementando con la asesoría y guía de Mujeres Empresarias. Ahora, gracias a un viaje de mi hermano a través de ProChile, a Sabores de Chile en Milán, hay un posible cliente que quiere distribuir en Italia. Estamos trabajando en eso.

Familia

¿Cómo combinas la crianza de tu hija con el desarrollo de un negocio?

No sé. Comencé esto cuando María tenía un año y dos meses. Ahora, como está más grande y va al jardín, me coordino para que la vaya a buscar mi mamá, mi suegra, el papá, otro día yo y así. Tengo una red de apoyo que me ayuda bastante en todo esto.

¿Es difícil emprender y ser mamá?

Es diferente. Cuando trabajas de forma tradicional, trabajas de lunes a viernes y el fin de semana te desconectas, aquí eso no pasa, porque estás 24/7 conectada a tu proyecto. Pero, curiosamente, este trabajo me permite pasar más tiempo con mi hija.

¿Qué mensaje le transmitirías a las mujeres que quieren emprender, pero piensan que con hijos no se puede?

Creo que uno siempre tiene que atreverse. Lo peor que se puede hacer es no hacer las cosas por miedo, hay que atreverse nomás. Pero, en esto es clave tener una buena red de apoyo.

¿Por qué es tan importante tu red de apoyo?

Con Lucas hemos levantado esto gracias a nuestros amigos. Tenemos amigos  fotógrafos, comunity manager, cocineros, abogados y nos han apoyado sin ganar nada a cambio. A varios de ellos les hemos pagado con pepinos. En serio. Una vez necesitamos de un abogado amigo de la familia y le dijimos que no teníamos con qué pagarle,  y le preguntamos si podíamos darle pepinos y él aceptó.

¿Pensaron en algún momento abandonar el proyecto?

Todavía no vemos números azules. En un minuto tuvimos que pedir un préstamo familiar y con eso invertir en máquinas. Nunca hemos dicho que vamos a terminar con esto, pero estamos súper cansados. Hacemos de todo y es agotador. Soy mamá de una niña de tres años y hacer las dos cosas es agotador.

¿Cómo ha sido trabajar con tu hermano?

Trabajamos muy bien. Hemos logrado separar las áreas y tenemos la confianza de que el otro está haciendo bien su parte. Es mi hermano, yo sé que él es muy trabajador y él debe pensar lo mismo de mí.

¿Has pensado en retomar tus proyectos en Argentina?

No, es que ya no tengo nada allá. Tendría que llegar a hacer todo de nuevo, buscar casa, trabajo y todo. A mí ahora me gusta vivir en la comunidad ecológica, tener un parque para que mi hija pueda jugar. Me gusta la vida que tengo ahora. Si bien volví “obligada” a Chile, ahora estoy feliz acá.

¿Te costó aprender a manejar un negocio?

Yo no sabía nada, no sabía ni manejar un excel. No sé si me costó, pero es algo que implica mucho tiempo y constancia. Para mí fue entretenido, creo que estos dos años de By María me han hecho aprender muchas cosas nuevas, hoy me siento súper capaz de armar otro emprendimiento en caso de que esto no funcione.

¿Cuáles son tus proyecciones?

Tengo ganas de que By María llegue a una estabilidad, quiero que logremos vender y producir el volumen necesario para que esto funcione bien. Ahora, vamos a entrar a supermercados y estamos generando muchas reuniones para exportar. Chile es chiquitito y para crecer tenemos que empezar a abrir los horizontes.

FUENTE: LA TERCERA